??igo Errej¨®n: ¡°Las preguntas del votante de extrema derecha son correctas; las respuestas, aberrantes¡±
El l¨ªder de M¨¢s Pa¨ªs: ¡°Eso de la ¡®crispaci¨®n¡® es como si a la gente que va en ¨²ltima clase del Titanic le est¨¢ llegando el agua y t¨² est¨¢s en primera diciendo ¡®qu¨¦ mal sujeta los cubiertos el de al lado¡±.
??igo Errej¨®n (Madrid, 36 a?os) llega a una terraza de Madrid el s¨¢bado 20 de junio. Es diputado y l¨ªder de M¨¢s Pa¨ªs, organizaci¨®n pol¨ªtica que levant¨® tras irse de Podemos, el partido fundado junto a su examigo Pablo Iglesias. Se quita las gafas de sol y pide al camarero un zumo de naranja. Una mujer lo reconoce, se adelanta unos pasos y le hace una foto de extranjis.
Pregunta. ?Le molestan?
Respuesta. El otro d¨ªa estaba en el balc¨®n leyendo un libro, pas¨® un se?or y me insult¨®. ¡°Pero t¨ªo, estoy aqu¨ª sentado en mi balconcito, sin camiseta, ?en serio?¡±.
P. No es como en las redes.
R. Porque en la calle puedes pedir cuentas, y la gente se hace cargo de lo que dice. En las redes se comporta como en un atasco: todo el mundo grita m¨¢s. Y hay una gesti¨®n complicada de los afectos: ¡°Es martes por la ma?ana, acabo de desayunar, hace un d¨ªa estupendo, me voy a meter en Twitter a decirle a este que es un cabr¨®n¡±. Tienes derecho a hacerlo, pero no s¨¦, ?has visto el d¨ªa que hace? Porque adem¨¢s se genera la ilusi¨®n de que el otro lo lee todo. Tronco, lo que vas a hacer es a?adir cosas a un algoritmo.
P. Ser¨¢ la crispaci¨®n.
R. S¨ª, pero mira. Cuando gobernaba Zapatero hubo un pronunciamiento de altos mandos militares pidiendo una intervenci¨®n militar por el Estatut. A Bono le pegaron en la manifestaci¨®n de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo. A Zapatero en las manifestaciones le dec¨ªan: ¡°Zapatero, vete con tu abuelo¡±, que lo hab¨ªan fusilado. Hay que ponerlo todo en perspectiva.
P. Algunas sesiones parlamentarias asustan.
R. Hemos escuchado muchas m¨¢s veces las barbaridades que se dicen en el Congreso que a las familias que se han pasado tres meses sin cobrar un ERTE. Est¨¢s encerrado en casa, te vas a dormir y piensas: ¡°Si no llega el dinero la semana que viene no s¨¦ qu¨¦ voy a hacer¡±. ?Sabes por qu¨¦ eso no es crispaci¨®n? Porque no tienen micros. Esto de la crispaci¨®n es como si en el Titanic, a la gente que va en la ¨²ltima clase ya le est¨¢ llegando el agua por aqu¨ª y t¨² est¨¢s en primera en plan ¡°madre m¨ªa, qu¨¦ mal sujeta los cubiertos el de al lado¡±.
P. Ha dicho que no le preocupan mucho los pactos de Estado.
R. Estamos obsesionados con el consenso. Las cosas no tienen que salir aprobadas por 350 diputados, se avanza igual. El lunes [por el lunes 22 de junio] se levanta el estado de alarma y vuelven a poder ejecutarse desahucios. Eso se puede parar. ?Hay consenso para pararlo? No, y me da igual: hay votos.
P. La oposici¨®n.
R. El Gobierno vive muy bien contra estas derechas porque no le hace falta avanzar much¨ªsimo. A las moratorias de hipotecas, como eran tan complicadas de pedirse, se ha acogido un tanto por ciento de personas muy bajo. El grueso de las ayudas han sido ayudas a los bancos para que den m¨¢s cr¨¦dito para endeudarse, no han sido ayudas directas. Se ha ido desaprovechando una gran oportunidad de transformar nuestra econom¨ªa y nuestro sistema de protecci¨®n social. ?Por qu¨¦? Porque este Gobierno no se saca el t¨ªtulo de progresista tanto por las medidas que haga como por lo que tiene enfrente. As¨ª no se avanza.
