Una moci¨®n de censura que divide a la derecha y une al Gobierno
Con la tensi¨®n pol¨ªtica al m¨¢ximo, el Congreso debate la iniciativa de Vox . El PP oculta su voto y Cs avisa de que el Ejecutivo ¡°saldr¨¢ m¨¢s fuerte¡±
Nadie sabe hasta d¨®nde puede llegar la pandemia y nadie es capaz de adivinar tampoco hasta qu¨¦ alturas es capaz de escalar a¨²n el enconamiento pol¨ªtico en Espa?a. Con el pa¨ªs hablando de un posible toque de queda, el Congreso de los Diputados vuelve este mi¨¦rcoles a la batalla cotidiana, revestida esta vez de toda la solemnidad de un debate extraordinario: una moci¨®n de censura, la quinta de la democracia. La extrema derecha, tras un precalentamiento de meses en la calle, se sube a la tribuna parlamentaria para proclamar que ya es una alternativa de Gobierno. Vox y su l¨ªder, Santiago Abascal, esperan la cita como su gran trampol¨ªn, aunque los efectos puedan resultar contradictorios: dividir a la oposici¨®n y facilitar que los socios del Gobierno arrinconen sus diferencias.
La de este martes en el Congreso no fue una ma?ana f¨¢cil para Cuca Gamarra. La portavoz del PP solo quer¨ªa hablar de lo que ¡°les interesa a los espa?oles¡±: nuevas leyes para enfrentar la pandemia, la reforma del Poder Judicial, la negativa del dirigente de Podemos Alberto Rodr¨ªguez a declarar como imputado en el Tribunal Supremo... Gamarra insist¨ªa con estas cuestiones y los periodistas solo le preguntaban qu¨¦ har¨¢ su partido cuando se vote la moci¨®n de Vox y, con ella, la candidatura de Abascal a La Moncloa.
La representante del PP ni siquiera pudo concretar si el grupo parlamentario se iba a reunir para tomar un acuerdo. El martes por la ma?ana temprano, todo el mundo hab¨ªa entendido a Gamarra en TVE que lo que s¨ª estaba decidido era que el l¨ªder popular, Pablo Casado, ser¨¢ el portavoz en el debate. Al mediod¨ªa, tampoco eso estaba claro. ¡°En pol¨ªtica, nada es definitivo¡±, sentenci¨®. Y, por si no quedaba claro, rubric¨®: ¡°Lo que vaya a suceder en las pr¨®ximas horas lo marcar¨¢n las pr¨®ximas horas¡±.
El partido contemplativo
La incomodidad del PP frente al ¨®rdago de Vox es patente. Abascal ha devorado en dos a?os una buena parte de su electorado y entre los populares no hay unanimidad sobre la receta para combatirlo: o diferenciarse de modo muy claro o hacerle gui?os para ver si los electores pr¨®digos vuelven a casa. Metidos en esas cuitas, los populares han optado estos d¨ªas por no hablar del asunto, por proclamar, como Casado el lunes, que esa moci¨®n de la que usted me habla "no nos importa nada¡±. Lo ¨²nico que consiguieron fue que el hermetismo o la indecisi¨®n del PP se convirtiese en el gran asunto en la v¨ªspera de una moci¨®n de censura que, por lo dem¨¢s, tiene ya cantado su desenlace: Vox no conseguir¨¢ previsiblemente ning¨²n apoyo fuera de sus 52 diputados.
As¨ª que, mientras el PP intentaba centrarse en ¡°lo que les interesa a los espa?oles¡±, en las tertulias no se hablaba de otra cosa que de la moci¨®n. Y el portavoz de Vox, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, comentaba, con un gesto entre displicente y compungido: ¡°El PP antiguamente lideraba la oposici¨®n. Ahora es un partido contemplativo, me recuerda a las vacas que mugen mirando al Cant¨¢brico¡±.
