La huella eterna del ¡®caso Malaya¡¯ en Marbella
Los desmanes urban¨ªsticos de Jes¨²s Gil dejaron 16.500 casas fuera de la ley, que dos d¨¦cadas despu¨¦s siguen en pie y sin una soluci¨®n definitiva
A finales de los a?os noventa Marbella era el salvaje oeste. Su alcalde, Jes¨²s Gil, promovi¨® la construcci¨®n de miles de viviendas por puro inter¨¦s especulativo. Se levantaron bloques y urbanizaciones en suelos destinados a escuelas, centros de salud, una estaci¨®n de autobuses o numerosas zonas verdes. El urbanismo desenfrenado ten¨ªa como base un Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) sin redactar, que termin¨® aprob¨¢ndose en un pleno celebrado de madrugada en 1998 y fue anulado a?os m¨¢s tarde por los tribunales. A Gil le siguieron Juli¨¢n Mu?oz, Marisol Yag¨¹e y Tom¨¢s Re?ones en la alcald¨ªa, quienes mantuvieron la fren¨¦tica actividad que acab¨® con todos en la c¨¢rcel y el Ayuntamiento disuelto tras la Operaci¨®n Malaya. En el macroproceso judicial hubo cientos de piezas separadas que fueron anulando, una a una, todas aquellas licencias urban¨ªsticas. La ciudad se top¨® entonces con unas 18.000 viviendas irregulares que unos creen deben derribarse y, otros, mantener en pie. Solo un pu?ado han ca¨ªdo en dos d¨¦cadas. El resto, ah¨ª sigue.
Carmen Su¨¢rez tiene 87 a?os y es una de las v¨ªctimas de aquellos a?os. Gil promovi¨® una torre de 12 plantas frente a su casita familiar con huertas y vistas al mar. El edificio fue declarado ilegal, pero Carmen sigue sufriendo las consecuencias. Hoy ya ni se atreve a tender la ropa en la azotea, harta de colillas, botellas y toda la basura que le lanzan desde las alturas.
¡°Ganamos todos los juicios, pero no sirve de nada¡±, dice. Su abogada, Inmaculada G¨¢lvez, lleva batallando junto a ella 23 a?os, sin ¨¦xito, en el denominado caso Belmonsa. ¡°La situaci¨®n es vergonzosa y desesperante. Las sentencias de desahucio se ejecutan con rapidez y estas, que conllevan demolici¨®n, quedan olvidadas¡±, asegura la letrada, que libra la que es ya una lucha personal contra el sistema. Cree que hay ¡°desobediencia¡± clara por parte del Ayuntamiento marbell¨ª, dirigido por ?ngeles Mu?oz (PP). ¡°Jam¨¢s han querido solucionar el problema, tampoco la Junta de Andaluc¨ªa, que no asume la ejecuci¨®n subsidiaria¡±.
La Ley dice que un acto administrativo que es consecuencia de un delito es nulo y, por tanto, centenares de licencias fueron declaradas irregulares. La Administraci¨®n andaluza ¡ªque public¨® en oto?o de 2019 un decreto que podr¨ªa regularizar m¨¢s de 327.000 viviendas en toda la comunidad¡ª asegura que ha requerido ¡°sistem¨¢ticamente¡± al Ayuntamiento de Marbella ¡°la debida ejecuci¨®n de sentencias¡±. Sin embargo, recuerdan que en 2010 el municipio aprob¨® sus nuevas normas urban¨ªsticas que serv¨ªan para legalizar la inmensa mayor¨ªa de estas viviendas. El texto sustitu¨ªa las demoliciones por compensaciones por parte de propietarios y promotoras, una idea rechazada por el Supremo, que en 2015 tumb¨® el documento porque entendi¨® que un plan general no pod¨ªa usarse para regularizar actuaciones ilegales previas. El urbanismo marbell¨ª sigue desde entonces regido por el plan urban¨ªstico de 1986. Las viviendas irregulares contin¨²an ah¨ª.