P. Ni con la pandemia.
R. Es que el reto de la pandemia es mucho m¨¢s importante que el reto de la derecha. Ha demostrado que la desigualdad es incompatible con un modelo de desarrollo que permita a la gente vivir sin miedo, que los servicios p¨²blicos estaban cuarteados y que no han sabido responder al reto que hemos tenido. Necesitamos salir con una enmienda a la totalidad: ¡°Vivimos de una forma que se carga la vida, se carga la felicidad y nos tiene a todos medio enfermos permanentemente¡±, y en lugar de eso jugamos al ping-pong: ¡°?A qui¨¦n le tienes m¨¢s miedo, a Torra o a Abascal?¡±. El Gobierno no puede ser un Gobierno contra la derecha, tiene que ser un Gobierno contra la inseguridad. Y la inseguridad no tiene que ver con de d¨®nde viene cada uno: la inseguridad es este estado de fragilidad permanente en el que viv¨ªamos todos, sobre todo quien menos tiene.
P. Fr¨¢gil es un adjetivo que se escucha mucho estos d¨ªas.
R. Porque la gran diferencia en esta vida es si tienes un intento, o varios. La gente que tiene colch¨®n familiar dispone de varios: ¡°Monto una empresa, no me sale bien, cojo este curro, me han echado, me reciclo¡±. La gente de familia humilde no se puede reciclar: si te sale mal una vez, te puedes caer. Y poderte caer es: ¡°No s¨¦ c¨®mo pagar el mes que viene el piso¡±, porque si pierdes el piso, te caes con todo. Ese estado de inseguridad permanente es un estado sordo, un dolor sordo, del que no se habla. Y mientras tanto, a vueltas con que elevamos el tono. Yo intento no tratar mal a nadie, pero tampoco creo que sea lo m¨¢s importante. Prefiero formas m¨¢s educadas pero no lo pondr¨ªa entre los principales problemas de Espa?a. Ni de co?a.
Esta ideolog¨ªa del pen¨²ltimo contra el ¨²ltimo est¨¢ en la antropolog¨ªa fascista: ¡°T¨² est¨¢s jodido, pero ah¨ª hay uno que est¨¢ por debajo de ti y le puedes pisar¡±.
P. Ha hecho fortuna la frase ¡°no vamos a dejar a nadie atr¨¢s¡±. Pero c¨®mo.
R. Los Gobiernos del PSOE son reformistas en las buenas y de repliegue en las malas. Cuando son ciclos alcistas y hay para repartir se permite pol¨ªticas de alegr¨ªa social sin alterar la estructura econ¨®mica, pero cuando vienen mal dadas, recoge velas. Ahora no es posible hacer una pol¨ªtica social sin pol¨ªtica econ¨®mica. Hay que plantearse qu¨¦ quiere ser nuestro pa¨ªs, qu¨¦ quiere producir. Cuando Espa?a se ha parado, nos hemos dado cuenta de que somos muy dependientes de dos o tres sectores que son los que primero gripan siempre.
P. La renta b¨¢sica.
R. Hay que tener una discusi¨®n valiente sobre ella. El Estado del bienestar en el siglo XXI no puede depender de derechos asociados a tener un trabajo, porque cada vez hay menos: las m¨¢quinas hacen m¨¢s cosas. Y no es verdad que por cada cinco trabajos que las m¨¢quinas hacen obsoletos surgen otros cinco. De hecho, por cada cinco que dan de baja surge uno muy cualificado, no cinco. Son necesarias menos horas de trabajo de personas para producir lo mismo. Eso, en lugar de conseguir que todos trabajemos menos para trabajar todos, ha hecho que el trabajo sea un bien cada vez es m¨¢s escaso, y que adem¨¢s puedes tenerlo y ser pobre, o puedes tenerlo y no cobrar porque ¡°te estamos regalando experiencia¡±. Hay renta disponible suficiente como para que una buena parte de las sociedades est¨¦n desmercantilizadas, es decir, no dependan del dinero que tengas. Una renta b¨¢sica universal debe ser un derecho de ciudadan¨ªa, que cobre todo el mundo por igual. ?Los ricos tambi¨¦n? Claro, tambi¨¦n tienen derecho a la sanidad p¨²blica, pero para mantenerla vas a pagar m¨¢s impuestos.
