Las barreras que no truncaron la carrera de Feij¨®o

La escalada pol¨ªtica de Feij¨®o es casi m¨ªtica, tras lograr el domingo pasado, gracias a su indefinici¨®n templada y sus m¨²ltiples caras y talantes, su cuarta mayor¨ªa absoluta en Galicia y situarse ya solo a la par de Manuel Fraga, el gran patr¨®n hist¨®rico del centro derecha en Espa?a. Pero esa larga y fruct¨ªfera carrera pudo truncarse por el camino en varios episodios m¨¢s o menos casuales. En 1991 fue reacio a aceptar un primer alto cargo en la Xunta, de la mano de su mentor, Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, y a¨²n m¨¢s a militar en el PP, porque desconfiaba de los pol¨ªticos y de los partidos. En 2000, ya en Madrid, estuvo a punto de quedarse colgado de la brocha y sin puesto porque Aznar le vet¨® para su Gobierno. Y, m¨¢s tarde, hasta Fraga intent¨® apostar por Ana Pastor para sucederle. Feij¨®o sali¨® a flote de todas esas barreras y sigue sin despejar su destino m¨¢s all¨¢ de su perenne compromiso con Galicia.

Alberto N¨²?ez Feij¨®o naci¨® hace 58 a?os en Os Peares, una aldea rec¨®ndita de Ourense de poco m¨¢s de una veintena de casas. Al principio iba a la escuela en bicicleta. Luego fue al colegio en la capital, curs¨® la carrera de Derecho en Santiago y a los 24 a?os, como le hab¨ªan aconsejado para prosperar, sac¨® con nota la oposici¨®n al Cuerpo Superior de la Administraci¨®n General de la Xunta, que a¨²n estaba por montar. No hab¨ªa afanes pol¨ªticos en su futuro. De hecho, nunca le molest¨® reconocer que en 1993 vot¨® a Felipe Gonz¨¢lez. Pero ese dise?o se torci¨® luego varias veces.

Su primer preceptor fue un hist¨®rico de AP y result¨® determinante. Fue Fernando Amarelo de Castro, un abogado afincado en Ferrol y luego en Madrid, que retorn¨® a Galicia como la mano derecha de Fraga para construir, entre otros, el primer aparato administrativo de la Xunta. Amarelo, que m¨¢s tarde se convirti¨® durante lustros en la cara para la inmigraci¨®n del Gobierno gallego, pens¨® en 1991 en Feij¨®o para apa?ar una vacante. Joaqu¨ªn Garc¨ªa, que con el tiempo lleg¨® a alcalde de Lugo, era entonces el secretario general t¨¦cnico de la Consejer¨ªa de Agricultura, Ganader¨ªa y Montes y dejaba su cargo. Amarelo busc¨® entre los funcionarios de alto grado un relevo y recomend¨® a Feij¨®o. El conselleiro del ¨¢rea y su jefe result¨® ser Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, que asumi¨® desde entonces y con distintos contratiempos su patrocinio.

Romay recuerda ahora, con 86 a?os y ya casi retirado de todo menos de ultimar sus memorias, que el fichaje no fue f¨¢cil: ¡°Le llam¨¦ y le ofrec¨ª el cargo, pero se resisti¨®, no dijo que s¨ª de entrada, no lo ve¨ªa claro, quer¨ªa consolidar su situaci¨®n como funcionario, desconfiaba de la pol¨ªtica. Le dije que nosotros est¨¢bamos haciendo un trabajo serio y al final acept¨®¡±. Esa responsabilidad dur¨® unos meses y apenas les dio tiempo a poner las bases del servicio de lucha contra incendios, que en Galicia son palabras mayores. Al poco tiempo Fraga encomend¨® a Romay la Conseller¨ªa de Sanidad y el veterano jurista se llev¨® consigo de segundo a Feij¨®o, como hizo luego cuando en 1996 el presidente Aznar le endos¨® la misma cartera pero de ministro en Madrid. Feij¨®o se encarg¨® del Insalud, organismo que dirig¨ªa la sanidad p¨²blica, por aquel entonces a¨²n por transferir a las autonom¨ªas.

