El circo pol¨ªtico de la caja b
El abogado de B¨¢rcenas propone un careo con Rajoy y el PP intenta reducir al m¨ªnimo el juicio
Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal del Supremo que juzg¨® el desaf¨ªo independentista catal¨¢n, no estaba este lunes en el centro del tribunal, ni Javier Zaragoza iba a conducir el ataque de los fiscales. En su lugar, un juez de perfil bajo y un fiscal que en alg¨²n momento pareci¨® jugar de defensa. Para colmo, ¡°don Luis¡± o ¡°el se?or B¨¢rcenas¡± ¡ªas¨ª lo llamaba alternativamente su abogado¡ª ten¨ªa mala cara. Se hab¨ªa esforzado en lucir su palmito de siempre ¡ªcorbata oscura, gemelos en los pu?os de la camisa, un pa?uelo blanco asom¨¢ndose por el bolsillo delantero de la americana¡ª, pero se notaba que el barbero de la prisi¨®n no le acaba de pillar el corte y adem¨¢s luc¨ªa unas ojeras oscuras sobre la mascarilla negra. ?De d¨®nde vendr¨ªa entonces el espect¨¢culo en el primer juicio medi¨¢tico del a?o? No tard¨® en saberse:
¡ª A m¨ª no me gusta generar ning¨²n tipo de circo ¡ªadvirti¨® el abogado Gustavo Gal¨¢n a modo de aviso¡ª, pero ser¨ªa il¨®gico no solicitar que testificara don Mariano Rajoy. Y si existiese contradicci¨®n en su testimonio, que se le sometiese a un careo con el se?or B¨¢rcenas.
Por si quedase alguna duda de que a ¨¦l, al letrado del extesorero del Partido Popular (PP) que cogi¨® su defensa hace apenas un mes, no le gusta nada el circo, pidi¨® que testifiquen tres periodistas a los que hasta ahora nadie hab¨ªa recurrido para investigar lo ocurrido con la financiaci¨®n ilegal del PP.
Gustavo Gal¨¢n solicit¨® al juez que incluya en la lista de testigos a un periodista al que se considera due?o de un secreto de ultratumba. El reportero en cuesti¨®n grab¨® hace muchos a?os una conversaci¨®n con ?lvaro Lapuerta, fallecido en 2018, en la que el tesorero del PP durante 15 a?os le confes¨® supuestamente que ¨¦l en persona le regalaba peri¨®dicamente al presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar libros entre cuyas p¨¢ginas introduc¨ªa billetes procedentes de la caja b del partido. Una grabaci¨®n a modo de prueba definitiva de lo que B¨¢rcenas lleva gritando siete a?os: que los principales dirigentes del PP cobraban cada trimestre unos sobresueldos en met¨¢lico que proced¨ªan de la caja b alimentada por las donaciones ilegales de empresarios contratistas de la administraci¨®n.
No estaba mal para una jornada, la primera, destinada a dilucidar las cuestiones previas del juicio. Entre ellas, un posible aplazamiento para permitir que uno de los acusados, el exgerente del PP, Crist¨®bal P¨¢ez, se pueda recuperar de una infecci¨®n de covid.
El presidente del tribunal, Jos¨¦ Antonio Moral, pidi¨® que se estableciera conexi¨®n con su domicilio:
¡ª ?Se encuentra usted bien? ?Tiene fiebre? ¡ªle pregunt¨® el juez.
¡ª Unas veces 38 y otras 39 ¡ªrespondi¨® el acusado.
¡ª Bueno, que se mejore. As¨ª puede usted seguir el juicio.
En la sala de vistas, para evitar contagios, no hay p¨²blico ni periodistas. Solo los jueces, los acusados ¡ªcuatro este lunes y cinco cuando Crist¨®bal P¨¢ez se recupere¡ª, sus respectivos abogados defensores, el fiscal, las abogadas del Estado y una legi¨®n de letrados de las acusaciones populares.
A ellos se dirigieron, con bastante dureza en algunos casos, los abogados defensores. El primero en ponerlos a caer de un burro fue el abogado de Bel¨¦n Garc¨ªa, la administradora de la empresa que reform¨® la sede del PP en el n¨²mero 13 de la calle de G¨¦nova y cobr¨® una parte importante de los trabajos en dinero negro que no declararon a la Hacienda P¨²blica, seg¨²n ha acreditado la investigaci¨®n con numerosa documentaci¨®n oficial y, ahora, con el testimonio del propio B¨¢rcenas. Dijo que sus colegas de la acusaci¨®n popular han incurrido en fallos que no comete ni ¡°un estudiante de segundo de Derecho¡± ni siquiera ¡°un pe¨®n caminero¡±.