P. Es dram¨¢tico que despu¨¦s del esfuerzo de estos meses de confinamiento, llegue el hoyo. Para muchos ha sido remar para hundirse.
R. Pero hemos recordado que hay un inter¨¦s general, que era una idea que hace seis meses parec¨ªa anticapitalista. Lo siento: la suma de intereses particulares no da un inter¨¦s general. Y el inter¨¦s general no es lo que t¨² quieres, m¨¢s lo que yo quiero, m¨¢s lo que ¨¦l quiere. No todo es igual de importante y alguien tiene que decidir qu¨¦ lo es. El confinamiento es la manifestaci¨®n de que somos una comunidad, de que tenemos instituciones, y de que las instituciones van a decidir que no todos los derechos son igual de importantes. ?Usted tiene derecho a salir a correr? S¨ª, pero nosotros tenemos derecho a cuidarnos, as¨ª que lo vamos a limitar. ?Usted tiene derecho a seguir produciendo cualquier mercanc¨ªa? S¨ª, pero necesitamos respiradores, as¨ª que el Estado va a intervenir para que en esa f¨¢brica primero produzcamos respiradores. Eso es un trocito de socialismo, ?eh?
P. ?Qui¨¦n paga?
R. Todo el que no diga que eso hay que pagarlo haciendo que los ricos paguen m¨¢s impuestos, lo que te est¨¢ escondiendo es que esto se va a convertir en deuda o en recortes, que a veces es lo mismo. Hay que equilibrar la balanza fiscal. En Espa?a est¨¢ muy desequilibrada hacia las rentas del trabajo y hacia las peque?as rentas de propietarios, y se salvan mucho sistem¨¢ticamente quienes m¨¢s patrimonio tienen, quienes m¨¢s riqueza tienen o las grandes multinacionales.
P. ?Cree que se ha perdido un tren?
R. Los momentos m¨¢s duros son los momentos m¨¢s f¨¦rtiles para que el Gobierno transforme nuestro pa¨ªs. La vuelta a la normalidad lo va a hacer m¨¢s dif¨ªcil. El ingreso m¨ªnimo vital hubiera costado a?os, y en realidad el ingreso m¨ªnimo vital es m¨¢s importante culturalmente que administrativamente, porque administrativamente agrupa un conjunto de rentas auton¨®micas que ya exist¨ªan. Pero instaura la idea de que es econ¨®micamente m¨¢s eficaz que todo el mundo pueda reactivar la econom¨ªa y pueda participar de los intercambios mercantiles en el d¨ªa a d¨ªa porque tiene algo de dinero en el bolsillo por mucho que est¨¦ en situaci¨®n de exclusi¨®n social. Ese consenso no hubiera sido tan f¨¢cil que saliera hace seis meses o dentro de seis, lo facilita la situaci¨®n de pandemia.
P. Nos hemos juntado m¨¢s.
R. Hemos llorado por algo que le pasaba a gente que no conoc¨ªamos. El lazo social era m¨¢s fuerte de lo que pens¨¢bamos. Te voy a decir algo: me parecieron important¨ªsimos los aplausos. Salimos a decir: ¡°Mira, no s¨¦ qui¨¦n eres, pero somos parte de lo mismo. Somos parte de una cosa en la que si nos ponemos malos, nos ponemos malos todos, por diferentes que seamos¡±. Cuando el lazo social es fuerte, hay m¨¢s posibilidad de avanzar en pol¨ªticas sociales. Cuando se va desligando volvemos a ser otra vez una sociedad m¨¢s individualista, y por tanto es m¨¢s dif¨ªcil ponernos de acuerdo en objetivos comunes.
P. Un poco pesimista, esto.
R. En 2008, Sarkozy dijo que hab¨ªa que reformar el capitalismo porque no funcionaba. Lo dijo porque estaba asustado, como estaban asustadas las ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas porque empezaba la crisis, pero en cuanto se les pasa el miedo vuelven a las andadas. Los momentos de miedo ayudan a la humanidad a avanzar. El Estado de bienestar nace despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. La incorporaci¨®n de la mujer al mundo laboral es el resultado de las luchas feministas y tambi¨¦n de la industria b¨¦lica, cuando los hombres van al frente.
