El PNV defiende su interlocuci¨®n privilegiada con el Gobierno ante la irrupci¨®n de Bildu en los Presupuestos
Andoni Ortuzar ser¨¢ confirmado los d¨ªas 12 y 13 de diciembre para un tercer mandato al frente del partido, que ahonda en la senda de la estabilidad tras la era Ibarretxe
Las maniobras de acercamiento del Gobierno ¡ªespecialmente del sector de Podemos¡ª a EH Bildu para la aprobaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado han despertado en el PNV el temor a perder la condici¨®n de interlocutor privilegiado con Madrid, que la centenaria formaci¨®n presidida por Andoni Ortuzar ha explotado con gran provecho desde que se reinstaur¨® la democracia. El PNV observa con recelo la ceremonia de cortejo entre el Ejecutivo de coalici¨®n y la izquierda abertzale, que se inici¨® con la abstenci¨®n de los diputados de EH Bildu para facilitar la investidura de Pedro S¨¢nchez, y que se ha acelerado en los ¨²ltimos meses con la tramitaci¨®n de los Presupuestos. El acuerdo presupuestario anunciado el viernes con el PSOE supone un golpe en la mesa y un aviso a Arnaldo Otegi de que no van a ceder su posici¨®n.
La desconfianza del PNV con la izquierda abertzale es hist¨®rica. La tensi¨®n que se reaviv¨® cuando el l¨ªder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, anunci¨® que estaba dispuesto a apoyar las cuentas del Estado se transform¨® en enfado con la decisi¨®n de los herederos de HB de sumarse a la enmienda conjunta con Podemos y ERC para prohibir los desahucios hasta 2023. Ortuzar ve a EH Bildu como un pe¨®n del l¨ªder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para cerrar el paso a Ciudadanos; pero desconf¨ªa de que su entrada en escena como un actor central en el Congreso pueda consolidarse y modificar su estatus del partido conseguidor de mejoras para los vascos que ha ejercido con todos los presidentes, desde Felipe Gonz¨¢lez hasta Pedro S¨¢nchez pasando por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy.
En esa batalla el PNV cuenta de momento con una baza. Braulio G¨®mez, polit¨®logo de la Universidad de Deusto, considera relevante que en el ¨²ltimo sondeo postelectoral del CIS, la mayor¨ªa de sus votantes destacaran, m¨¢s all¨¢ de su posici¨®n pol¨ªtica, su capacidad de gesti¨®n al frente de las instituciones. ¡°El PNV ha podido pactar con Rajoy, con S¨¢nchez, con EH Bildu, con el PP vasco... Da igual, sus votantes no miran ah¨ª. En las auton¨®micas, los desencantados del PNV se fueron a la abstenci¨®n, no a otras formaciones, al considerar que el resto de las opciones no estaban a la altura en gesti¨®n y capacidad. Es decir, las ideas han pasado a un segundo plano¡±, interpreta.
La negociaci¨®n presupuestaria ha pillado al PNV en plena renovaci¨®n de su ejecutiva, un proceso en el que nadie espera sorpresas. La Asamblea Nacional del partido otorgar¨¢ a Ortuzar, los pr¨®ximos d¨ªas 12 y 13 de diciembre, un tercer mandato de cuatro a?os como presidente. La formaci¨®n consolidar¨¢ con ello la senda de estabilidad y pragmatismo que, junto al lehendakari, ??igo Urkullu en el plano institucional, le han permitido recuperar el poder y la influencia que perdieron entre 1999 y 2009 con Juan Jos¨¦ Ibarretxe y su proyecto soberanista.
Con Ortuzar y Urkullu el PNV va a seguir explotando la imagen de un partido de orden capaz de pactar con todos sin perder su esencia. De hecho esta misma semana ha comenzado el deshielo con el presidente del PP vasco y l¨ªder de la coalici¨®n PP+Cs, Carlos Iturgaiz, consciente de que la aproximaci¨®n entre EH Bildu y Podemos en Madrid tambi¨¦n puede tener efectos en Euskadi. La coordinadora de Elkarrekin Podemos, Pilar Garrido, asegur¨® tras un reciente encuentro con Arnaldo Otegi que su entendimiento ¡°puede acabar provocando cambios estructurales en Euskadi¡±, en relaci¨®n a una alianza de izquierdas con el PSE-EE.
No son los ¨²nicos problemas del PNV. Una de sus carencias es que no es mayoritario entre el electorado menor de 35 a?os, y tampoco es la formaci¨®n a la que los electores les consideran los mejores para resolver los problemas relacionados con el ecologismo o el feminismo. Aunque el Gobierno tenga consejeras y el grupo parlamentario diputadas, o la presidenta de la C¨¢mara sea una mujer, de momento el PNV no ha colocado a ninguna para ocupar los puestos de mando m¨¢s relevantes como lehendakari, diputado general, o alcalde de ninguna de las capitales vascas.
La irrupci¨®n de EH Bildu en el escenario nacional para quedarse es un ataque a la l¨ªnea de flotaci¨®n del nacionalismo vasco del que est¨¢ copiando, poco a poco formas y contenidos. Algunas de las enmiendas presentadas por EH Bildu son muy similares a las suyas consciente de que para crecer, la izquierda abertzale tiene que mejorar su imagen como partido de gesti¨®n. Los jeltzales ¡ªacr¨®nimo de ¡°Dios y leyes viejas¡± en euskera con el que se denomina a los ¡°peneuvistas¡±¡ª, saben por el contrario, que cada vez que han hecho experimentos rupturistas como el Pacto de Lizarra y el Plan Ibarretxe, el partido ha pagado un precio muy elevado, tanto en el plano interno como en el electoral.
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