?scar L¨®pez regresa al lado de Pedro S¨¢nchez
La apuesta por el presidente de Paradores y exsecretario de Organizaci¨®n con Rubalcaba como nuevo jefe de gabinete de S¨¢nchez reconcilia al partido con el Ejecutivo
?scar L¨®pez (Madrid, 48 a?os) ha permanecido muy atento al d¨ªa a d¨ªa de la pol¨ªtica espa?ola, pero sin entrometerse en ella, desde que hace tres a?os le nombraron presidente de Paradores. Un destino so?ado dentro del universo pol¨ªtico, pero que en el caso de quien fue el n¨²mero tres de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba en el PSOE signific¨® una especie de retiro de su h¨¢bitat natural. Ahora regresa a la primera l¨ªnea como jefe de Gabinete del presidente en lugar de Iv¨¢n Redondo. Un relevo que todo el partido ha recibido de forma muy grata. ¡°A veces hemos estado enfrente, como en el congreso de Sevilla, en el que Rubalcaba se impuso a Carme Chac¨®n. Pero es uno de los nuestros. Es del PSOE¡±, asevera un bar¨®n territorial.
Bajo la gu¨ªa de Pepe Blanco, padre pol¨ªtico que comparte con Pedro S¨¢nchez y Antonio Hernando, L¨®pez se convirti¨® antes que ninguno en una de las figuras emergentes del partido. Primero como secretario general de la formaci¨®n en Castilla y Le¨®n (2008-2012) y, a continuaci¨®n, como secretario de organizaci¨®n federal (2012-2014). Es decir, llevando los mandos de la sala de m¨¢quinas de Ferraz. Antes de alcanzar ese estatus, fue asesor del grupo parlamentario en el Parlamento Europeo (1997-2000) y coordinador de la Secretar¨ªa de Organizaci¨®n y Acci¨®n Electoral del PSOE. Su estreno en el Congreso, como diputado por Segovia, se produjo en 2004, con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en las elecciones en las que el PP perdi¨® el Gobierno d¨ªas despu¨¦s de los atentados del 11-M. Tambi¨¦n fue portavoz en la Comisi¨®n de Control de RTVE antes de centrarse en la pol¨ªtica de Castilla y Le¨®n. El PP ampli¨® su ventaja sobre el PSOE en las elecciones de 2011, en las que fue candidato y obtuvo 29 esca?os, cuatro menos que ?ngel Villalba en 2007.
Licenciado en Pol¨ªticas ¡ªcon doble especialidad de Administraci¨®n P¨²blica y Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense¡ª, adem¨¢s de un posgrado en Econom¨ªa Internacional en la Universidad de Newcastle y estudios en Derecho, L¨®pez engros¨® su trayectoria en el PSOE cuando Rubalcaba le encarg¨®, en 2011, que coordinase la conferencia pol¨ªtica del PSOE. El siguiente escal¨®n fue la Secretar¨ªa de Organizaci¨®n.
C¨¦sar Luena le reemplaz¨® tras la victoria de S¨¢nchez en las primarias de 2014 frente a Eduardo Madina. Pero L¨®pez no qued¨® en una mala posici¨®n. En 2015, fue el responsable de la campa?a de ?ngel Gabilondo en las elecciones madrile?as, en las que la izquierda se qued¨® a un esca?o de la mayor¨ªa absoluta. Unos meses despu¨¦s, L¨®pez ascendi¨® como portavoz en el Senado en lugar de Mar¨ªa Chivite, la actual presidenta de Navarra, que regres¨® a la comunidad foral a reforzar al partido.
L¨®pez fue uno de los laminados por la gestora que sucedi¨® a la renuncia de S¨¢nchez como secretario general tras el convulso comit¨¦ federal del 1 de octubre de 2016. En octubre de ese a?o fue cesado como portavoz en la C¨¢mara alta y, un mes despu¨¦s, tambi¨¦n le quitaron de la portavoc¨ªa de Educaci¨®n. Tras ser una de las personas de m¨¢s confianza de S¨¢nchez, a cuya ejecutiva pertenec¨ªa hasta la crisis que se desat¨® en el PSOE ese oto?o, L¨®pez decidi¨® no apoyarle en las primarias de 2017. Apost¨® por Patxi L¨®pez de una manera muy activa, asumiendo la estrategia y coordinaci¨®n de la campa?a de primarias. Una labor en la que tambi¨¦n particip¨® Rafael Simancas, actual secretario general del grupo parlamentario en el Congreso, donde es el segundo de Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE. Tres a?os despu¨¦s de que S¨¢nchez le nombrase presidente de Paradores, semanas despu¨¦s de la moci¨®n de censura a Mariano Rajoy, el presidente le recupera a su lado para afrontar la segunda parte de la legislatura, con la recuperaci¨®n econ¨®mica como objetivo y las elecciones generales de 2023 en el horizonte. En lugar de Redondo. Ni m¨¢s ni menos.
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