P. Le da muchas vueltas al miedo.
R. Porque el miedo nos recuerda que no lo puedes todo por muy grande que tengas el Land Rover. Esta fantas¨ªa neoliberal del individuo omnipotente en plan ¡°mientras tenga la tarjeta de cr¨¦dito, y el m¨®vil, y el coche, yo lo puedo todo¡±. Luego ese individuo que cree que lo puede todo est¨¢ hecho mierda, est¨¢ deprimido, necesita un huevo de sustancias para levantarse, dormirse, funcionar. Me parece que es un dato pol¨ªtico de primer orden: ese individuo que vive en la jungla, que pisa a todos, esta cosa como del lobo de Wall Street, es un enfermo. Si le quitas el caf¨¦ no se levanta, si le quitas el somn¨ªfero no se duerme, si le quitas el ansiol¨ªtico no puede afrontar la tensi¨®n de la oficina. Es un individuo que no funciona. Y cuando llegan mal dadas nos damos cuenta de que uno, como individuo, no sale adelante. Por eso es verdad que a veces grandes cat¨¢strofes han ayudado a que la humanidad se replantee cosas. Y s¨ª, a lo mejor necesitamos asustarnos para cambiarlas.
Hay que tener una discusi¨®n valiente sobre la renta b¨¢sica universal. El Estado de bienestar en el siglo XXI no puede depender de derechos asociados a tener un trabajo, porque cada vez hay menos
P. Vuelva a 2014. ?Cambiaron Espa?a?
R. Con nuestros aciertos y con nuestros errores.
P. Revientan el bipartidismo.
R. Y te dir¨¦ una mala tambi¨¦n. Fuimos capaces de reunir ilusiones muy puras para darle la vuelta a la tortilla en Espa?a y regenerarla. Porque nosotros no dijimos: ¡°Vamos a cambiar dos leyes¡±. Nosotros nacimos diciendo: ¡°A este pa¨ªs se le puede dar la vuelta porque est¨¢ secuestrado por unos pocos poderes con independencia de lo que digan las urnas¡±. Cuando t¨² eres capaz de suscitar una emoci¨®n as¨ª, y no lo cumples, deja resaca.
P. ?Qu¨¦ resaca?
R. Cinismo. Despu¨¦s del primer desamor no te enamoras igual. Y dices: ¡°Yo ya he estado aqu¨ª, lo di todo, y para nada¡±. Te haces un poco m¨¢s c¨ªnico, o m¨¢s prudente. Y la sociedad espa?ola est¨¢ acusando que ese intento nuestro no saliese.
P. ?Vendieron ideales?
R. Si no hubi¨¦ramos sido tan exigentes no habr¨ªamos movilizado tanto. En la marcha del cambio en Madrid vinieron m¨¢s de 50 autobuses. No ten¨ªamos un duro, se abrieron cuentas para que la gente pagara. Y la gente que se vino en coches convencida de que ese d¨ªa empezaba un cambio de ciclo hist¨®rico, que no era cambiar dos leyes o tener tres ministerios. Eso est¨¢ bien, pero lo que moviliz¨® entonces fue: ¡°Joder, hay gente que nunca ha sido escuchada, que ha sido maltratada, en tu curro te tratan como si fueras un kleenex, el que te tiene que negociar la hipoteca te desprecia. Es mi momento. La gente sencilla, esta vez, va a protagonizar un cambio hist¨®rico en nuestro pa¨ªs¡±. Si el ideal no es tan grande la gente no se moviliza. Imagina que dij¨¦semos: ¡°?Todos a Madrid para aprobar un real decreto!¡±.
P. Les apoyaba gente de derechas. Gente con problemas, sin trabajo o trabajo precario.
R. Cuantitativamente no era una mayor¨ªa, pero cualitativamente implicaba que estabas cambiando los c¨®digos de la discusi¨®n pol¨ªtica en Espa?a. La plataforma de afectados por la hipoteca tuvo la capacidad de que, con las camisetas verdes de la gente que se sentaba en un portal para que no echaran a otros de los pisos, se identificaran muchos que no eran de izquierdas. ?Algunos eran de derechas? S¨ª. Otros no sab¨ªan lo que eran. Otros estaban hartos y les parec¨ªa que estar hartos de los pol¨ªticos y de las ideolog¨ªas era la misma cosa, otros estaban desencantados.