Al fiscal delegado de Medio Ambiente de la fiscal¨ªa provincial de M¨¢laga, Fernando Ben¨ªtez, le conocen como Demolition Man porque la mitad de su trabajo lo dedica a que se ejecuten las sentencias de demolici¨®n. Es obstinado y pertinaz, pero la mayor¨ªa de ayuntamientos se niegan: solo han derribado dos viviendas en tres a?os en toda M¨¢laga. Con suerte, Ben¨ªtez consigue su objetivo tras 10 o 15 a?os de insistencia. El fiscal explica que en Marbella probablemente nada acabe en el suelo porque la mayor¨ªa de condenas urban¨ªsticas son por prevaricaci¨®n y est¨¢n dictadas seg¨²n art¨ªculo 320 del C¨®digo Penal, que contempla prisi¨®n, multa e inhabilitaci¨®n, no el derribo de lo construido. ¡°Por raz¨®n de estricta legalidad, no se pueden tirar esas viviendas¡±, dice. ¡°Pero hay m¨¢s¡±, a?ade. ¡°Ser¨ªa un disparate demoler todas esas urbanizaciones donde viven cientos de personas sin que sea el propio Ayuntamiento el que considere qu¨¦ se puede sostener, cambiar o tirar desde el punto de vista puramente urban¨ªstico¡±, afirma Ben¨ªtez, que opina que derribarlas causar¨ªa m¨¢s perjuicio que de mantenerlas en pie. ¡°Quien debe gestionar el urbanismo es el Ayuntamiento de Marbella, no el juzgado¡±, a?ade el responsable de Medio Ambiente, que cree que todo seguir¨¢ en su sitio salvo que la v¨ªa contenciosa o el consistorio lo decidan.
Indemnizaciones
Esa decisi¨®n conllevar¨ªa una responsabilidad patrimonial para el municipio, que deber¨ªa indemnizar a los perjudicados, seg¨²n varios juristas consultados. ¡°Ser¨ªa la ruina total para Marbella¡±, afirma un letrado. Enrique S¨¢nchez, jefe de la asesor¨ªa jur¨ªdica de la ciudad durante ocho a?os, cree que mucho de estos edificios quedar¨¢n como asimilados fuera de ordenaci¨®n: ¡°No se tiran, pero tampoco son legales¡±, asegura. Por su parte, Inmaculada G¨¢lvez sigue defendiendo que ¡°la consecuencia inherente a la nulidad de la licencia es la demolici¨®n¡±. Por eso, cada mes, escribe a los tribunales para que den el paso. ¡°?Respuesta? C¨®mo el que oye llover¡±, dice. Marbella defiende que trabaja en la soluci¨®n. En 2019 comenz¨® a redactar su nuevo Plan General, que buscar¨¢ ¡°encajar¡± las viviendas irregulares en ¡°el nuevo modelo de ciudad¡±, seg¨²n dijo su director general de Urbanismo, Jos¨¦ Mar¨ªa Morente, que en 2019 hizo un par¨¦ntesis en su trabajo municipal para dirigir durante unos meses las riendas urban¨ªsticas de Andaluc¨ªa para, m¨¢s tarde, volver al Ayuntamiento. El municipio conf¨ªa en que la aprobaci¨®n inicial del documento ¡ªcuyo avance fue refrendado esta misma semana¡ª se produzca a lo largo de 2021 bajo el paraguas de la nueva Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andaluc¨ªa (Lista), donde aseguran que agilizar¨¢ y simplificar¨¢ la tramitaci¨®n urban¨ªstica. Expertos jur¨ªdicos, por el contrario, creen que su casi segura aprobaci¨®n tras el verano servir¨¢ para ponerse al servicio del mercado inmobiliario.
Fuentes de Ecologistas en Acci¨®n recuerdan adem¨¢s que Marbella se rige por un plan de hace 35 a?os y, sin embargo, ¡°jam¨¢s ha parado de construir a pesar de las carencias en infraestructuras p¨²blicas¡±. El consistorio, de hecho, anuncia regularmente la concesi¨®n de licencias millonarias para nuevas construcciones ¡ªesta semana d¨ªas confirmaron dos por 13 millones de euros¡ª sigue apostando por las recalificaciones de suelos no urbanizables. ¡°El urbanismo salvaje contin¨²a. No hemos aprendido a hacer un ejercicio de sostenibilidad, solo a retorcer las normas para terminar haciendo legal lo ilegal. Hacer borr¨®n y cuenta nueva con otro PGOU es muy peligroso¡±, concluyen las mismas fuentes conscientes de que la palabra demolici¨®n, en Marbella, no existe.
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