Fueron cuatro a?os de mucha gesti¨®n y aprendizaje. A finales de aquel mandato, cuando se acercaban las elecciones generales de 2000, Romay ya llevaba tiempo planificando con Mariano Rajoy, Ana Pastor y otros la sucesi¨®n de Fraga en la Xunta y requiri¨® a Feij¨®o un paso adelante. Le pidi¨® que militara en el PP y le intent¨® colocar en la lista para el Congreso de su provincia natal, pero se rebel¨® el cacique local, el hist¨®rico Xos¨¦ Manuel Baltar padre, que contest¨® a Romay con un displicente ¡°xa ti?a o posto comprometido¡± [ya ten¨ªa el puesto comprometido]. Feij¨®o no sali¨® diputado pero demostr¨® a Romay y Fraga su disponibilidad.

Aznar gan¨® aquellas elecciones con mayor¨ªa absoluta y retir¨® a Romay de Sanidad para saldar una deuda que cre¨ªa tener con Celia Villalobos, entonces alcaldesa de M¨¢laga y esposa de Pedro Arriola, su gur¨² electoral. Villalobos rememora ahora que ella no anhelaba esa cartera (en todo caso, Trabajo, o seguir en la alcald¨ªa) y que Feij¨®o esperaba ascender de director del Insalud a secretario de Estado o ministro, porque se lo hab¨ªan prometido. La alcaldesa despach¨® con Aznar esa demanda sin ¨¦xito. Feij¨®o le anticip¨® entonces que renunciaba a seguir en el mismo cargo y que se buscar¨ªa su futuro.

Colgado de la brocha

Romay intercedi¨® entonces directamente con el nuevo ministro de Fomento, Francisco ?lvarez Cascos, que conoc¨ªa a Feij¨®o de su etapa anterior al frente de la comisi¨®n de subsecretarios. Cascos relata que recibi¨® en su despacho a Feij¨®o y le alab¨® su capacidad de trabajo, pero tambi¨¦n le indic¨® que apenas le quedaban huecos en su estructura: ¡°Hablando en plata, Alberto estaba un poco colgado de la brocha¡±. Hab¨ªa una opci¨®n, pero era un poco envenenada. El anterior ministro hab¨ªa emprendido un proyecto de transformaci¨®n de Correos de organismo p¨²blico a agencia estatal, y algunos de los 70.000 empleados hab¨ªan llegado a acampar frente al Congreso. Feij¨®o asumi¨® el cargo, apacigu¨® las protestas y se gan¨® una fama de gestor que traspas¨® el tel¨®n de Grelos y agrad¨® a Fraga, ya en su ¨²ltima etapa, buscando relevo y haciendo de ¨¢rbitro entre los dos sectores en disputa en aquel PP gallego de los birretes y las boinas.

En 2002 naufrag¨® el Prestige en las costas gallegas y con ¨¦l las te¨®ricas posibilidades de que el sustituto de Fraga cuadrase con el perfil rural de Xos¨¦ Cui?a, que tuvo que dimitir. Fraga sopes¨® alternativas. En 2003 llam¨® a Cascos para obtener su consentimiento para incorporar a Feij¨®o a su gabinete y que se foguease como conselleiro. En 2004 habl¨® con Rajoy para preguntarle por Ana Pastor, seg¨²n confirman fuentes directas en aquella operaci¨®n. Pastor, que era ministra de Sanidad, respondi¨® a Aznar que estaba a disposici¨®n del PP, pero que la idea le parec¨ªa una locura.

En enero de 2006 Feij¨®o sali¨® victorioso para sustituir a un Fraga de 83 a?os en un congreso del PP de Galicia en el que empez¨® contra varios rivales y acab¨® con el refrendo a su lista ¨²nica del 96% de los compromisarios. Prometi¨® al tiempo continuidad y renovaci¨®n, y dej¨® para las hemerotecas un s¨ªmil b¨ªblico: ¡°No s¨¦ si soy, dentro de sus ap¨®stoles, San Pedro, San Juan o el se?or Santiago, pero le digo una cosa, don Manuel: yo nunca ser¨¦ Judas¡±.