P. ?Qu¨¦ pas¨® con los cinco millones de votos de Podemos?
R. Muchos compa?eros creyeron que pod¨ªan tratar a esos cinco millones de votos como si fueran votos comunistas: no hay cinco millones de votos comunistas en Espa?a. Lo importante era que hab¨ªa gente muy diferente, muy distinta. Y hoy no: es gente m¨¢s convencida, m¨¢s homog¨¦nea.
P. Nada que no tuvi¨¦semos ya.
R. En torno a la discusi¨®n izquierda-derecha, los privilegiados est¨¢n m¨¢s c¨®modos.
P. ?Por?
R. Porque si la diferencia fundamental que t¨² postulas es: ¡°Aqu¨ª la mayor parte de la gente se deja el lomo y unos pocos viven como Dios sin doblar la cervical nunca¡± estamos de acuerdo el 80% de los espa?oles. Si la diferencia es si t¨² eres de los rojos o de los azules, el pa¨ªs queda bloqueado al 50/50. El eje izquierda-derecha es m¨¢s radical en las palabras y m¨¢s moderado en los contenidos. En 2014, utiliz¨¢bamos palabras como transversalidad y sentido com¨²n. Con palabras m¨¢s moderadas hac¨ªamos algo m¨¢s radical.
P. ?Y ahora?
R. Ahora las palabras son ¡°fascistas, terroristas, franquistas, golpistas¡±, y en el fondo es lo de siempre: el PSOE y el PP con aliados peque?os. Esto yo ya lo viv¨ª con Zapatero y entonces no estaban en el Congreso Podemos, Ciudadanos ni Vox. Hoy escuchamos cosas que parece que estamos en los a?os treinta, y los grandes beneficiarios son PSOE y PP y una lenta vuelta a la Espa?a que conocimos de chavales y por la que decidimos hacer pol¨ªtica para transformarla.
Muchos compa?eros de Podemos creyeron que pod¨ªan tratar a esos cinco millones de votos como si fueran votos comunistas: no hay cinco millones de votos comunistas en Espa?a
P. ?Hay 3,6 millones de votos fascistas?
R. No, claro que no. ?D¨®nde estaban? El grueso en el PP. ?Y eran iguales? S¨ª. La diferencia es que como ahora sus l¨ªderes han ido un poco m¨¢s all¨¢, se asalvajan. Pero no podemos tratarlos como tres millones de uniformados de las SS, porque no lo son.
P. ?Por qu¨¦ hay 3,6 millones de votos a Vox?
R. Porque los votantes de extrema derecha se hacen las mismas preguntas que nos hacemos todos. Es m¨¢s, las preguntas que se hacen son correctas, pero las respuestas son aberrantes.
P. ?Qu¨¦ preguntas?
R. ¡°Qui¨¦n me protege a m¨ª y a qu¨¦ pertenezco yo¡±. No hay nada malo en hacerse esas preguntas. La izquierda har¨ªa mal en sustituir eso por literatura de viajes: ¡°?A qu¨¦ pertenezco yo? Si soy ciudadano del mundo¡±. Mucha gente vulnerable quiere sentir que pertenece a algo: ¡°Yo no puedo ser solo un individuo que nazco, estudio, consigo un curro, los viernes me emborracho con los colegas y el lunes vuelvo con depresi¨®n al curro. Tengo que pertenecer a algo m¨¢s grande¡±. ?Y cu¨¢les han sido en la historia esos ¡°algo m¨¢s grandes¡±? La clase obrera, Dios y la naci¨®n. No ha habido m¨¢s. Resulta que mucha gente acude a la naci¨®n, y no todos por voluntad xen¨®foba.
P. La segunda pregunta.
R. ¡°Y si me va mal, ?qui¨¦n me cuida, qui¨¦n me protege?¡±. La extrema derecha ofrece a preguntas correctas respuestas miserables y de corto recorrido, pero nosotros no deber¨ªamos deso¨ªr las preguntas y s¨ª combatir las respuestas. Si la gente necesita sentir que pertenece a algo y que ese algo le cuida, yo se lo compro. ?Que es conservador? Pues si es conservador, yo tambi¨¦n. Lo compro. Vamos, lo compro: es que estoy profundamente de acuerdo. Lo que hay que explicar es que para que alguien te cuide necesitas tener magn¨ªficos laboratorios p¨²blicos y UCI en condiciones, no un muro. Porque los muros no van a frenar los virus ni el calentamiento global, ni que las m¨¢quinas cada vez trituren m¨¢s empleo.
