Gonz¨¢lez Laya: ¡°El PP casi ha rozado lo desleal en Bruselas con el plan de reconstrucci¨®n europeo¡±
La ministra de Exteriores defiende que el incremento de contagios en la segunda ola es la norma en Europa y teme que el virus frene la convergencia europea
Arancha Gonz¨¢lez Laya (San Sebasti¨¢n, 51 a?os) viaj¨® la semana pasada a Berl¨ªn para reunirse con sus colegas europeos y enfrentarse a una agenda global plagada de tensiones. El Mediterr¨¢neo oriental, Bielorrusia, el envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalni y tambi¨¦n el formidable reto geoestrat¨¦gico que plantea la pandemia. Gonz¨¢lez Laya defiende que Espa?a, golpeada de lleno por la segunda ola, no es ninguna excepci¨®n en un contexto de rebrotes en toda Europa. Teme, sin embargo, que el virus agrave la brecha y frene la convergencia europea. En el ¨¢mbito interno, reprocha al PP que haya invertido ¡°mucho tiempo y esfuerzo en azuzar populismos en lugar de trabajar para construir respuestas comunes¡±, indica durante una entrevista en el lobby de un c¨¦ntrico hotel de Berl¨ªn, a menos de dos kil¨®metros del hospital donde yace en coma Navalni.
Pregunta. En Berl¨ªn han abordado los efectos geoestrat¨¦gicos de la pandemia. La diplomacia China est¨¢ muy activa, mientras Europa parece absorbida en su recuperaci¨®n.
Respuesta. La pandemia ha acelerado tendencias que ya estaban ah¨ª. La polarizaci¨®n de las relaciones internacionales entre China y Estados Unidos, el avance tecnol¨®gico y la digitalizaci¨®n y una erosi¨®n del sistema de pesos y contrapesos multilateral. Ha acelerado armas como la desinformaci¨®n o la injerencia a trav¨¦s de la ciberseguridad. Europa tiene que redefinir c¨®mo quiere encarar la situaci¨®n geoestrat¨¦gica. Tenemos que impulsar una mayor autonom¨ªa estrat¨¦gica europea, m¨¢s all¨¢ de la pura defensa.
P. En Alemania no hubo confinamiento ni la actividad econ¨®mica par¨® del todo. Ha habido adem¨¢s una descomunal inyecci¨®n de dinero p¨²blico para impulsar la recuperaci¨®n. ?Teme que aumente la desigualdad entre los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea tras la pandemia?
R. Hay riesgo de que aumente de la fractura en la UE, de que se paralice la convergencia. Para quien tiene mayor espacio fiscal como Alemania es mucho m¨¢s f¨¢cil afrontar esta situaci¨®n que para quien ten¨ªa poco espacio fiscal como Espa?a. Por eso era tan importante que hubiera una respuesta europea, un fondo que corrigiera la posibilidad de fragmentaci¨®n del mercado interior m¨¢s all¨¢ de respuestas puramente nacionales. Los planes nacionales son importantes, pero tambi¨¦n lo son los planes europeos.
P. El plan de recuperaci¨®n europeo mostr¨® tracci¨®n pol¨ªtica de la UE. ?Cu¨¢les son los principales obst¨¢culos ahora para su aplicaci¨®n? La situaci¨®n se ha vuelto a agravar con la segunda ola.
R. Tambi¨¦n hemos aprendido a mantener abiertos espacios de nuestra econom¨ªa. Estamos generando una confianza para que partes de la econom¨ªa puedan seguir funcionando. La parte m¨¢s complicada es el turismo, pero a esa tambi¨¦n hay que darle una respuesta hasta que encontremos una vacuna, porque no podemos cerrar la econom¨ªa de los servicios. En Espa?a lo principal ahora es un plan de recuperaci¨®n con tres vectores: digitalizaci¨®n, descarbonizaci¨®n e inclusi¨®n. No se trata de recuperar lo viejo, sino de ganar en modernizaci¨®n y competitividad. Eso va en paralelo con el instrumento para aplicar el fondo, que es el presupuesto. Por eso es tan importante la decisi¨®n sobre el presupuesto para hacer uso de esta financiaci¨®n.
P. ?D¨®nde queda Espa?a en el nuevo tablero global? ?Teme que la situaci¨®n sanitaria haya deteriorado la imagen de Espa?a en el exterior?
R. Espa?a ha sufrido el primer impacto de la crisis, primero con Italia en el inicio y ahora con los rebrotes. Si vemos lo que est¨¢ sucediendo en Europa, Espa?a no es la excepci¨®n, sino la norma. Hay rebrotes como consecuencia de la apertura de la movilidad.
P. Pero las cifras son mucho m¨¢s elevadas en Espa?a que en otros pa¨ªses del entorno.
R. No quiero restar importancia a los rebrotes, pero esta oleada es la norma y lo importante es generar confianza a trav¨¦s de la transparencia.