Tal y como se presenta el duelo, parece muy dif¨ªcil que la derecha no salga del trance m¨¢s dividida, lejos ya la foto de Col¨®n. El tercer protagonista de aquella imagen, Ciudadanos, hace tiempo que se descolg¨® y en su caso no hay dudas de que votar¨¢ con un no rotundo a Abascal. ¡°Lo ¨²nico que van a conseguir es fomentar m¨¢s la crispaci¨®n y que el Gobierno salga m¨¢s fuerte y unido¡±, acus¨® el portavoz del partido, Edmundo Bal.
El Ejecutivo se afanar¨¢ en consolidar esa sensaci¨®n. Frente a un Abascal que clamar¨¢ contra los ¡°socialcomunistas¡± ¡ªla expresi¨®n aparece 23 veces en los 28 folios del texto de su moci¨®n¡ª, el Gobierno ha decidido no solo no esconder sino hacer gala de su car¨¢cter de coalici¨®n. El Ejecutivo tiene la potestad de intervenir en el debate en cualquier momento y ya est¨¢ decidido que, adem¨¢s de Pedro S¨¢nchez, tambi¨¦n Pablo Iglesias haga uso de ella.
Se acerca el momento de presentar los Presupuestos, cuya negociaci¨®n ha causado tensiones en el Gabinete y que todav¨ªa no tiene apoyos garantizados en la C¨¢mara. La unidad frente a Vox, tambi¨¦n con los socios externos de la investidura de su lado, ser¨¢ una baza del Ejecutivo para ir creando un clima favorable.
Un programa para Abascal
Los grupos m¨¢s a la izquierda trataron de pulir su ingenio verbal para mofarse de Vox. ¡°Esto es una fantochada¡±, proclam¨® ??igo Errej¨®n, de M¨¢s Pa¨ªs. ¡°Una batalla campal en la plaza de Col¨®n¡±, le sigui¨® Pablo Echenique, de Unidas Podemos; aunque ambos lejos de la consabida mordacidad de Gabriel Rufi¨¢n, de ERC: ¡°Es el estreno de Torrente VI¡±. Esquerra y EH Bildu intentaron promover un plante: renunciar a sus intervenciones y dejar solo a Abascal. El Gobierno no les secund¨®. ¡°Hay que hacer frente al discurso enormemente peligroso de la extrema derecha¡±, lo justific¨® Echenique.
Los promotores de la moci¨®n no hacen mucho por disimular su car¨¢cter fundamentalmente propagand¨ªstico. Intervenir sin l¨ªmite de tiempo con todos los focos de los medios sobre ellos es una oportunidad ¨²nica, repiten. Lo aprovechar¨¢n incluso para lanzar a su candidato a la Generalitat y actual diputado por Barcelona, Ignacio Garriga, que intervendr¨¢ en nombre de los 52 firmantes de la iniciativa. La intenci¨®n no es muy diferente a la que movi¨® a Iglesias a presentar una moci¨®n de censura contra Rajoy en 2017: presentarse como la verdadera oposici¨®n a costa de su competidor m¨¢s cercano, el PSOE para Podemos, el PP para Vox.
Abascal, en todo caso, tendr¨¢ que pasar el examen de exponer un programa de gobierno, borroso hasta ahora. Al l¨ªder de Vox no se le conoce precisamente por su vocaci¨®n propositiva, l¨®gico en alguien que hasta el a?o pasado admit¨ªa que a ¨¦l no le interesaban ¡°el plan de urbanismo o el horario escolar¡± sino ¡°el honor, el patriotismo y cosas as¨ª¡±. Pero esta vez ¡°hablar¨¢ de cosas distintas¡±, prometi¨® Espinosa de los Monteros. ¡°Ser¨¢ novedoso y sorprendente¡±.
Lo que dif¨ªcilmente resultar¨¢ novedoso o sorprender¨¢ es el ambiente tenso que se espera en el Congreso. Los portavoces se han resignado a que la bronca se vuelva inevitable. ¡°Veremos cosas nunca vistas en el parlamentarismo espa?ol... Que ya es decir¡±. El augurio lo lanz¨® Rufi¨¢n, el diputado que un d¨ªa enarbol¨® una impresora desde su esca?o.
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