P. Hay gente asustada que atiende a todo.
R. Si est¨¢s asustado siempre puede haber un miserable que se acerque y te diga: ¡°T¨² est¨¢s jodido, pero ah¨ª hay uno que est¨¢ por debajo de ti y le puedes pisar¡±. Esta ideolog¨ªa del pen¨²ltimo contra el ¨²ltimo est¨¢ en la antropolog¨ªa fascista: ¡°Esto est¨¢ muy jodido, pero no eres negro. T¨² est¨¢s muy mal, pero tienes papeles¡±.
P. Donde entra en juego la manipulaci¨®n.
R. Ayer [por el viernes 19 de junio] le¨ª un tuit de Abascal sobre la furgoneta de Correos pintada con la bandera LGTBI que dec¨ªa ¡°pero no hay dinero para respiradores¡±. ?l sabe que es una gilipollez, porque un hospital cuesta como 75 millones de veces m¨¢s que pintar una furgoneta de colores. Pero instala una ideolog¨ªa de la escasez: ¡°No hay dinero para todos¡±. F¨ªjate la tonter¨ªa. ?De verdad no hay para hospitales y s¨ª para pintar furgonetas de Correos? Yo creo que los datos dan igual, que una parte del periodismo espa?ol se ha obsesionado con los datos, los fact-checking y no s¨¦ qu¨¦¡ La gente no cree esa tonter¨ªa de Abascal porque crea que es verdad, la cree porque le apetece. Esa es la movida. Que afectivamente le apetece creer, y por tanto t¨², para convencerle de que no es cierto, no le tienes que dar una tabla de Excel, sino producir un afecto mayor, de otro sentido.
P. ?Qu¨¦ pensaba durante el confinamiento?
R. Volv¨ª a permitirme ser ingenuo. Dentro del drama, me hablo m¨¢s con mis vecinos, tengo m¨¢s tiempo libre, como un poco mejor, llamo un poco m¨¢s a la gente a la que quiero. Yo s¨¦ que esto es una reflexi¨®n elitista, porque para la mayor parte de la gente la pandemia ha sido miedo, y yo soy joven y no he tenido miedo f¨ªsico ni padecimientos econ¨®micos. Pero esta situaci¨®n nos ha devuelto la posibilidad de una pol¨ªtica m¨¢s ingenua. ?Cu¨¢nto tiempo tienes?, ?duermes bien?, ?est¨¢s feliz?, ?tomas muchos ansiol¨ªticos?, ?tienes tiempo para ver a tus hijos, o para llamar a tu madre? Yo digo esto en campa?a y parezco un hippy trasnochado. Pero la pandemia vuelve a conectar la esfera p¨²blica y la privada. Las grandes cuestiones pol¨ªticas con el cuerpo, con c¨®mo te sientes, con c¨®mo est¨¢s.
P. ?Considera que usted ha madurado?
R. M¨¢s bien ha sido un proceso. Madurar siempre conlleva un juicio paternalista con tu yo anterior. Le das palmadas en el hombro, pero en el fondo todo el que dice que ha madurado es para elogiarse en presente: ¡°madre m¨ªa, cu¨¢nto he ganado yo en sabidur¨ªa¡±.
P. ?Ni c¨ªnico, ni prudente?
R. Las cosas en pol¨ªtica cuestan mucho, y el camino de una idea bella a su realizaci¨®n no es un camino bueno ni hermoso. La pol¨ªtica no es una actividad que tenga que ver s¨®lo con proclamar el bien y hacerlo. Y el camino es cansado. Unamuno empez¨® colaborando con el peri¨®dico del partido socialista y acab¨® su vida muy conservador. Le preguntaban: ?pero usted es coherente? Y respond¨ªa: ¡°A m¨ª usted no me puede pedir que yo sea coherente con el yo de hace diez a?os. Lo que usted puede pedirme es que yo explique las posiciones que defiendo en relaci¨®n al mundo en el que vivo¡±.
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