Calvi?o sale reforzada por el fiasco del pacto con Bildu
La vicepresidenta recupera la iniciativa en el Ejecutivo al forzar la rectificaci¨®n de la pactada ¡°derogaci¨®n ¨ªntegra¡± de la reforma laboral del PP con la izquierda ¡®abertzale¡¯
El mayor fiasco de gesti¨®n del Gobierno en la crisis del coronavirus se ha saldado con una ¨²nica victoria: la de Nadia Calvi?o. La vicepresidenta econ¨®mica recupera la iniciativa en el Ejecutivo al haber forzado la rectificaci¨®n del acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos con Bildu que inclu¨ªa la derogaci¨®n ¨ªntegra de la reforma laboral del PP. Calvi?o, cuyas tesis no han prevalecido en algunas pol¨ªticas clave de la pandemia, se decidi¨® a dar este paso para evitar el colapso del di¨¢logo social. Su golpe en la mesa, al menos de momento, zanja el debate.
Pocas cosas incomodan m¨¢s a la responsable de Asuntos Econ¨®micos del Gobierno que la confrontaci¨®n pol¨ªtica en p¨²blico. Pese a sus indisimulados recelos hacia las posiciones defendidas por Podemos, especialmente las del vicepresidente Pablo Iglesias, Calvi?o aplica grandes dosis de pragmatismo a su labor y suele renunciar a dar la batalla para hacer valer sus postulados cuando hay micr¨®fonos delante. Hasta esta semana. Por primera vez, la vicepresidenta tercera ha expresado en p¨²blico su malestar con una decisi¨®n pol¨ªtica controvertida aun sabiendo que esa iniciativa no pod¨ªa haber prosperado sin el conocimiento del presidente del Gobierno.
Calvi?o eligi¨® un contexto empresarial ¡ªun acto telem¨¢tico del Cercle d¡¯Economia en el que intervino el jueves¡ª para expresar con rotundidad su parecer sobre una derogaci¨®n inmediata de la reforma laboral: ¡°Nos enfrentamos a la mayor recesi¨®n de nuestra historia. Con esta realidad, ser¨ªa absurdo y contraproducente abrir un debate sobre esta materia¡±, dijo. En el acto participaba el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea Valdis Dombrovskis, lo que le permiti¨® amplificar el mensaje hacia el ¨¢mbito comunitario, del que ella proviene y con el que mantiene el nexo.
La media docena de fuentes consultadas para esta informaci¨®n admiten ¡ªalgunas con m¨¢s satisfacci¨®n que otras¡ª que Calvi?o ha ganado esta batalla. Pese a acceder a aportar sus puntos de vista, todas exigen anonimato por lo delicado del enfrentamiento entre diferentes sensibilidades del Ejecutivo, por un lado, y la conexi¨®n de este con los grupos parlamentarios ¡ªincluido el del PSOE¡ª por otro.
Aunque las primeras versiones apuntaban a una conversaci¨®n entre la vicepresidenta y el l¨ªder de la patronal, Antonio Garamendi, como detonante de esa rectificaci¨®n que impuso Calvi?o, las fuentes consultadas aseguran que no hubo ning¨²n contacto entre ambos la noche del mi¨¦rcoles. No fue necesario. Calvi?o tiene una relaci¨®n suficientemente engrasada con el presidente de la CEOE como para intuir que cualquier compromiso parlamentario relativo a la reforma laboral sin consultar con los agentes sociales constituye un ataque directo al di¨¢logo social, un puente que se mantiene en pie pese a la polarizada atm¨®sfera pol¨ªtica en el Parlamento. ¡°Su ¨¦xito es el momento que elige para dar este paso y las circunstancias que lo rodean. Y su intervenci¨®n hay que leerla en la clave de evitar que se dinamite el di¨¢logo social¡±, sostienen fuentes socialistas respecto al papel de la vicepresidenta.
