Sobre ?balos y Puig
Nadie asegura a fecha de hoy que el ministro de Transportes vaya a dar el paso de abandonar Madrid para regresar a la Comunidad Valenciana con el objetivo de desbancar al l¨ªder de los socialistas valencianos
Hace apenas dos semanas, el s¨¢bado 16 de enero, la Uni¨®n Democr¨¢tica Cristiana (CDU), el partido m¨¢s vigoroso de Alemania y la fuerza conservadora m¨¢s importante de Europa, celebr¨® un Congreso digital ¡ªla pandemia manda¡ª para elegir al sustituto de Angela Merkel al frente de la formaci¨®n. La reuni¨®n telem¨¢tica, seg¨²n los cronistas, inaugur¨® tambi¨¦n la carrera para designar al candidato electoral que deber¨¢ pelearse las elecciones generales previstas para el pr¨®ximo mes de septiembre. La era Merkel termina y m¨¢s de un millar de delegados con derecho a voto de la CDU se sentaron durante una jornada frente a las pantallas de sus ordenadores para participar en tan importante cita. Lo que suceda a partir de septiembre en Alemania, los nuevos liderazgos pol¨ªticos que surjan tras el adi¨®s de Merkel, no solo condicionar¨¢n el futuro de sus ciudadanos, sino el porvenir de la Uni¨®n Europea. Una UE a quien la canciller ha marcado intensamente: para mal ¡ªdebacle financiera global de 2008 y pol¨ªticas de austeridad¡ª y, para bien, en esta crisis mundial que ahora nos asola y que la administraci¨®n europea ha afrontado con la aprobaci¨®n de importantes paquetes de ayuda.
Resulta sorprendente que los conservadores alemanes hayan resuelto su importante Congreso por v¨ªa digital, mientras los dos grandes partidos espa?oles, el PSOE y el PP, ¡°congelan¡± sus citas congresuales, excusando el retraso en la pandemia y las limitaciones que esta exige.
Ambas formaciones deber¨ªan celebrar sus grandes congresos en 2021, para luego dar paso, en cascada, a la convocatoria de los c¨®nclaves regionales para la elecci¨®n de nuevos liderazgos auton¨®micos. Es decir: mientras el PSOE no celebre su 40 Congreso Federal y el PP haga lo propio con su XX Congreso Nacional, sus filiales valencianas, el PSPV-PSOE y el PPCV, est¨¢n atados de pies y manos.
El valenciano secretario de organizaci¨®n del PSOE y ministro de Transportes, Jos¨¦ Luis ?balos, respondi¨® con un lac¨®nico ¡°Para Congresos estoy yo¡± cuando semanas atr¨¢s, con los contagios por covid al alza y los muertos sumando centenares diarios, un militante socialista le pregunt¨® por la cuesti¨®n.
Pocos d¨ªas despu¨¦s, este diario informaba de que el PSOE celebrar¨¢ su congreso, en modo presencial, a mediados de octubre de 2021, de manera que las federaciones regionales deber¨¢n convocar los suyos respectivos antes de que acabe el a?o. Se conf¨ªa que para esas fechas entre el 60 y el 70% de los espa?oles estemos ya vacunados, facilitando que los cientos de delegados socialistas puedan reunirse cara a cara, mascarilla mediante, sin excesivos riesgos. Estatutariamente, la fecha de la gran cita socialista deber¨ªa tener lugar en junio, como muy tarde; pero, pese a la apuesta por la digitalizaci¨®n de que hace gala el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, este quiere un congreso presencial y no al estilo de la CDU alemana. As¨ª lo reivindica tambi¨¦n la militancia.
Si la evoluci¨®n de la pandemia no altera las previsiones indicadas, los socialistas valencianos deber¨¢n ratificar a Ximo Puig o elegir a un nuevo secretario general antes de las pr¨®ximas Navidades. El mes de noviembre se anuncia como el momento m¨¢s oportuno y ya empieza a haber movimientos de actualizaci¨®n de censos de militantes y las consiguientes afiliaciones a las diferentes agrupaciones del PSPV-PSOE.
