J¨¢come, el alcalde m¨¢s estrafalario, en la cuerda floja
Tras 14 meses de gobierno en Ourense, el regidor sufre una rebeli¨®n interna y sus propios ediles lo denuncian en la Fiscal¨ªa
Han bastado 14 meses para que todo salte por los aires: su partido, Democracia Ourensana (DO), y la estabilidad del Gobierno municipal. Gonzalo P¨¦rez J¨¢come, el peque?o empresario local que se convirti¨® en alcalde de Ourense gracias a un pacto con su gran enemigo pol¨ªtico, el dirigente del PP Jos¨¦ Manuel Baltar, y cuyos modos estrafalarios le permitieron ganar celebridad en las redes sociales, hace equilibrios para mantenerse. Empe?ado en ser alcalde de su ciudad, pese a obtener la tercera posici¨®n en las municipales de 2019, asegur¨® que pactar¨ªa con el diablo para conseguirlo. Lo hizo.
Ahora su particular demonio ¡ªBaltar, al que fustigaba sin piedad desde la televisi¨®n local de la que es propietario¡ª le echa la zarpa. J¨¢come ha perdido la confianza de todos los concejales de su partido, excepto uno. Lo acusan de no informar del destino del dinero de fondos p¨²blicos que recibe DO y han acudido a la Fiscal¨ªa para que lo investigue y pedido su dimisi¨®n. Baltar los ampara. Atrincherado en la alcald¨ªa, J¨¢come, resiste y pide calma a los ciudadanos. En el aire resuenan a¨²n las palabras que el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, pronunci¨® en 2019, apenas unas semanas antes de que su partido entregase la alcald¨ªa a quien durante a?os hab¨ªa ejercido de l¨¢tigo de todos los pol¨ªticos locales en las tertulias subidas de tono de su televisi¨®n: ¡°Ser¨ªa letal para Ourense tener a J¨¢come de alcalde¡±.
El regidor se enfrenta estos d¨ªas pr¨¢cticamente a toda la corporaci¨®n local. Cinco de los siete concejales del partido fundado por ¨¦l han declarado la guerra. Lo mismo que el grueso del ej¨¦rcito de asesores que contrat¨® y que ha repartido entre el Ayuntamiento y la Diputaci¨®n: 27, el m¨¢ximo legal, tantos como concejales tiene la corporaci¨®n.
Sus ediles lo acusan de ¡°opacidad en la administraci¨®n de las cuentas¡± del partido. Aseguran que no informa del destino de m¨¢s de 95.000 euros de fondos p¨²blicos y que obliga a los asesores a entregar al partido buena parte de las n¨®minas que perciben sin que sepan a d¨®nde va ese dinero.
Desde que trascendi¨® la guerra fratricida, esta semana, J¨¢come se ha mantenido aferrado al cargo. El jueves acudi¨®, acompa?ado de un abogado, a una reuni¨®n con su grupo para intentar un acuerdo. Transcurridas 24 horas se enter¨® de que sus concejales se sentaron a negociar tras haberlo denunciado en la Fiscal¨ªa.
Pese a la crispaci¨®n generada, el alcalde intenta transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadan¨ªa. Reitera su ¡°compromiso intacto¡± de luchar por la ciudad, convencido de que la denuncia se archivar¨¢ ya que atribuye ¡°fundamento cero¡± a ¡°los rumores¡± de sus ediles d¨ªscolos, a quienes invita ya abiertamente a dimitir. Lo ha hecho uno este mismo viernes apelando a la ¨¦tica.
El alcalde, que se niega a hablar con la prensa, responde desde sus perfiles de Facebook y Tiwtter a las acusaciones. Afirma que todas las formaciones reciben ¡°donaciones oficiales de pol¨ªticos electos y/o personal eventual¡±. Y atribuye la escisi¨®n a una maniobra de su socio del PP por controlar el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana.
¡°A nadie se le escapa que detr¨¢s de ciertos movimientos se esconden los intereses econ¨®micos espurios que siempre han gobernado esta ciudad¡±, tuite¨® esta semana. Y explic¨®: ¡°Mi lucha se centra en evitar pelotazos urban¨ªsticos, l¨¦ase un PXOM [el plan de ordenaci¨®n] a pulir, as¨ª como concesiones infladas. No a todos gusta¡±. ¡°Estaba en el aire que pasadas las elecciones auton¨®micas empezar¨ªan movimientos¡±, sentenci¨® tambi¨¦n. Ya hab¨ªa advertido con antelaci¨®n desde sus redes sociales de su intenci¨®n de retirar del planeamiento dos torres de 20 alturas junto al r¨ªo Mi?o que su socio del PP, al frente de la concejal¨ªa de Urbanismo, insiste en mantener.
¡°La gente cree que un pol¨ªtico cuando gobierna tiene mucho poder. Y es cierto. Pero ese poder es inversamente proporcional a su integridad¡±, advirti¨® cr¨ªpticamente antes de que trascendiese la crisis. Pese a que los suyos intentan acorralarlo, sabe que no puede prosperar una moci¨®n de censura (no salen las cuentas) y mantiene su hoja de ruta.
En medio del caos, Rafael Rodr¨ªguez Villarino, portavoz del PSOE ¡ªla fuerza m¨¢s votada, con 9 concejales¡ª se ha postulado para poner orden. Ha ofrecido ¡°di¨¢logo sin exclusiones¡± a todas las fuerzas. Incluso valora presidir un gobierno de concentraci¨®n para que la ciudad ¡°arranque¡±. En ese di¨¢logo ha incluido al PP ¡ªsegunda fuerza, con 7 ediles¡ª aunque rechaza hablar con Baltar, heredero de una dinast¨ªa familiar que lleva 30 a?os gobernando la provincia y al que responsabiliza de la situaci¨®n.
Ciudadanos ¡ªdos ediles¡ª recrimina al PP que haya ¡°colocado a este personaje¡± como alcalde y lo insta a ¡°acabar con ¡°este desprop¨®sito¡±. El BNG ¡ªotros dos concejales¡ª insiste en que detr¨¢s de estos movimientos ¡°est¨¢n Baltar y el PP¡±. Lo que hay en juego, apunta, ¡°son los intereses urban¨ªsticos¡±.
Los cr¨ªticos de DO tildan de ¡°totalmente insostenible¡± su relaci¨®n pol¨ªtica y personal con el alcalde. Aseguran que toda su gesti¨®n, no solo econ¨®mica, es ¡°absolutamente personalista, con mando autoritario y dictatorial, a parte de opaca¡±. Tras reconocer la ¡°relaci¨®n de desconfianza¡± con J¨¢come, a quien piden que dimita, destacan la ¡°buena sinton¨ªa¡± con sus socios del PP.
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