Todo vale contra la investigaci¨®n
Los abogados m¨¢s veteranos y m¨¢s caros recurren al tono bronco y la provocaci¨®n ante el inspector Morocho
El presidente del tribunal anuncia antes de iniciar la sesi¨®n que tres de los testigos previstos para los pr¨®ximos d¨ªas no van a poder comparecer. Uno porque est¨¢ muy enfermo, otro porque ha fallecido y la tercera porque est¨¢ jubilada e ilocalizable, que eso s¨ª que es pasar a mejor vida. El fiscal Romeral interviene enseguida para chafarle a la se?ora su retiro dorado:
¡ªCon la venia, se?or¨ªa. Desde la fiscal¨ªa nos comprometemos a facilitarle el domicilio de do?a Marga Garc¨ªa-Valdecasas.
Por lo dem¨¢s, el lunes se presenta vestido de lunes. El men¨² del d¨ªa anuncia la tercera sesi¨®n consecutiva y monogr¨¢fica con los agentes de la UDEF ¡ªla unidad de la polic¨ªa nacional que lucha contra la delincuencia econ¨®mica y fiscal¡ª como plato ¨²nico. En las jornadas anteriores ya se hab¨ªa constatado que Manuel Morocho, el inspector jefe que dirige el grupo que investig¨® los papeles de B¨¢rcenas, es un excelente polic¨ªa, pero que flaquea como orador y carece del don de la concisi¨®n. Cuando los que preguntaban eran el fiscal, la abogada del Estado o las acusaciones populares, el polic¨ªa dibuj¨® sin grandes dificultades un paisaje m¨¢s o menos claro del tinglado que, seg¨²n sus investigaciones, ten¨ªan montado Luis B¨¢rcenas y el arquitecto Gonzalo Urquijo para pagar con dinero negro parte de la reforma de la sede del PP. Pero este lunes el agente no navega con el viento a favor. Este lunes interviene la bancada de enfrente, esto es, los abogados defensores de Urquijo, de su socia, Bel¨¦n Garc¨ªa; de la empresa de ambos, Unifica; y del Partido Popular (PP).
Urquijo y el PP saben que lo tienen crudo. Morocho, a quien el Gobierno de Rajoy intent¨® por todos los medios apartar de la investigaci¨®n, es su bestia negra, y por eso han contratado a algunos de los abogados m¨¢s caros del muestrario, entre ellos a dos exfiscales de la Audiencia Nacional. El objetivo es atacar los puntos d¨¦biles de la investigaci¨®n. Y el abogado encargado de abrir la primera fisura en los informes de Morocho es el exfiscal Luis Jordana de Pozas.
Da la impresi¨®n de que el polic¨ªa y el abogado son viejos conocidos, y no precisamente amigos. Jordana de Pozas, que suele acompa?ar sus preguntas con una coreograf¨ªa de gestos y desplantes de cara a la galer¨ªa, logra poner nervioso enseguida al agente, que se enroca tanto en sus respuestas que el presidente del tribunal termina d¨¢ndole un aviso:
¡ªLe recuerdo que est¨¢ bajo juramento.
Es una advertencia desagradable, sobre todo si el testigo es el inspector jefe que lleva m¨¢s de siete a?os investigando a contracorriente las tramas de corrupci¨®n pol¨ªtica. El abogado se viene arriba, el polic¨ªa titubea, sus subordinados ¡ªsentados junto a ¨¦l¡ª le echan un cable cuando pueden, y el fiscal y las abogadas del Estado no pierden detalle de la contienda. Cuando el abogado de Gonzalo Urquijo, que tambi¨¦n se lleva alguna reprimenda del presidente del tribunal por hacer ¡°aspavientos¡±, acaba su tarea, le toca el turno al letrado de Bel¨¦n Garc¨ªa, la otra socia de Unifica. Es el m¨¢s veterano de todos, y a pesar de ello no resiste la tentaci¨®n de formular una pregunta que no es ni siquiera una pregunta:
¡ªUsted ha dicho que ha estado siete a?os investigando junto a nueve o diez agentes, le quiero preguntar: ?algo hicieron bien?
El presidente del tribunal declara impertinente la salida de tono del letrado. El inspector Morocho, a estas alturas, ni pesta?ea. Los abogados m¨¢s caros, los m¨¢s veteranos, intentan embarrar el terreno de juego innecesariamente con dardos y provocaciones, cuando los m¨¢s j¨®venes ¡ªya sean de la abogac¨ªa del Estado, de la acusaci¨®n popular o de las defensas¡ª est¨¢n demostrando un conocimiento m¨¢s preciso del sumario y de la compostura.
El pr¨®ximo cap¨ªtulo ser¨¢ saber si el fiscal encuentra a la mujer jubilada e ilocalizable. Su testimonio es vital para uno de los asuntos m¨¢s importantes del juicio. ¡°Do?a Marga¡± fue inspectora jefe de la Oficina Nacional de Investigaci¨®n del Fraude.
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