P. Habla de intercambio de informaci¨®n, pero sorprende que pr¨¢cticas que han funcionado en otros pa¨ªses lleguen con menos fuerza a Espa?a. Los rastreadores, evitar los espacios cerrados¡ Da la impresi¨®n de que se han perdido muchos meses.
R. En Espa?a se han aplicado, pero no en todas las comunidades. Como en Alemania, son competencias auton¨®micas. Hay comunidades que s¨ª los han aplicado y han visto aumentar sus contagios. M¨¢s del 70% son asintom¨¢ticos, lo que da una idea del incremento de test.
P. Tambi¨¦n en otros pa¨ªses hacen m¨¢s test. En Alemania la semana pasada hicieron casi un mill¨®n. Hay unos 1.200 contagios diarios en un pa¨ªs de 83 millones. Es decir, las cifras en Espa?a son muy elevadas.
R. En esta nueva fase, tenemos que aprender a convivir con unas tasas de contagios que van a aumentar, pero tenemos que asegurarnos de que no se van a convertir en un problema sanitario.
P. ?Convivir significa renunciar al confinamiento, buscar medidas alternativas?.
R. Exacto. Hemos aprendido que se puede aislar a una familia, a una barriada, a un pueblo, sin aislar a un pa¨ªs. Hemos descubierto que se pueden hacer medidas m¨¢s quir¨²rgicas.
P. El populismo europeo se frota las manos esperando la recesi¨®n y la consiguiente frustraci¨®n colectiva para sacar r¨¦dito pol¨ªtico. En Espa?a, la recesi¨®n se perfila especialmente aguda.
R. Combatiremos el populismo con respuestas concretas a los problemas de los ciudadanos. Por eso me parece tan decepcionante la postura de algunos partidos pol¨ªticos en Espa?a, incluso los que se supone que son partidos de Gobierno como el Partido Popular, invirtiendo mucho tiempo y esfuerzo en azuzar populismos en lugar de trabajar para construir respuestas comunes.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Repetir esl¨®ganes, hacer proclamaciones, repetir generalidades. Es lo que hemos visto durante la construcci¨®n del plan de reconstrucci¨®n europeo, donde nos hubiera gustado un poco m¨¢s de apoyo del Partido Popular para impulsarlo, m¨¢s que lo que hemos visto, que ha sido casi rozando lo desleal en Bruselas, cuestionando las propuestas que pon¨ªa Espa?a sobre la mesa y lo que defend¨ªamos en una negociaci¨®n en la que nos jug¨¢bamos mucho. No solo Espa?a, sino Europa.
Tensi¨®n en el mediterr¨¢neo
P. La UE trabaja para rebajar la tensi¨®n en el Mediterr¨¢neo oriental. ?Hay un peligro real de que estalle un conflicto armado?
Respuesta. Hay un riesgo real de confrontaci¨®n en el Mediterr¨¢neo oriental. Puede que no sea un choque buscado, pero puede ocurrir por accidente.
P. Aspiran a abrir un di¨¢logo entre Grecia y Turqu¨ªa. ?Qu¨¦ pasos son necesarios para llegar hasta ah¨ª?.
R. Pensamos que deber¨ªa paralizarse los gestos unilaterales por parte de Turqu¨ªa, incluidos los buques enviados para hacer investigaciones sismogr¨¢ficas, para generar un m¨ªnimo de confianza y despu¨¦s empezar a trabajar cuestiones de fondo que tiene que ver con la delimitaci¨®n de espacios mar¨ªtimos.
P. El opositor ruso Alex¨¦i Navalni yace en un hospital cerca de este hotel supuestamente envenenado. ?C¨®mo afecta este presunto ataque a las relaciones entre Espa?a y Rusia?
R. La postura de Espa?a es la postura europea, la de buscar gestionar nuestras relaciones con un vecino inevitable que es Rusia. Hay ¨¢reas en las que podemos impulsar una cooperaci¨®n como la gesti¨®n del ?rtico, el cambio clim¨¢tico o espacios protegidos en la Ant¨¢rtida y debe haber tambi¨¦n una clara respuesta a aquellas acciones que consideramos incompatibles con la buena vecindad. Ahora lo que tenemos es un an¨¢lisis que dice que cobra fuerza la idea de un envenenamiento, pero ahora hay que ver la responsabilidad del envenenamiento. Si fuera responsabilidad de Rusia, Europa no podr¨ªa quedarse impasible.
P. El presidente Vlad¨ªmir Putin ha movilizado fuerzas especiales para una potencial intervenci¨®n. En la reuni¨®n de Berl¨ªn han pactado sanciones a responsables bielorrusos, pero no parece que la presi¨®n de la UE surta efecto con vistas a una posible transici¨®n.
R. Esto no es una lucha europea, es una lucha de Bielorrusia por la democracia y la libertad. No estamos en una situaci¨®n en la que Europa busque llevar a Bielorrusia a la UE, a la OTAN, esa no es la discusi¨®n. Es un apoyo de Europa a unos deseos de una gran parte de la poblaci¨®n que busca democracia y libertad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.