¡°?Qui¨¦n va a querer trabajar con un supuesto terrorista?¡±
La Audiencia Nacional absuelve a un empresario egipcio tras pasar tres a?os en prisi¨®n preventiva acusado de colaborar con el ISIS
Hatem Mokhtar Abdalla Said est¨¢ convencido de que la sombra de la sospecha lo acompa?ar¨¢ ya toda la vida. Este empresario egipcio, de 46 a?os y residente en Alemania, acaba de salir de la c¨¢rcel. Dej¨® atr¨¢s los barrotes el 25 de mayo, cuando la Audiencia Nacional lo absolvi¨® despu¨¦s de tres a?os encerrado en prisi¨®n preventiva acusado de financiar y colaborar con el autodenominado Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s). ?l clama por su inocencia, sentado en el despacho de su abogado se pregunta qu¨¦ ser¨¢ ahora de su futuro ¡ª¡°?qui¨¦n va a querer trabajar con un supuesto terrorista? ?querr¨ªa usted trabajar conmigo?¡±¡ª y acusa a la justicia espa?ola de haber conculcado todos sus derechos.
Muchos interrogantes sobrevuelan una historia que comienza el 22 de abril de 2017, cuando la Guardia Civil detiene a Said en El Espinar, un municipio segoviano de 9.000 habitantes. El Ministerio de Interior anuncia ese mismo d¨ªa que ha arrestado, gracias a la colaboraci¨®n con los servicios de inteligencia egipcios y alemanes, a ¡°un presunto terrorista¡± con conexiones internacionales, buscado por su pa¨ªs de origen y vinculado a la c¨¦lula islamista desarticulada en abril de 2002 en Hamburgo. ¡°Siempre hab¨ªa pensado que Espa?a est¨¢ en Europa y que tiene las mismas garant¨ªas que Alemania. Pero, por desgracia, no es as¨ª¡±, se lamenta el empresario, padre de siete hijos con tres mujeres distintas. Explica que sol¨ªa viajar a la Pen¨ªnsula simplemente para hacer negocios.
Pero los investigadores pusieron sobre el tapete un relato distinto. El instituto armado y la Fiscal¨ªa, que pidi¨® una condena de ocho a?os, manten¨ªan que desviaba beneficios de su actividad comercial ¡ªadquir¨ªa en Espa?a material inform¨¢tico reciclado, que despu¨¦s exportaba a Alemania y, de all¨ª, a Egipto¡ª a viudas y madres de combatientes de Al Qaeda, ISIS u otras ¡°organizaciones de su campo de influencia¡± muertos en combate. Esta acusaci¨®n se reforzaba con la afirmaci¨®n de que se encontraba en b¨²squeda y captura por su pa¨ªs natal por una condena de terrorismo; que ten¨ªa relaci¨®n con la c¨¦lula Narsh City, brazo armado de los Hermanos Musulmanes; que hab¨ªa unas fotos que le situaban en ¡°zona de conflicto¡± en 2013; y que pose¨ªa un ¡°entramado¡± de empresas para ocultar sus fines
Toda una bater¨ªa de imputaciones que rechaza la sentencia, tras juzgarlo a mediados de mayo, en plena pandemia del coronavirus. Seg¨²n los jueces, ni hab¨ªa entramado empresarial ¡ª¡°el volumen de negocio anual confirma la impresi¨®n de que era un peque?o comerciante¡±¡ª ni se presentaron pruebas con el ¡°rigor necesario¡± para tumbar la presunci¨®n de inocencia de Said. Algunos indicios fueron, incluso, ¡°desmentidos¡± en la vista oral.
