Los votos apagan el ruido
La presi¨®n sobre el Gobierno ha logrado el efecto contrario: un apoyo superior al de la mayor¨ªa absoluta de Rajoy
Hace dos a?os y medio, en la ¨²ltima aprobaci¨®n de unos Presupuestos en el Congreso, el Gobierno del PP estaba de fiesta. Mariano Rajoy y su equipo negociador, con Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa a la cabeza, cre¨ªan haber salvado la legislatura. Se ve¨ªan con dos a?os tranquilos por delante despu¨¦s de sacar las Cuentas con Ciudadanos y el PNV, que le daban justo los 176 esca?os que necesitaban. Despu¨¦s de una peque?a celebraci¨®n en la zona de Gobierno del Congreso, Rajoy se fue a La Moncloa agotado pero exultante, ya de noche. S¨¢enz de Santamar¨ªa y el n¨²cleo duro de los marianistas se fueron a un bar cerca del Congreso a seguir la fiesta. Una semana despu¨¦s, una moci¨®n de censura les ech¨® del Gobierno.
Dos a?os y medio despu¨¦s, con unos Presupuestos casi aprobados ¡ªfalta el tr¨¢mite del Senado, pero nadie espera sorpresas¡ª la discreci¨®n era la norma entre los miembros del Gobierno y sus apoyos. Tras los aplausos en el hemiciclo, Pedro S¨¢nchez se fue del Congreso sin decir una palabra. Ni siquiera contest¨® cuando la prensa le pregunt¨® si estaba contento tras obtener m¨¢s apoyo que las Cuentas de Crist¨®bal Montoro de 2018 ¡ªde 176 apoyos se ha pasado a un refrendo a los distintos cap¨ªtulos del Presupuesto, que se votan por separado, de entre 187 y 189 s¨ªes.¡ª. Hubo celebraciones privadas, pero muy discretas. Algunos incluso recordaban lo que le pas¨® a Rajoy en 2018 como justificaci¨®n para no dar nada por hecho. La pandemia y la crisis tampoco dan para alegr¨ªas y menos p¨²blicas. Se percibe una cierta sensaci¨®n incluso de incredulidad en el propio Gobierno. ¡°Si nos dicen esto hace unos meses, no nos lo creemos¡±, repiten los ministros.
Esa sorpresa viene del ambiente pol¨ªtico espa?ol, cada vez m¨¢s encarnizado, y alcanza incluso a los propios negociadores, con Mar¨ªa Jes¨²s Montero a la cabeza, que llevan semanas cuadrando un sudoku imposible para intentar llegar a 200 votos, el n¨²mero so?ado si hubiera entrado Ciudadanos. En medio del ambiente destituyente de una parte de la derecha que deslegitima permanentemente al Gobierno, el Ejecutivo ha obtenido un respaldo superior al de las ¨²ltimas mayor¨ªas absolutas que conoci¨® Espa?a, las de Mariano Rajoy ¡ªlos Presupuestos de 2016 se aprobaron con 186 votos, los del PP y UPN¡ª.
Ese ruido ensordecedor que sufre el Gobierno tanto en la esfera p¨²blica como en la privada ¡ªcada vez es m¨¢s dif¨ªcil para los ministros m¨¢s conocidos acudir a un restaurante o pasear sin vivir momentos de tensi¨®n con alg¨²n ciudadano, especialmente en Madrid¡ª contrasta con el silencio que dej¨® la votaci¨®n. Los 188 apoyos son una se?al muy evidente de que la mayor¨ªa es muy amplia, y por tanto el escenario de agotar la legislatura no es solo un deseo, sino una posibilidad muy real. Gabriel Rufi¨¢n, siempre dado a la hip¨¦rbole pero con gran habilidad para resumir el momento pol¨ªtico, incluso habl¨® de ¡°nueva era¡°, mientras la socialista Adriana Lastra conclu¨ªa que ¡°hay Gobierno de coalici¨®n para muchos a?os¡±.
Hay que remontarse a los a?os de Zapatero, cuando se populariz¨® el t¨¦rmino de ¡°geometr¨ªa variable¡± y se lograron pactos con muchos grupos muy diferentes, para encontrar votaciones de Presupuestos por encima de estos 188 diputados. Y es precisamente Zapatero uno de los que m¨¢s apoyan esta nueva l¨ªnea de Pedro S¨¢nchez, frente a las dudas del otro expresidente socialista, Felipe Gonz¨¢lez. Tambi¨¦n entonces, con Zapatero, el ruido de la oposici¨®n era ensordecedor, con manifestaciones constantes en la calle contra la negociaci¨®n con ETA. Ese ruido, concentrado entonces tambi¨¦n en Madrid, acab¨® reforzando al PSOE, que venci¨® en 2008 con m¨¢s fuerza que en 2004. Muchas cosas recuerdan a aquellos a?os.
Solo ese ruido y la voluntad de consolidar el Gobierno de coalici¨®n, adem¨¢s de la posibilidad de que hubiera una alternativa con Ciudadanos, pueden explicar que partidos como ERC o Bildu hayan votado a favor incluso de las secciones de Defensa y de Casa Real de estos Presupuestos. Una vez m¨¢s, la sobreactuaci¨®n de la oposici¨®n de la derecha se vuelve contra sus propios intereses.
El Gobierno, despu¨¦s de meses dur¨ªsimos de pandemia y crisis y a¨²n con un horizonte econ¨®mico muy complicado por delante, est¨¢ pol¨ªticamente mucho m¨¢s fuerte de lo que se pod¨ªa esperar. Cualquier ataque o tensi¨®n interna se difumina frente a esos 188 votos a favor de 11 partidos que muestran que una parte de Espa?a muy relevante, casi imprescindible para gobernar en los pr¨®ximos a?os si sigue el fraccionamiento del Congreso, ha optado por implicarse en la gobernabilidad.
Si todo este giro se consolida en las elecciones catalanas, el Gobierno podr¨¢ despejar definitivamente todos los fantasmas del dram¨¢tico final de Rajoy solo una semana despu¨¦s de aprobar sus ¨²ltimos Presupuestos. De hecho, S¨¢nchez tiene una enorme ventaja frente a su antecesor: enfrente no tiene ninguna mayor¨ªa alternativa que pueda presentar una moci¨®n de censura viable. Y mientras el PP no resuelva el problema de la reagrupaci¨®n de la derecha y pueda tejer alianzas tambi¨¦n con algunos nacionalistas, como hicieron Rajoy y Aznar, ese escenario parece muy lejano.
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