El abogado de la Xunta: ¡°Si Meir¨¢s fue adquirido con el dinero y el sudor del pueblo, debe ser devuelto al pueblo¡±
Los demandantes del pazo hacen valer el car¨¢cter coactivo de la cuestaci¨®n popular para pagarlo, el mantenimiento continuo por parte del Estado y la "posesi¨®n de mala fe" y el "fraude" que perpetr¨® Franco
Todo, desde el clima de ¡°extrema violencia¡± en el que se llev¨® a cabo la cuestaci¨®n popular para financiar la compra del pazo hasta el hecho de que tras la muerte de Franco siguieran vigilando la propiedad una docena de guardias civiles, ha servido esta ma?ana a los abogados de la demanda para moldear ese escenario propicio en el que Meir¨¢s acabe siendo devuelto al patrimonio p¨²blico. El pazo, tal y como acreditaron en el juicio, fue engrandecido y sostenido con dinero del Estado y otras Administraciones durante mucho m¨¢s tiempo de lo que dur¨® la dictadura. Y adem¨¢s, los letrados de la parte demandante (Estado, Xunta, Ayuntamientos de Sada y A Coru?a y Diputaci¨®n) consideran probado que Franco cometi¨® un ¡°fraude¡±, con un contrato de compraventa simulado y con un precio ficticio, con el fin de inscribir el bien a su nombre en el registro.
Tambi¨¦n sostienen que los herederos actuaron de ¡°mala fe¡± porque eran conocedores de esta situaci¨®n y se arrogaron la propiedad. ¡°Si Meir¨¢s fue adquirido con el dinero y el sudor del pueblo, debe ser devuelto al pueblo¡±, ha zanjado al final de su intervenci¨®n el abogado de la Xunta de Galicia Carlos Abu¨ªn, citando las ¡°devoradas ubres¡± y las ¡°miserables vidas¡± del poema El hambre de Miguel Hern¨¢ndez. ¡°Es de justicia que sea as¨ª, y que se condene en costas a los demandados¡±, ha concluido en la sesi¨®n en la que la futura suerte de Meir¨¢s ha quedado vista para sentencia.
El letrado del Estado en la causa, Javier Su¨¢rez, ha pedido a la juez titular de Primera Instancia 1 de A Coru?a, Mar¨ªa Canales, que no haga solo ¡°justicia legal¡±, sino ¡°un peque?o acto de justicia hist¨®rica¡±. Porque Meir¨¢s, desde 1938, ¡°se embelleci¨® con fondos p¨²blicos y dinero del pueblo en unas circunstancias hist¨®ricas terribles¡± y Francisco Franco se ¡°apoder¨® del bien il¨ªcitamente¡±, algo que ¡°no debe ser amparado por el estado de derecho¡±. El letrado de la familia del dictador, en contraposici¨®n, ha reclamado a la magistrada que se haga ¡°justicia objetiva¡± porque este es un proceso civil y no debe convertirse en ¡°pol¨ªtico¡±. ¡°Este juicio no va de si Franco era muy malo, malo o poco malo¡±, ha reprochado Antonio Gil, en una intervenci¨®n que alarg¨® casi tres horas para defender, hasta la m¨ªnima brecha, el derecho de los seis nietos del General¨ªsimo a detentar la propiedad del pazo de Meir¨¢s. En total, las conclusiones de los letrados se han extendido cerca de ocho horas sin apenas descanso.
¡°Este juicio no va de si Franco era muy malo, malo o poco malo¡±, reprocha la defensa
¡°El proceso de financiaci¨®n de la compra del pazo no es un tema balad¨ª¡±, ha insistido el abogado del Estado, la Administraci¨®n que present¨® la demanda contra los Franco en julio de 2019 y a la que se adhirieron todas las dem¨¢s. ¡°Sostenemos que fue de naturaleza coactiva, y las consecuencias de no pagar eran mucho m¨¢s graves que las de no pagar un tributo¡±. ¡°?Pero qu¨¦ relevancia tiene el car¨¢cter voluntario o forzoso en este procedimiento?¡±, le ha preguntado cuando ha llegado su turno el abogado de los herederos y de la mercantil Pr¨ªstina, SL, fundada por los nietos: ¡°Es irrelevante a efectos de este juicio, no digo que lo sea a efectos de justicia hist¨®rica. A todos nos han contado la historia, todos tuvimos abuelos. Lo que no podemos saber es el porcentaje de quienes hicieron aportaciones voluntarias o forzosas¡±.
