Pen¨²ltima crisis entre Ximo Puig y M¨®nica Oltra: anatom¨ªa de una estupidez
Las desavenencias entre los dos socios principales del Gobierno valenciano a cuenta de los presupuestos son un paradigma de estulticia pol¨ªtica
La pen¨²ltima crisis -llegar¨¢n m¨¢s- de los dos socios principales del Gobierno valenciano, PSPV-PSOE y Comprom¨ªs, a cuenta de los Presupuestos de la Generalitat para el pr¨®ximo a?o, es un paradigma de estulticia pol¨ªtica. Una provocaci¨®n gratuita entre aliados de consecuencias graves. La primera, poner altavoz a unas desavenencias que, a¨²n siendo un secreto a voces, discurr¨ªan hasta la fecha por meandros m¨¢s o menos discretos; a lo sumo serv¨ªan de solaz para los m¨¢s puestos en la materia, de alimento de chascarrillos para relajos cafeteros, o de abono para titulares llamativos que amparaban textos de escasa enjundia.
Tras el episodio vivido esta semana queda claro que en el ejecutivo valenciano malviven una tropa de pol¨ªticos cuyos principales responsables, Ximo Puig, presidente del Consell, y M¨®nica Oltra, vicepresidenta primera del mismo, no s¨®lo han quebrado la anta?o buena disposici¨®n a entenderse y sacar adelante un proyecto pol¨ªtico inspirador para otras geograf¨ªas; es que se detestan, sin que medie ya aquella veterana cordialidad que limaba asperezas.
Una breve conversaci¨®n telef¨®nica entre ambos dirigentes hubiera desactivado la amenaza de bomba que acab¨® por estallar. Los oficios de mediaci¨®n ejercidos por el conseller Arcadi Espa?a o el portavoz socialista en las Cortes Valencianas, Manolo Mata, tampoco surtieron efecto. Si uno no quiere, dos no ri?en. En este caso, todo apunta a que Ximo Puig s¨ª quiso. Y Oltra recogi¨® el guante.
Atribuir a un ¡°error¡± el dislate de alterar las cuentas del departamento de Igualdad y Pol¨ªticas Inclusivas elaboradas por Oltra y su equipo, tal y como hizo el conseller de Hacienda, Vicent Soler, es, como m¨ªnimo, una pueril explicaci¨®n. Tardar varios d¨ªas en subsanar el supuesto desliz y hacerlo, bronca medi¨¢tica mediante, con el env¨ªo de doscientos folios a las Cortes Valencianas, un reconocimiento de la metedura de pata.
Todo esto suced¨ªa mientras a Valencia llegaba el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, para lanzar incienso sobre Puig y poner al ejecutivo auton¨®mico que preside como ejemplo de eficacia, actitud colaborativa y capacidad de llegar a acuerdos en medio de la pandemia que nos asola. Paradojas de la pol¨ªtica.
Todos los que se han visto involucrados en este asunto absurdo saben de las elucubraciones que ha provocado. La primera, que hab¨ªa un acuerdo del PSPV-PSOE y Podemos para expulsar a Comprom¨ªs del Consell, previo pacto con C¡¯s, para que el grupo liderado por Toni Cant¨® se integrase en el ejecutivo auton¨®mico y apoyase con sus votos la Ley de Presupuestos. La segunda, quemar en el envite a Vicent Soler para que este, ante el cariz de los acontecimientos, presentase su dimisi¨®n como conseller de Hacienda sin necesidad de un cese en toda regla que Puig, seg¨²n los autores de tal relato, pretende pero se resiste a rubricar por aquello de los servicios prestados y la vieja amistad socialista que une a ambos. La tercera: desacreditar a M¨®nica Oltra hasta conseguir su renuncia al cargo, insistiendo en el perfil de amortizada pol¨ªtica que con tanto mimo se alimenta al un¨ªsono desde las filas socialistas y algunas instancias compromiseras, para as¨ª situar al conseller Vicent Marz¨¤, tambi¨¦n de Comprom¨ªs y distanciado de la vicepresidenta, como la persona de consenso con el PSPV-PSOE y futuro l¨ªder de la coalici¨®n nacionalista.
Minuto y resultado: Las d¨¦biles costuras del Pacto del Bot¨¢nico han quedado al descubierto y las sospechas de crisis larvada entre sus integrantes han adquirido la categor¨ªa de hecho comprobado. Oltra ha visto satisfechas sus demandas desde el momento que Soler utiliza doscientos folios para subsanar el ¡°error¡± involuntario y compromete un par m¨¢s de decenas de millones de euros -v¨ªa modificaci¨®n de cr¨¦dito- al objeto de cumplir con lo previamente acordado con la vicepresidenta. Muchos han quedado con el culo pol¨ªtico al aire, como el conseller Marz¨¢ y sus silencios o el vicepresidente Mart¨ªnez Dalmau (Podemos) y sus declaraciones negando cualquier irregularidad en el proyecto de Ley de Presupuestos. ?Oltra amortizada? No lo parece. Hace un tiempo, en el programa de Levante-TV ¡°Halcones o palomas¡±, dirigido por Guillermo L¨®pez, le preguntaron a la vicepresidenta con qu¨¦ especie animal se identificaba. ¡°Ni halc¨®n ni paloma -dijo la susodicha-; me identifico m¨¢s con los gatos: son tranquilos, pero, si los acorralas, se defienden y ara?an¡±.
La rueda de prensa que como portavoz del Consell ofreci¨® el pasado viernes Oltra, ratifica las sospechas de que este episodio no ha sido en vano y va a provocar et¨¦reos cambios en su perfil pol¨ªtico como n¨²mero dos de un gobierno de coalici¨®n: ?con qu¨¦ soltura reivindic¨® su posici¨®n en el Consell y desplaz¨® hac¨ªa el espacio socialista la responsabilidad de no implementar medidas m¨¢s dr¨¢sticas frente al coronavirus! A¨²n sonaban los ecos de la rueda de prensa ofrecida minutos antes por el presidente Puig y la consellera de Sanidad, Ana Barcel¨®, anunciando nuevas medidas muy alejadas de las que vienen reclamando la vicepresidenta.
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