Melilla desaloja de un d¨ªa para otro a 165 inmigrantes de su plaza de toros y readmite luego a medio centenar de j¨®venes
El consejero de Pol¨ªticas Sociales atribuy¨® a un ¡°fallo de comunicaci¨®n¡± el cierre del recinto de centro de acogida
El cierre del centro de acogida instalado en la plaza de toros de Melilla dej¨® la madrugada de este martes en la calle, de un d¨ªa para otro, a m¨¢s de 50 j¨®venes extranjeros extutelados por la Administraci¨®n. Unas 165 personas resid¨ªan hasta el lunes en el recinto, que funcionaba como recurso temporal desde abril del a?o pasado, en pleno confinamiento. El Gobierno melillense, que anunci¨® la rescisi¨®n de contratos con los trabajadores de la plaza este mismo fin de semana, se hab¨ªa comprometido a realojar a todas las personas acogidas, pero no ha sido as¨ª. En el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), dependiente del Ejecutivo central, solo han encontrado techo unas 60 personas. La Delegaci¨®n del Gobierno sostiene que solo hab¨ªa sitio para aquellas ¡°con un perfil determinado¡± de vulnerabilidad.
El martes por la noche la viceconsejer¨ªa del Menor ha activado un protocolo para acoger a los chavales, de forma temporal, de nuevo en la plaza. Solo podr¨¢n pernoctar all¨ª los m¨¢s de 50 extutelados acompa?ados de un equipo de educadores de calle, dependientes de la viceconsejer¨ªa. ¡°Es una soluci¨®n provisional para estos d¨ªas¡±, explica Nebil el Rhouati, coordinador del dispositivo, ¡°se han buscado soluciones durante toda la tarde, tambi¨¦n en mezquitas, pero lo mejor ha sido volver a la plaza de toros¡±.
Cierre de la plaza de toros
La decisi¨®n del cierre del recinto, a la que este martes se ha puesto soluci¨®n parcial, lleg¨® este fin de semana de forma sorpresiva y sin apenas planificaci¨®n. En solo dos d¨ªas, seg¨²n los trabajadores, el recinto deb¨ªa estar vac¨ªo y cerrado. Antes de conocerse la readmisi¨®n de los j¨®venes, el consejero de Pol¨ªticas Sociales, Mohamed Mohamed Mohand, insisti¨® en que su departamento s¨ª hab¨ªa acordado con la Delegaci¨®n del Gobierno el ingreso de todos los residentes en el CETI, y atribuye a un ¡°fallo de comunicaci¨®n¡± el que m¨¢s de 50 chavales se hayan quedado en la calle.
¡°Hemos pasado la noche en la Plaza de Espa?a¡±, explica Philo Wills, voluntaria de Solidary Wheels, una organizaci¨®n que ha acompa?ado a los chavales a la espera de que el Gobierno local les busque lugar donde dormir, comer y asearse. ¡°Muchos se dispersaron durante la noche¡±, a?ade. Los j¨®venes estaban bajo la tutela de la Administraci¨®n hasta que tuvieron que abandonar los centros de menores en los ¨²ltimos meses, tras cumplir 18 a?os.
Tampoco han tenido tiempo de reaccionar desde el ¨¢rea del Menor. El viceconsejero Abderrahim Mohamed Hamu reconoce a EL PA?S que su departamento no fue advertido. ¡°Esto supone un problema a?adido¡±, subraya. ¡°Habr¨¢ que buscar alternativas m¨¢s all¨¢ de las que se est¨¢n buscando para los que est¨¢n ahora en situaci¨®n de calle¡±. Seg¨²n Hamu, unos 100 j¨®venes que cumplieron la mayor¨ªa de edad en el ¨²ltimo a?o viven en Melilla sin techo.
A la descoordinaci¨®n se uni¨® la madrugada del martes el desconcierto entre quienes abandonaban la plaza de toros. Algunos, como Omar Serraj, marroqu¨ª entrado en la cincuentena, no ten¨ªa idea de ad¨®nde acudir. ¡°Yo tengo solicitado asilo. Es posible que vaya al CETI, pero no lo s¨¦¡±, dec¨ªa. En el centro esperaban la llegada solo de quienes s¨ª ten¨ªan cursada la solicitud de asilo, pero nadie lo hab¨ªa comunicado a los afectados, que acabaron aguardando durante horas a la intemperie. El CETI vuelve a encontrarse por encima de su capacidad con unos 1.100 acogidos en unas instalaciones preparadas para albergar 842 personas, aunque lejos de las 1.700 personas que llegaron a convivir entre marzo y abril de 2020.
Pasada la medianoche, un centenar de personas permanec¨ªan asentadas sobre sus b¨¢rtulos a las puertas de la plaza de toros. Solo unas 15 mujeres que cumplieron la mayor¨ªa de edad en los centros de menores de la ciudad hab¨ªan sido trasladadas a otros recursos durante el d¨ªa. ¡°Esto no tendr¨ªa que haber pasado¡±, reconoc¨ªa in situ Mohamed Mohand. A esa hora, varias personas se hab¨ªan marchado ya a puntos donde migrantes sin hogar suelen organizarse en chabolas construidas en mitad de ca?as y arbustos.
A la 1.00, una columna de hombres y chavales cargaban maletas y fardos acompa?ados por un convoy policial camino del centro, junto a la valla que separa Melilla de Marruecos, donde se ubica el CETI. Los vigilantes del turno de noche hab¨ªan sido avisados minutos antes. A las puertas del centro, los trabajadores discut¨ªan que solo se dar¨ªa entrada a los 41 solicitantes de asilo. ¡°No hay m¨¢s sitio¡±, argumentaban, mientras agentes de la polic¨ªa organizaban dos grupos al grito de ¡°?Solo solicitantes de asilo!¡± y ¡°?El papel en la mano!¡±. A otro lado quedaban los m¨¢s de 50 chavales que han acabado pasando la noche al raso en el centro de la ciudad.
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