Existen dos contratos ante notario, el que se conoc¨ªa, de 1941, en el que aparece como comprador Francisco Franco, y otro que descubri¨® el a?o pasado la Abogac¨ªa del Estado, fechado en 1938, por el que la llamada Junta pro Pazo, formada por los prohombres del r¨¦gimen en A Coru?a, compran el inmueble por un precio muy superior (406.000 pesetas frente a 85.000). La vendedora es la misma, Manuela Esteban Collantes, viuda del hijo de Emilia Pardo Baz¨¢n, due?a original de las Torres de Meir¨¢s. La familia da por bueno el t¨ªtulo del 41, con el que Franco pudo inscribir en el registro, a su nombre, el palacete.
La defensa ha insistido hoy en esto a pesar de aceptar la tesis de los demandantes de que Franco no pag¨® nada por el pazo (¡±nadie discute que el dinero de Meir¨¢s no saliese de su bolsillo¡±, ha admitido el letrado) y que la cantidad reflejada en el documento, adem¨¢s, es ficticia. Seg¨²n Antonio Gil, ese contrato era necesario entre otras cosas porque la asociaci¨®n que abon¨® el precio en 1938 ¡°no ten¨ªa entidad jur¨ªdica¡± y no era, por tanto, ¡°sujeto de derecho¡±. El Estado y todas las Administraciones demandantes, en cambio, ven ¡°fraudulento¡± el contrato del 41, en el que la misma propietaria vend¨ªa por segunda vez la mansi¨®n. ¡°?C¨®mo se puede sustentar la posesi¨®n de un bien en la comisi¨®n de un hecho delictivo?¡±, ha planteado el letrado de la Xunta. ¡°Fue un fraude y logr¨® su fin¡±, ha dicho el abogado estatal: ¡°Generar esa apariencia de que la propiedad era privada. Cuarenta a?os de dictadura arrojaron sobre esto un manto de silencio¡±.
¡°?C¨®mo se puede sustentar la posesi¨®n de un bien en la comisi¨®n de un hecho delictivo?¡±, plantea el letrado de la Xunta
¡°?Tiene alg¨²n sentido que Franco decidiera culminar con una chapuza, un contrato simulado y fraudulento, el proceso de trasmisi¨®n?¡±, se ha preguntado el letrado de los nietos, para quien de lo que se est¨¢ tratando en A Coru?a estos d¨ªas es de ¡°privar del inmueble a quienes a d¨ªa de hoy no son m¨¢s que unos ciudadanos¡±. ¡°Es una evidencia que una vez muerto Francisco Franco, Meir¨¢s dej¨® de ser la residencia del Jefe del Estado¡±, ha insistido hoy varias veces Gil Evangelista, y ha esgrimido que a partir de entonces la familia s¨ª asumi¨® obras como la renovaci¨®n el¨¦ctrica y la rehabilitaci¨®n 20 a?os despu¨¦s del incendio del 78 que devor¨® un ala del inmueble. Sobre esta obra, el abogado de la Xunta ha asegurado que los Franco la llevaron a cabo ¡°sin ning¨²n proyecto de ejecuci¨®n, sin planos ni licencias¡±, algo a lo que ha contestado, en su turno, el letrado de los nietos del dictador: ¡°No alcanzamos a comprender que se afirme que las obras se acometieron sin licencia o de manera clandestina¡±.
Los demandantes consideran que el pazo fue donado por el pueblo de A Coru?a a Franco en calidad de Jefe del Estado, mientras la familia insiste en que la ¡°intenci¨®n¡± en todo momento fue hacerle esa ofrenda a t¨ªtulo personal. ¡°No se dona a Franco por sus cualidades personales¡±, ha defendido Su¨¢rez, sino para ¡°establecer la sede de la Jefatura del Estado¡± durante un tiempo, cada a?o, en la provincia gallega. ¡°Fue una adquisici¨®n con fondos p¨²blicos para un fin p¨²blico¡±, ha dicho. Y una de las pruebas el abogado la encuentra en el propio discurso de Franco, prometiendo ¡°una serie de infraestructuras¡±, cuando le hicieron entrega de Meir¨¢s, en diciembre de 1938: ¡°Acepto gustoso y hay que estudiar la manera de compensar estos sacrificios¡±. El letrado p¨²blico ha puesto ejemplos de varias propiedades donadas a mandatarios espa?oles que acabaron incorpor¨¢ndose al patrimonio nacional, como ¡°la finca La Mareta [Lanzarote], donada por Hussein II de Jordania¡± al anterior Rey en 1989, o como ¡°el famoso Mercedes que Hitler le regal¨® a Franco el d¨ªa de su cumplea?os¡±.
