Los ¨²ltimos 69 ni?os en las c¨¢rceles espa?olas

Las medidas de aislamiento impuestas por el Ministerio del Interior para minimizar el riesgo de propagaci¨®n del coronavirus en las c¨¢rceles ha acelerado el progresivo descenso registrado en los ¨²ltimos a?os del n¨²mero de reclusas encarceladas en recintos penitenciarios junto a sus hijos. De las 87 presas que permanec¨ªan con sus peque?os ¨Csiempre menores de tres a?os¨C en los diferentes m¨®dulos y unidades externas de madres dependientes de Instituciones Penitenciarias a finales de 2019 se ha pasado, cuatro meses despu¨¦s y tras el decreto del estado de alarma, a 69, seg¨²n datos penitenciarios a los que ha tenido acceso EL PA?S. La reducci¨®n se ha producido tras instalar pulseras de control telem¨¢tico a parte de las madres para que sigan cumpliendo las penas en sus domicilios y trasladando a otras a pisos de acogida gestionados por ONG que colaboran en la reinserci¨®n de estas mujeres.

De las madres que permanecen en prisi¨®n con sus hijos, 61 de ellas est¨¢n ingresadas en los m¨®dulos espec¨ªficos existentes para ellas en las prisiones de Alcal¨¢ de Guadaira (Sevilla), donde hay 14; la de Valencia, con 16; y la de Aranjuez (Madrid) ¨Cincluidas las que est¨¢n en el m¨®dulo de familia de la misma c¨¢rcel¨C, con 31. Se trata de instalaciones separadas arquitect¨®nicamente del resto de la c¨¢rcel y en las que existen escuelas infantiles para los peque?os. Estas mujeres son o presas preventivas ¨Cy, por tanto, su situaci¨®n depende el juez que instruye su causa¨C o est¨¢n clasificadas en primer o segundo grado penitenciario por haber sido condenadas por delitos muy graves o tener a¨²n largas penas que cumplir, aclaran fuentes penitenciarias.

Las que s¨ª han quedado casi vac¨ªas son las tres unidades de madres externas existentes, recintos situados junto a sendos Centros de Inserci¨®n Social (CIS) y ¡°cuyo objetivo es crear un ambiente adecuado para que los ni?os puedan desarrollarse emocional y educativamente durante el tiempo que tengan que permanecer en el centro¡±. A estas unidades, cuyas instalaciones no tienen aspecto de prisi¨®n, son destinadas a internas clasificadas en tercer grado o semilibertad o que, aunque est¨¢n en segundo grado, se les aplica el art¨ªculo 100.2 de Reglamento Penitenciario que permite flexibilizar su r¨¦gimen de vida en prisi¨®n. As¨ª, en la unidad externa de madres de Palma de Mallorca permanecen ¨²nicamente dos presas con sus hijos; en la de Sevilla, otras dos, y en la de Madrid, cuatro.

Prisiones admite que el n¨²mero de presas en estas unidades externas pod¨ªa ser incluso menor, pero la falta de arraigo de algunas de ellas o la ausencia de una vivienda donde pudieran alojarse para seguir cumpliendo sus penas han aconsejado mantenerlas junto a los menores en estos recintos mientras duren las medidas de confinamiento. Otras internas con hijos han sido trasladas a pisos de acogida, donde en la actualidad hay 10, o se les ha enviado a sus domicilios sometidas a control telem¨¢tico mediante una pulsera electr¨®nica o llamadas de tel¨¦fono. En esta situaci¨®n se encuentran ya 37 mujeres, incluidas las que hab¨ªa antes de que estallara la crisis sanitaria.

Fuentes de Instituciones Penitenciarias destacan que la tendencia a reducir el n¨²mero de menores en los centros penitenciarios no es nueva, aunque admiten que se ha acelerado por la situaci¨®n sanitaria creada por el coronavirus. En una reciente respuesta parlamentaria al diputado de EH Bildu Jon I?arritu, el Ministerio del Interior ya se?alaba que desde el departamento "se favorece, siempre que las circunstancias lo permitan, la progresi¨®n de grado de las madres [a la semilibertad] para que los menores est¨¦n el menor tiempo posible en los centros penitenciarios¡±. Una postura que es confirmada por Lourdes Gil, coordinadora de Tratamiento y Gesti¨®n Penitenciaria: ¡°Cuantos m¨¢s ni?os podamos sacar de prisi¨®n mejor, pero no siempre se puede aplicar la medida¡±.

Las cifras de los ¨²ltimos 11 a?os, recogidos en la respuesta parlamentaria del Gobierno, recogen esa reducci¨®n. As¨ª, en 2009 hab¨ªa 193 reclusas junto a sus hijos en m¨®dulos y unidades espec¨ªficas. Al a?o siguiente eran 166 y en 2011, 137. La cifra se mantuvo por encima de 100 hasta 2016, a?o que termin¨® con 89. Para entonces, Instituciones Penitenciarias ya hab¨ªa cerrado por falta de ocupaci¨®n cuatro de los siete m¨®dulos de madres que ten¨ªa en otras tantas c¨¢rceles. Desde entonces el n¨²mero de reclusas encarceladas junto a sus hijos ha sido siempre inferior 90 hasta que, ahora, se ha situado en su cifra m¨¢s baja: 67. ¡°Tratamos que las juntas de tratamiento valoren caso a caso la situaci¨®n de cada madre y su hijo, y se suele aceptar la propuesta que hagan sobre su clasificaci¨®n, pero solo se las pasa al tercer grado [o semilibertad] si re¨²nen los requisitos. Con la crisis del coronavirus ha pasado lo mismo¡±, aclara la coordinadora de Tratamiento y Gesti¨®n Penitenciaria.

Desde el inicio de la pandemia y hasta el pasado martes, Instituciones Penitenciarias ha confirmado la infecci¨®n por el coronavirus de 254 trabajadores y 56 internos. Sin embargo, no ha habido ning¨²n caso de reclusa que conviva con sus hijos. No obstante, el primer positivo de un trabajador fue el de una t¨¦cnico del jard¨ªn de infancia de la c¨¢rcel de Aranjuez que cuidaba a los ni?os de las presas. Entonces, Prisiones aisl¨® el m¨®dulo de madres entero y, al menos, una presa y dos menores que hab¨ªan estado en contacto con esta empleada y presentaron un cuadro de fiebre fueron sometidos a un estrecho control m¨¦dico. Las pruebas posteriores descartaron que la mujer o los peque?os se hubieran contagiado.

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