Es tradici¨®n socialista que los l¨ªderes regionales que gobiernan en sus respectivos territorios son ¡°intocables¡± org¨¢nicamente. Es el caso de Ximo Puig. Secretario general del PSPV-PSOE y presidente de la Generalitat al frente de un gobierno tripartito, sus aspiraciones manifiestas de renovar como m¨¢ximo dirigente de la federaci¨®n socialista valenciana deber¨ªan verse satisfechas. Pero la sombra del ministro ?balos es muy alargada y, como meandros de un Guadiana pol¨ªtico, las elucubraciones sobre su futuro pol¨ªtico y sus intenciones respecto a la Comunidad Valenciana emergen para volver a sumergirse una y otra vez.
?balos es un fact¨®tum en la organizaci¨®n socialista y cuenta con el aprecio de un Pedro S¨¢nchez al que ayud¨® en sus horas m¨¢s bajas, cuando la nomenclatura cl¨¢sica socialista, incluido Puig, le dio la espalda, precipit¨® su destituci¨®n como secretario general y apost¨® por Susana D¨ªaz como su recambio, fallido finalmente, al frente del PSOE.
Desde el entorno de Puig se insiste en que la relaci¨®n actual de este con S¨¢nchez es ¡°¨®ptima¡±. Ponen como ejemplo m¨¢s inmediato la visita que ma?ana, lunes, girar¨¢ el presidente del Gobierno a tierras valencianas para inaugurar la l¨ªnea ferroviaria de alta velocidad que enlazar¨¢ Elche y Orihuela con Madrid. ¡°En estos momentos, S¨¢nchez se desplaza a pocos sitios, y no es casualidad que elija protagonizar un acto en Orihuela, el gran basti¨®n del PP en la Comunidad Valenciana¡±, destila sibilinamente, con af¨¢n de convencer, un colaborador de Puig.
La prueba del algod¨®n que demostrar¨¢ si la sinton¨ªa entre Puig y S¨¢nchez es tan apacible como los hagi¨®grafos del primero se esmeran en transmitir, ser¨¢ la composici¨®n de la Ejecutiva socialista que resulte elegida en el Congreso federal de octubre; o sea, el n¨²mero y filiaci¨®n de los socialistas valencianos que se integren en la misma por decisi¨®n de Pedro S¨¢nchez. Ese dato nos aportar¨¢ una informaci¨®n muy valiosa sobre si es verdad o no aquello que solt¨® ante las c¨¢maras de televisi¨®n el presidente c¨¢ntabro, Miguel ?ngel Revilla, en referencia a S¨¢nchez: ¡°No hace prisioneros¡±. Es decir, los mata. Pol¨ªticamente hablando. Si Puig consigue colocar a sus ¡°peones¡± en puestos destacados de la direcci¨®n socialista, aceptaremos que Pedro S¨¢nchez ha olvidado antiguas afrentas y considera al presidente valenciano un aliado valioso de la periferia auton¨®mica.
La gran ventaja de Puig, que comparte con su anta?o aliada, Susana D¨ªaz, es que ni uno ni otra tienen un rival que aglutine a la legi¨®n de descontentos que militan en sus federaciones. Salvo, en el caso de Puig, esa opci¨®n llamada ?balos; pero, a fecha de hoy, nadie asegura que el ministro vaya a dar el paso de abandonar Madrid para regresar a la Comunidad Valenciana con el objetivo de desbancar a Puig. Tambi¨¦n son escasos los que consideran que si, finalmente, as¨ª fuera, ?balos contar¨ªa con todas las bendiciones y apoyos precisos.
En los mentideros madrile?os se comenta que hasta tres ofertas le han hecho a la ex presidenta andaluza para que renuncie a sus aspiraciones de seguir al frente de la potente federaci¨®n socialista del sur de Espa?a: ser eurodiputada, presidir el Senado o asumir la cartera de Defensa en sustituci¨®n de la ministra Margarita Robles. Ninguna oferta le ha seducido. A Puig, que nos conste, todav¨ªa no le han tentado.
Sobre el Congreso del PPCV y las corrientes subterr¨¢neas que le preceden, escribiremos en breve.
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