¡°En el pazo de Meir¨¢s, todas las obras fueron pagadas con fondos p¨²blicos. Todo, absolutamente todo, hasta los gastos m¨¢s m¨ªnimos¡±, ha recordado Javier Su¨¢rez en su intervenci¨®n de dos horas y media. Ya desde el primer momento, durante los trabajos de construcci¨®n del cierre perimetral, seg¨²n ha dicho el muro de piedra ¡°incluy¨® las fincas colindantes¡±, tierras de labor que no eran del pazo, ¡°dos o tres a?os antes de que se firmasen las escrituras¡± de expropiaci¨®n de los vecinos.
11 guardias civiles y un mando hasta 1977
Al menos del 38 al 75, el hecho de que Meir¨¢s ¡°dependiese para todo de la Casa Civil, igual que en El Pardo¡±, la residencia oficial en Madrid durante el Franquismo, significa para los demandantes que, aunque el pazo no hubiese sido donado a la Jefatura del Estado, habr¨ªa sido adquirido conforme a derecho ¡°por usucapi¨®n¡±, y se habr¨ªa producido la ¡°afectaci¨®n a dominio p¨²blico¡±. Esta afectaci¨®n, en el marco constitucional, es ¡°imprescriptible¡±.
En contra de lo que argumenta la defensa, la Abogac¨ªa del Estado y las dem¨¢s Administraciones personadas creen que la familia de Franco actu¨® de ¡°mala fe¡±. ¡°Suponemos que [los nietos] saben que el t¨ªtulo de compra era simulado, porque saben que Meir¨¢s fue una donaci¨®n¡±, ha dicho Su¨¢rez. Y a continuaci¨®n ha citado ¡°una entrevista en la que Francisco Franco Mart¨ªnez-Bordi¨²¡±, uno de los descendientes, ¡°cuenta que fue un regalo del pueblo de Galicia, porque implicaba un beneficio para los gallegos¡±.
¡°Cuarenta a?os de dictadura arrojaron sobre este fraude un manto de silencio¡±, defiende el letrado del Estado
¡°El pazo qued¨® en mera situaci¨®n de inercia tras la muerte¡± del dictador, ha explicado el abogado p¨²blico. ¡°Dej¨® de destinarse a un uso institucional intenso, pero Carmen Polo era tratada como una primera dama y permaneci¨® all¨ª un dispositivo de seguridad como no conocemos en ninguna residencia privada¡±. Eran, tal y como recogen los investigadores Carlos Bab¨ªo y Manuel P¨¦rez Lorenzo y como hoy han repetido varios de los letrados de las instituciones personadas, ¡°11 guardias civiles y un suboficial al mando¡± hasta 1977, cuando a¨²n se celebr¨® en la capilla la boda de la nieta Merry Mart¨ªnez-Bordi¨² con Jimmy Jim¨¦nez-Arnau.
En aquella fiesta fue el instituto armado el que, en los accesos, ¡°control¨® la lista de invitados¡± ha dicho Su¨¢rez, recordando la declaraci¨®n de Bab¨ªo el pasado martes. Desde ese a?o y hasta aproximadamente 1982, el destacamento se redujo a cinco agentes y un mando. Pero antes y despu¨¦s, hasta 1990, sigui¨® trabajando en el lugar el llamado ¡°guardia hortelano¡±, otro agente del cuerpo de seguridad del Estado encargado de atender la granja que funcion¨® durante toda la dictadura en Meir¨¢s y cuyos beneficios, seg¨²n ha insistido la defensa, se embolsaba el propio Franco como titular. El abogado de los nietos del dictador ha restado importancia a la presencia de este guardia civil todav¨ªa 12 a?os despu¨¦s de la muerte de Franco: ¡°Era una prerrogativa que conservaba Carmen Polo como viuda del Jefe del Estado¡±.
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