S¨¢nchez avisa a sus ministros de que vienen ¡°meses muy duros¡± y les pide unidad

Los peores meses del coronavirus han dejado una profunda herida de desconfianza entre el Gobierno y el PP, y especialmente su ariete auton¨®mico, el Gobierno de Madrid, una comunidad que fue el epicentro de la crisis de marzo y ahora vuelve a ser una de las m¨¢s afectadas por la segunda ola de la pandemia. S¨¢nchez se prepara para una nueva fase de ataques en los pr¨®ximos meses, cuando arrecie la crisis econ¨®mica. Y ese fue el mensaje que este martes transmiti¨® en el Consejo de Ministros, seg¨²n confirman varios de sus miembros.

Despu¨¦s de explicarles lo que m¨¢s tarde anunciar¨ªa en p¨²blico, esto es que dejar¨ªa en manos de las autonom¨ªas la decisi¨®n de pedir el estado de alarma por comunidades, S¨¢nchez avis¨® a sus ministros de que vienen ¡°meses muy duros¡± en los que los ataques y los intentos de desestabilizar al Ejecutivo ser¨¢n muy fuertes. Para enfrentarse a esos meses y a esa presi¨®n exterior, el presidente pidi¨® ¡°unidad¡± a todos sus ministros y reivindic¨® la fortaleza del Gobierno y de la coalici¨®n y su capacidad de resistencia.

S¨¢nchez tambi¨¦n plante¨® a los miembros de su Gobierno que el PP trabaja con el escenario de un posible adelanto electoral en 2021, pero les dej¨® muy claro que ¨¦l est¨¢ seguro de que finalmente lograr¨¢n aprobar los Presupuestos ¡ªmuy probablemente con Ciudadanos, aunque todo sigue abierto y de eso no dio pistas¡ª y la legislatura se consolidar¨¢ y durar¨¢ varios a?os.

Mientras estaba reunido el Consejo de Ministros, sus miembros eran ajenos a la pol¨¦mica por las cr¨ªticas de Unidas Podemos a la ministra de Educaci¨®n, Isabel Cel¨¢a, por su ¡°ausencia de liderazgo¡±. Esta informaci¨®n se difundi¨® fuera y ninguno de los ministros de Unidas Podemos, tampoco Pablo Iglesias, el vicepresidente, trasladaron esas cr¨ªticas al consejo, por lo que los ministros se sorprendieron al leerlas cuando salieron del primer encuentro despu¨¦s del descanso veraniego. Entre los socialistas sent¨® muy mal que Unidas Podemos est¨¦ buscando divisiones dentro del Gobierno en un momento especialmente delicado.

Sin embargo, el ambiente que se respiraba en el consejo, seg¨²n varios ministros, era mucho m¨¢s tranquilo que el del ¨²ltimo encuentro, el del 4 de agosto, cuando Iglesias reproch¨® a S¨¢nchez que no le hubiera informado de la salida del Rey Juan Carlos I de Espa?a. Despu¨¦s de unos discursos muy directos de casi todos con reproches y llamadas de varios ministros a reforzar la coalici¨®n, S¨¢nchez e Iglesias blindaron su pacto. Y pese a vaivenes como el de la educaci¨®n de este martes, con tensiones internas por decisiones importantes, todo indica que la coalici¨®n es una apuesta estrat¨¦gica que durar¨¢. Es lo que se?alan los m¨¢ximos dirigentes tanto en p¨²blico como en privado.

En este contexto de llamada a sus ministros a la resistencia, S¨¢nchez reforz¨® la apuesta estrat¨¦gica que hab¨ªa tomado en junio, esto es no volver a asumir en primera l¨ªnea las decisiones de la lucha contra el coronavirus y dejar que sean las comunidades las que lo hagan. Es lo que ellas pidieron, lo que se?alan la estructura del Estado ¡ªla educaci¨®n y la sanidad est¨¢n transferidas¡ª y sobre todo la ¨²nica manera de corresponsabilizar a la oposici¨®n en la gesti¨®n de la crisis y evitar que carguen contra cada decisi¨®n del Gobierno, como hicieron en los meses de confinamiento.

S¨¢nchez y sus expertos creen que la situaci¨®n es grave, sobre todo en Madrid y otras autonom¨ªas, pero no descontrolada. De hecho el presidente insisti¨® en que para ¨¦l deber¨ªa bastar con los instrumentos jur¨ªdicos actuales para controlar la pandemia, pero abri¨® la puerta a las autonom¨ªas a pedir el estado de alarma si creen que lo necesitan.

Este giro inesperado dise?ado por los estrategas de La Moncloa en realidad no cambia mucho la situaci¨®n, porque es poco probable que las autonom¨ªas, en especial Madrid, se animen a asumir el coste pol¨ªtico de ir al Congreso, admitir que han perdido el control de la pandemia y que lo han gestionado mucho peor que otras comunidades, y pedir el amparo del estado de alarma que debe aprobar finalmente el Gobierno. Pero s¨ª tiene un efecto pol¨ªtico muy claro: lanza la pelota al tejado de Isabel D¨ªaz Ayuso, la m¨¢s cr¨ªtica con el Gobierno, y permite decir que si no tiene m¨¢s instrumentos es porque no quiere pedirlos. A partir de ahora, como les explic¨® S¨¢nchez a sus ministros, el Gobierno espera meses de ataques furibundos para intentar romper la coalici¨®n en plena crisis econ¨®mica, cuando habr¨¢ que tomar decisiones dif¨ªciles en medio de fuertes presiones de sectores econ¨®micos, empresarios y sindicatos. Y se est¨¢ rearmando pol¨ªticamente para afrontarlos.