Aunque la representante del Gobierno en el di¨¢logo social con sindicatos y patronal es la ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, Garamendi mantiene una interlocuci¨®n preferente tanto con Calvi?o como con la ministra de Industria, Reyes Maroto. La implicaci¨®n de los empresarios resulta fundamental en un momento en que el coronavirus ha puesto patas arriba la econom¨ªa y el mercado de trabajo y hay que modificar de urgencia instrumentos como los ERTE, que impactan directamente en la vida de las empresas y de los empleados.
Inseguridad jur¨ªdica
¡°No se trata de ir en contra de los acuerdos de investidura, sino de ser consciente de que la realidad del pa¨ªs es hoy diferente a la que hab¨ªa entonces. Cuando la actividad econ¨®mica e incluso la movilidad est¨¢n limitadas, no parece el momento de introducir un elemento de inseguridad jur¨ªdica¡±, argumentan fuentes gubernamentales. Otras voces oponen que, pese a la coreograf¨ªa de estos d¨ªas, la ministra de Trabajo seguir¨¢ dialogando con los agentes sociales para revertir la reforma laboral y que lo firmado en el acuerdo con Bildu ¡ªderogaci¨®n de ese marco laboral ¡°antes de la finalizaci¨®n de las medidas extraordinarias¡± derivadas de la covid¡ª puede cumplirse porque las medidas excepcionales se prolongar¨¢n mucho en el tiempo.
El gesto de mando de Calvi?o contrasta con la secuencia de otras pugnas pol¨ªticas desarrolladas en el Consejo de Ministros. Debates como la introducci¨®n del ingreso m¨ªnimo vital para personas sin recursos o la hibernaci¨®n de la econom¨ªa en el momento m¨¢s cr¨ªtico del coronavirus relegaron algunos de sus planteamientos a un segundo plano. En el primer caso, venci¨® la posici¨®n defendida por Pablo Iglesias ¡ªaunque luego muy matizada por la del ministro de Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, que abog¨® por perfeccionar la herramienta aun a costa de retrasarla¡ª frente a las advertencias del ¨¢rea econ¨®mica sobre el elevado coste de la medida. En el segundo caso, el presidente, Pedro S¨¢nchez, tambi¨¦n opt¨® por decretar un cierre de toda la actividad no esencial pese a las alertas de Calvi?o sobre las consecuencias econ¨®micas. El episodio de la reforma laboral eleva ahora su predicamento.
Fuentes conocedoras de su paso por Bruselas y de su labor en el Gobierno aseguran que la experiencia de Calvi?o en las instituciones europeas le otorga un peso espec¨ªfico en el seno del Ejecutivo, incluso en esta etapa del Gobierno de coalici¨®n. Su reciente defensa de la inyecci¨®n de fondos europeos alejados del esquema cl¨¢sico de los pr¨¦stamos tambi¨¦n es bien valorada por algunas voces que recelaban de su perfil de tecn¨®crata.
Una ortodoxa que rechaza esa etiqueta
En la carta de presentaci¨®n de Nadia Calvi?o sobresale con fuerza la ortodoxia. Esa capacidad, imprescindible para saber conducirse en Bruselas, fue uno de los valores que primaron para que Pedro S¨¢nchez quisiera incluirla en su elenco de ministros y auparla a una vicepresidencia tras el pacto de coalici¨®n con Unidas Podemos. Calvi?o rechaza esa etiqueta de ortodoxa por considerar que siempre ha cuestionado, all¨ª donde ha estado, las ideas establecidas. Pero sus postulados suelen alinearse con el consenso de Bruselas.
Calvi?o, curtida en complejos encajes europeos para acercar posiciones entre actores a veces opuestos, acept¨® con relativa normalidad sentarse en un Consejo de Ministros con Pablo Iglesias. Y eso a pesar de que el ahora vicepresidente segundo la hab¨ªa identificado durante la campa?a electoral como s¨ªmbolo de todo lo que Podemos combat¨ªa. Desde enero los dos comparten tareas de Gobierno y exhiben no pocas discrepancias.
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