Nada comparable, en cualquier caso, con la intervenci¨®n de Jes¨²s Santos, el abogado defensor del PP, el partido que vuelve a jugarse su prestigio en este envite judicial. Santos Alonso fue durante muchos a?os fiscal de la Audiencia Nacional, a donde lleg¨® en 1989 para sustituir a Carmen Tagle, asesinada por la banda terrorista ETA. Tras llegar a desempe?ar durante a?os el cargo de teniente fiscal, en 2012 decidi¨® abandonar la carrera e integrarse en un importante bufete de abogados. Uno de sus clientes es el PP, un partido que desde hace muchos a?os ¡ªprimero con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, despu¨¦s con Mariano Rajoy y ahora con Pablo Casado¡ª suele poner en pr¨¢ctica un manual de comportamiento para situaciones de crisis un tanto peculiar. El esp¨ªritu puede resumirse en una frase: ¡°La culpa siempre es de los dem¨¢s, sobre todo si es nuestra¡±.
Hay una retah¨ªla de hechos hist¨®ricos ¡ªde la marea negra del Prestige al accidente del Yak-42 pasando por la guerra de Irak¡ª donde se puso en pr¨¢ctica esa t¨¢ctica. Y la forma de aplicarla se basa fundamentalmente en negar la realidad y perseguir al que discrepa.
El abogado Jes¨²s Santos, a media ma?ana en la Audiencia Nacional, y Pablo Casado, un poco antes en los micr¨®fonos de Onda Cero, volvieron a echar mano de la vieja estrategia. El letrado Santos hizo un ataque descarnado a sus colegas de las acusaciones populares, uno por uno, acus¨¢ndolos de ¡°finalidades espurias [ese sin¨®nimo fino de ¡°bastardas¡±] dadas sus vinculaciones pol¨ªticas¡±.
Llama la atenci¨®n en el abogado de un partido que tambi¨¦n suele presentarse como acusaci¨®n popular en los casos que, como el de los ERE de Andaluc¨ªa, afectan a sus rivales pol¨ªticos. El mismo partido que en el caso G¨¹rtel se present¨® como acusaci¨®n popular y fue expulsado del procedimiento por el juez Pablo Ruz al entender que, en realidad, se dedicaba a defender a dos de los imputados, el extesorero Luis B¨¢rcenas y el exdiputado Jes¨²s Merino.
Por el mismo camino del abogado del PP ha transitado este lunes el presidente de la formaci¨®n conservadora, Pablo Casado, en la entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero. El actual l¨ªder del partido desliz¨® la idea de que detr¨¢s de la filtraci¨®n de las nuevas acusaciones de B¨¢rcenas no est¨¢ el extesorero, como parece claro, sino la Fiscal¨ªa General del Estado en manos de Dolores Delgado. Una acusaci¨®n gruesa sin ninguna prueba que delata el nerviosismo que las amenazas de B¨¢rcenas han provocado en el Partido Popular.
En un momento del juicio, irrumpe entre los abogados una funcionaria de la Audiencia Nacional que va dejando en las mesas unos folios grapados. Es la respuesta de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n al escrito de B¨¢rcenas... y a las acusaciones de Casado.
El escrito relata c¨®mo llega a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n la confesi¨®n del extesorero y como ese documento tambi¨¦n se traslada a la Audiencia Nacional. A continuaci¨®n, la Fiscal¨ªa recuerda las circunstancias de la Ley ante confesiones realizadas unos d¨ªas antes del comienzo de un juicio oral. Una colaboraci¨®n con la justicia a tiempo puede acarrear unos beneficios determinados para el acusado. Pero de momento, explica la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n en su nota repartida durante la primera jornada del juicio, Luis B¨¢rcenas no ha aportado grandes novedades respecto a lo que siete a?os de investigaci¨®n judicial ha dejado en el sumario.
Pero todav¨ªa es pronto. El abogado de B¨¢rcenas ha amenazado en el primer d¨ªa de juicio con nuevas revelaciones sobre la caja b.
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