La generaci¨®n que no conoce a Miguel ?ngel Blanco

¡°?Miguel ?ngel Blanco? Me quiere sonar. ?Qui¨¦n es?¡±. Esta es, m¨¢s o menos, la respuesta de varios grupos de j¨®venes de Bilbao que no ubican al concejal del PP de Ermua secuestrado y asesinado hace 23 a?os por ETA. La generaci¨®n de sus padres tom¨® las calles como repulsa a la banda terrorista, que acab¨® con su vida pese a una movilizaci¨®n que marc¨® un punto de inflexi¨®n. Ellos a¨²n no hab¨ªan nacido y este domingo pueden ejercer su derecho al voto en las primeras elecciones en una Euskadi por fin libre de ETA. Este desconocimiento, explican especialistas demosc¨®picos, responde a una normalidad pol¨ªtica en la que el terrorismo pertenece al pasado.

Luc¨ªa Romero, de 18 a?os, va a votar por primera vez. Su papeleta ser¨¢ para EH Bildu porque le convence su programa ¡°ecologista, en el que prima lo social¡±. La conexi¨®n de la coalici¨®n abertzale con los terroristas, asegura, queda atr¨¢s: hay que ¡°pasar p¨¢gina¡±. Sus dos amigas, a¨²n menores, lo suscriben. Estas respuestas ratifican a Braulio G¨®mez, codirector del Deustobarometro, quien sostiene que a la juventud ¡°ETA les suena lejano¡± y admite un ¡°problema de desconocimiento¡± sobre el terrorismo vasco.

Este ¡°peaje¡± se debe asumir, explica, porque ¡°[esta generaci¨®n] se ha construido su madurez pol¨ªtica en un mundo sin ETA, en un espacio de paz y convivencia¡±. G¨®mez entiende que el debate ha abandonado la senda del nacionalismo en pos de una ¡°identidad ecologista y feminista¡± que patrocinan partidos como Bildu o Podemos. Estos dos partidos, y por este orden, eran en 2019 los m¨¢s valorados por los j¨®venes, seg¨²n el Observatorio Vasco de la Juventud. El cambio llegaba al superar los electores la treintena: entonces irrump¨ªa el PNV. Los encuestados mostraron escaso inter¨¦s en el debate identitario y soberanista: lo que les preocupaba era lo laboral.

El tiempo, explica Juan Jos¨¦ ?lvarez, catedr¨¢tico de Derecho Internacional por la Universidad del Pa¨ªs Vasco y cofundador del Instituto de Gobernanza Democr¨¢tica, ha transformado incluso la est¨¦tica de los j¨®venes abertzales: ya no lucen el aspecto caracter¨ªstico de los a?os de la kale borroka, sino que son una ¡°pluralidad menos sectaria¡± que abraza nuevas banderas, como la del feminismo, cuando anta?o solo cab¨ªa la ikurri?a.

El jurista lanza un suspiro al recordar que casi toda su quinta tiene grabado qu¨¦ hac¨ªa cuando supo de la muerte del concejal de Ermua, un desconocido, a su juicio, para muchos chavales en toda Espa?a. Lo fundamental, recalca, es que estudien esos a?os oscuros como una ¡°desviaci¨®n ¨¦tica¡± para no olvidarlo pese a la actual ¡°normalidad democr¨¢tica¡±. ?lvarez sostiene que el electorado joven elige a Bildu por un car¨¢cter ¡°fresco y atractivo¡± que transform¨® su insistencia soberanista hacia consignas m¨¢s transversales, frente a un PNV que puede parecerles viejuno.

Beatriz F. y Mar¨ªa L., ambas de 21 a?os, se suman a la lista de quienes no conocen a Miguel ?ngel Blanco y exclaman ¡°?ah, ya!¡± cuando se les refresca la memoria. Estas dos amigas no elegir¨¢n a los abertzales, pero reconocen que ETA les parece algo del pasado. ¡°Hay que saber que ha existido, pero hay que votar mirando al futuro¡±. Ninguna quiere confesar a qu¨¦ partido dar¨¢ su apoyo.

Id¨¦ntica respuesta sobre el concejal asesinado ofrecen dos chicas que conversan en un banco. Leire B. y Marina U., de 20 a?os, se dicen de izquierdas. La primera optar¨¢ por Bildu y la segunda por Elkarrekin Podemos tras haber apoyado a Equo en comicios generales previos. Las dos aseguran estar ¡°a otras cosas¡± y rehuir el conflicto identitario: las mueve m¨¢s el compromiso medioambiental. Aitor L. y Jaime G., ambos de 22, se sit¨²an en el otro extremo: les seduce Vox. Jaime asegura que ha tenido ¡°problemas con las feministas¡±, pero no a?ade mucho m¨¢s al pedirle detalles. Ambos critican, no obstante, que la derecha insista en hablar de ETA porque es ¡°pasado¡±.

Tres chicos y una chica que no aciertan a decir qui¨¦n era Miguel ?ngel Blanco acaban de terminar la selectividad. La pandemia ha arruinado sus planes de celebrarlo en Benidorm; les queda el consuelo de la fiesta de la democracia. Gorka Escalante, de 18 a?os, optar¨¢ por los de Arnaldo Otegi, porque, dice, ¡°tienen buenas ideas¡±. Pero ni hablar de independencia: ¡°Estamos como queremos¡±. La ¨¦poca etarra ha quedado atr¨¢s y la desliga por completo de la formaci¨®n abertzale.

Su amiga Leire Carbajo, un a?o mayor, coincide en el sentido del voto, pero s¨ª aspira a un Pa¨ªs Vasco independiente. Le gusta ¡°la ideolog¨ªa en general¡± de Bildu e insiste en que se habla m¨¢s de ETA fuera de Euskadi que en su territorio. El PNV ha perdido, por apenas semanas, los votos de Unai Gonz¨¢lez e Iker Villamayor, a punto de cumplir los 18. ¡°No se casan con nadie¡±, aplauden los chavales, gustosos de c¨®mo Aitor Esteban y los suyos pactan con quien sea menester para ¡°hacer fuerza¡± en Madrid. En definitiva, sentencian los cuatro, ¡°la bandera no te da de comer¡±.