Los ¡°indicios¡± presentados contra ¨¦l
As¨ª, su vinculaci¨®n a la c¨¦lula de Hamburgo y a Narsh City se basaba en noticias de Internet en las que se mencionaba a un tal ¡°Hatem S., 28 a?os¡± o ni siquiera se citaba ning¨²n nombre. De su supuesta condena en Egipto apenas se sabe que, cuando lo detuvieron en Segovia, hab¨ªa contra ¨¦l una orden de arresto caducada de su pa¨ªs natal en la que, seg¨²n la rese?a de la base de datos policial, solo se dec¨ªa que se le buscaba por ¡°presunta comisi¨®n de un delito de terrorismo o de financiaci¨®n¡±. Y los jueces se?alan que tampoco se ha probado que las fotos de 2013, en las que se observa a Said sujetando lo que ¡°parece bolsas de comida¡± rodeado de ni?os en un espacio ¡°urbano desolado por alguna acci¨®n de guerra¡±, se tomasen en una ¡°zona de conflicto¡±. Preguntado por ello, ya absuelto, el empresario tampoco quiere decir d¨®nde se hicieron: ¡°Yo he ayudado en campos de refugiados de Turqu¨ªa. No voy a responder a la pregunta de d¨®nde se tomaron porque decir la palabra Siria o Irak es un delito¡±.
La sentencia de la Audiencia, que la Fiscal¨ªa puede recurrir, concluye que ¡°no hay prueba alguna de que enviase dinero¡± a familiares de terroristas. Salvo en el caso de una mujer que vive en Montenegro, viuda de un combatiente del ISIS, a la que Said dijo que mandaba ¡°peque?as cantidades de dinero para ayudarle¡± tras conocerla por Internet y pretender mantener una relaci¨®n con ella. Todo eso, seg¨²n el tribunal, se asemejaba m¨¢s a ¡°conductas que no desbordar¨ªan lo que se entiende por actos de caridad¡±.
¡°?C¨®mo pueden acusar as¨ª a gente inocente? Esa ha sido mi mayor decepci¨®n. En sus manos tienen toda la fortaleza del Estado y mienten sin ponerse rojos. No hay en el sumario un solo documento de Alemania, de Egipto o de Marruecos, o una conversaci¨®n grabada, que tuviera relaci¨®n con el terrorismo. ?No ten¨ªan nada!¡±, exclama Said. Seg¨²n explica su abogado, ?lvaro Dur¨¢n, se le calific¨® como preso peligroso y se le someti¨® a un r¨¦gimen estricto. ¡°Estaba en aislamiento. No hablaba nada de espa?ol y los funcionarios no me hablaban en ingl¨¦s¡±, a?ade Said. ¡°Era todo horroroso. No pod¨ªa hablar con mi familia¡±.
Sus palabras resuenan en la sala. ?Sus planes de futuro? En cuanto pueda, asegura, se marchar¨¢ a Alemania y tratar¨¢ de levantar de nuevo sus empresas. ¡°Espa?a ha sido para m¨ª una pesadilla¡±. ¡°Han destrozado mi vida, mi reputaci¨®n. Mis hijos se preguntaban d¨®nde estaba su padre. Mi madre lloraba todos los d¨ªas. Mis hijos lloraban. Su padre estaba en la c¨¢rcel por el peor delito del mundo¡±.
Said cuenta que estudi¨® islam y literatura germana antes de marcharse a Alemania con 20 a?os. Pas¨® all¨ª un tiempo y luego regres¨® a Egipto, donde tuvo ¡°problemas¡± con el Gobierno de Hosni Mubarak. Por lo que dej¨® de nuevo su pa¨ªs y se instal¨® en Hamburgo. Insiste en que condena las actuaciones del ISIS: ¡°Es un grupo terrorista. Cortan cabezas. Eso no puede ser en el islam¡±. Pero tambi¨¦n carga contra el Estado espa?ol tras pasar tres a?os en prisi¨®n provisional: ¡°Le ha pasado a mucha gente. Con sus injusticias, las autoridades espa?olas han sembrado odio. Yo tengo ya 46 a?os. ?Pero c¨®mo cree que reacciona un chico de 20 al que le quitan todo? Su respuesta no va a ser paz y amor. El Estado espa?ol juega con fuego. Yo reaccionar¨¦ a un proceso injusto por la v¨ªa de la justicia contra Espa?a. Pero otros no reaccionar¨¢n as¨ª¡±.
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