Casado mantiene la ruptura con S¨¢nchez pero negocia con el PSOE el decreto poscovid
La raz¨®n fundamental del posible pacto es que el desarrollo de las normas lo tienen que aplicar los Gobiernos de las comunidades aut¨®nomas
No hay acercamiento en p¨²blico, sino todo lo contrario. El presidente del PP, Pablo Casado, sac¨® este mi¨¦rcoles todo el arsenal argumental contra Pedro S¨¢nchez, al que se?al¨® como ¡°el ¨²nico culpable¡± de la gesti¨®n de la pandemia. El presidente del Gobierno y el l¨ªder de la oposici¨®n siguen muy alejados en sus intervenciones p¨²blicas. Pero Casado negocia con el Ejecutivo el decreto poscovid o de la llamada nueva normalidad que deben aplicar los Gobiernos auton¨®micos, la mitad del PP.
¡°Dos no se pelean y no se ponen de acuerdo si uno no quiere¡±. El presidente del Ejecutivo, Pedro S¨¢nchez, tir¨® del refranero despu¨¦s de escuchar la reiterada remesa de ataques del l¨ªder de la oposici¨®n, que fue minutos despu¨¦s corregida y aumentada por el presidente de Vox, Santiago Abascal. El d¨ªa anterior, en el Senado, hubo muchos menos decibelios entre S¨¢nchez y el portavoz del PP en la C¨¢mara alta, Javier Maroto, lo que indujo a pensar que podr¨ªan venir vientos de di¨¢logo. No fue as¨ª. La mano tendida fue un espejismo durante apenas 24 horas: S¨¢nchez recibi¨® este mi¨¦rcoles fuertes invectivas por la gesti¨®n de la covid-19. El PP y Vox le acusaron de acabar con el esp¨ªritu y la letra de la Constituci¨®n de 1978 y, con ello, le atacaron por cuestionar la Monarqu¨ªa. S¨¢nchez no se inmut¨®. Esquiv¨® el cuerpo a cuerpo para volver a la f¨®rmula de la semana anterior: si Casado quiere dialogar tiene la puerta abierta; de lo contrario, puede irse ¡°con la ultraderecha¡±.
Pero eso es en p¨²blico. La bronca sesi¨®n semanal de control al Gobierno, sin consecuencias legislativas (aunque s¨ª de posici¨®n pol¨ªtica ante la sociedad), transcurre en paralelo a la negociaci¨®n del decreto que regular¨¢ muchos aspectos sociales y econ¨®micos del periodo posterior a la epidemia del coronavirus. Y ah¨ª el PP sigue en conversaciones con el Ejecutivo. Lo m¨¢s probable es que los populares se abstengan o incluso voten a favor del decreto de nueva normalidad, como ya hicieron con el ingreso m¨ªnimo vital. La raz¨®n fundamental es que el desarrollo de las normas lo tienen que aplicar los Gobiernos de las comunidades aut¨®nomas, y el Ejecutivo central ha negociado con ellas ¡ªincluidas las del PP¡ª para incluir sus reivindicaciones.
Eso es entre bambalinas. Porque el tono en el Congreso no induce a pensar en acuerdo alguno. La munici¨®n dial¨¦ctica que utiliz¨® Casado incluy¨® frases, algunas sin su contexto, del expresidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez, desfavorables a S¨¢nchez. Tambi¨¦n cit¨® al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, al dirigente de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y al l¨ªder de ERC condenado por sedici¨®n, Oriol Junqueras. A estos ¨²ltimos dirigentes independentistas les llam¨® una y otra vez ¡°socios de S¨¢nchez¡±. El presidente us¨® parte de sus cinco minutos para defender su gesti¨®n en esta crisis sanitaria con medidas que, seg¨²n ¨¦l, han salvado 450.000 vidas, y miles de empleos y de empresas. Casado, en su r¨¦plica, no ofreci¨® ning¨²n indicio de aceptar colaborar con el Gobierno ni de permitir un te¨®rico acercamiento. El dirigente del PP puso de nuevo en duda la cifra de v¨ªctimas y la elev¨® a 43.000. Santiago Abascal aument¨® la cifra hasta 48.000.
¡°Traici¨®n a Espa?a¡±
Lleg¨® el turno de Teodoro Garc¨ªa Egea, secretario general del PP, que responsabiliz¨® al vicepresidente Pablo Iglesias de la cat¨¢strofe de las residencias sanitarias, pespunteado con alusiones a sus cambios vitales y pol¨ªticos, por ir ¡°del 15-M a la poltrona¡±. Iglesias le pidi¨® m¨¢s altura pol¨ªtica y recrimin¨® al PP su ¡°traici¨®n a Espa?a¡± por aliarse en Europa con los partidos que exigen condiciones muy duras a cambio de las partidas del fondo de reconstrucci¨®n europeo.
El caf¨¦ que la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ofreci¨® la semana pasada a la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana ?lvarez de Toledo, no se producir¨¢. La dirigente popular solo acepta un caf¨¦-debate en p¨²blico. Los debates, ¡°en el Parlamento¡±, dijo Calvo. ¡°Ese caf¨¦ era para hablar de pol¨ªtica entre dos mujeres normales, pero usted quiere un circo¡±, zanj¨®. Frente a esa tensi¨®n televisada, la negociaci¨®n para sacar adelante el decreto poscovid se har¨¢ de manera muy reservada y con documentos sobre la mesa; al igual que el dif¨ªcil intento del Gobierno de llamar a todos a acordar los presupuestos.
El Congreso rechaza los debates no presenciales
El Congreso rechaz¨® por un ampl¨ªsimo margen, 297 votos en contra, seis abstenciones y solo 45 votos a favor, una proposici¨®n de los nacionalistas de Junts per Catalunya sobre la reforma del art¨ªculo 61 del Reglamento de la C¨¢mara para regular en casos de extrema necesidad como el vivido durante la crisis de la covid-19 la posibilidad de celebrar plenos telem¨¢ticamente. El portavoz de Junts esgrimi¨® la reciente pandemia y las opciones tecnol¨®gicamente actuales que lo permiten para defender su propuesta, pero la mayor¨ªa de los grupos, y especialmente los m¨¢s importantes del Congreso, PP, PSOE, Vox y Podemos, se opusieron. Algunos, como Vox, dudaron de las verdaderas intenciones de Junts y hasta apuntaron a que querr¨ªan colar intervenciones telem¨¢ticas del expresidente catal¨¢n fugado, Carles Puigdemont. Los dem¨¢s argumentaron que los debates deben ser como hasta ahora presenciales porque eso ayuda, con el lenguaje corporal, a ser m¨¢s flexibles y entenderse mejor.
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