M¨¢s de 4.100 migrantes han pasado a Francia por Ir¨²n este a?o

Jon es uno de los responsables de Irungo Harrera Sarea, la red de acogida que ve c¨®mo cada vez m¨¢s migrantes cruzan el r¨ªo Bidasoa a nado por alguno de los 10 kil¨®metros en los que hace de frontera con Francia: ¡°Si no los han parado ni el Atl¨¢ntico ni el Mediterr¨¢neo, ?c¨®mo los va a parar el r¨ªo de Ir¨²n?... Y es un error terrible¡±.

En lo que va de a?o han pasado la frontera de manera ilegal ¡ªla mayor¨ªa andando, en coche o autob¨²s y un n¨²mero creciente a nado¡ª 4.100 migrantes, seg¨²n los datos del Gobierno vasco, una cifra que basa en la ocupaci¨®n de sus recursos. A ella hay que sumar las personas se alojaron en albergues de la Cruz Roja y quienes desconf¨ªan de la ayuda institucional y no recurren a ella. Medio centenar permanecen en Ir¨²n a la espera de cruzar a Francia sin descartar lanzarse al r¨ªo.

Esa nueva v¨ªa ya se ha cobrado dos vidas este a?o. El domingo falleci¨® ahogado un hombre que intentaba cruzar a la otra orilla. Y otro, Yaya, de Costa de Marfil y de 28 a?os, muri¨® de la misma manera en mayo. En abril, un tercero se hab¨ªa quitado la vida arroj¨¢ndose al cauce.

Si en 2019 usaron los recursos asistenciales del Gobierno vasco 4.244 migrantes, solo en los ocho meses de 2021 ya los han utilizado 4.100. En 2020, el a?o de la pandemia, el Gobierno vasco registr¨® 3.493 migrantes. As¨ª resume este contexto el director de Migraci¨®n y Asilo del Gobierno vasco, Xabier Legarreta, para dar la medida del problema. El punto negro de Ir¨²n es mucho m¨¢s que un goteo de migrantes. Es un aut¨¦ntico chorro. ¡°Este pasado viernes utilizaron los recursos del Gobierno vasco en el ¨¢rea de Ir¨²n 80 personas en tr¨¢nsito hacia el norte; el s¨¢bado, 60; y el domingo quedaban 20¡±, explica Legarreta. El director regional de Migraci¨®n pone en valor que se trata de un ¡°drama humanitario¡±.

Legarreta reclam¨® el lunes, consciente de que se trata de un fen¨®meno imparable y que habr¨ªa que crear ¡°corredores humanitarios seguros¡±: La UE ¡°tiene que tomar cartas en el asunto¡±. La red de Ir¨²n contabiliza de media unos 20 o 30 migrantes cada d¨ªa. ¡°El 95%, procedentes de Canarias¡±, explica Jon. ¡°Una vez en la pen¨ªnsula, se las ingenian para subir hasta Ir¨²n en su camino hacia el norte de Europa¡±.

Pero al llegar a Ir¨²n se encuentran con que la frontera est¨¢ blindada. La causa oficial al otro lado es la pandemia. Hay controles a los viandantes, a los que van en tren e incluso a los que pasan en peque?os barcos. ¡°Y no son controles generales, son selectivos, solo piden la documentaci¨®n a los que parecen ¨¢rabes o subsaharianos¡±, puntualiza el portavoz de la red local de ayuda. Los identifican y, si su documentaci¨®n no est¨¢ en orden, los devuelven a Espa?a. Hasta dos y tres veces en muchos casos, sin pasar por la polic¨ªa espa?ola. Los dejan en el puente de Santiago o en el de Behobia. ¡°La desesperaci¨®n est¨¢ empezando a causar estragos entre los migrantes que tienen peor suerte¡±, asegura este portavoz. ¡°Y en esa desesperaci¨®n hacen lo que sea por seguir su camino¡±.

Diez kil¨®metros ¡°imposibles de controlar las 24 horas¡±

Sin embargo, el r¨ªo no es, en ning¨²n caso, una opci¨®n. Aunque la polic¨ªa vasca vigila a petici¨®n del Ejecutivo auton¨®mico la ribera del Bidasoa a su paso por Ir¨²n, esa decena de kil¨®metros que hacen frontera son ¡°imposibles de controlar las 24 horas¡±, asegura un agente de la comisar¨ªa de la localidad guipuzcoana. La vigilancia, dice, es cada vez m¨¢s intensa.

Pese a todo, supone un coladero. ¡°No es raro ver a cuatro o cinco cruzando en grupo¡±, dice Jon. ¡°El problema¡± es que se est¨¢ corriendo la voz entre ellos de que cruzar el Bidasoa es f¨¢cil porque en algunos sitios apenas si hay 40 o 50 metros entre orillas y con la marea baja parece que se puede pasar andando.

¡°El r¨ªo es una ilusi¨®n¡±, dice Adri¨¢n, de la Sociedad Deportiva Santiagotarrak, de Ir¨²n, que se dedica al remo y al pirag¨¹ismo. Sus miembros se conocen el Bidasoa como la palma de la mano. ¡°Ven la otra orilla muy cerca, pero en realidad est¨¢ muy lejos, y si vienen cansados o desnutridos o no saben nadar bien es una trampa en algunos puntos¡±.

La pirag¨¹ista y medallista ol¨ªmpica Maialen Chourraut sol¨ªa entrenar en la denominada curva de San Miguel, a unos tres kil¨®metros de la Isla de los Faisanes (en direcci¨®n contraria a la desembocadura), donde el domingo falleci¨® un migrante. Es una zona de unos 150 metros de r¨¢pidos que, cuando la marea est¨¢ alta, sirve para los especialistas en descenso en aguas bravas. Con marea baja hay que tener cuidado ante la abundancia de pozas.

El primer migrante fallecido muri¨® en la Isla de los Faisanes, en la parte m¨¢s cercana a Francia, donde el cauce se hace profundo. En ese tramo se pasa de tener el agua por la rodilla al hundimiento. Se llamaba Yaya y viajaba con su sobrino, que s¨ª sobrevivi¨®. Yaya trabaj¨® de alba?il y taxista para viajar a Europa. Se embarcaron en una patera en el S¨¢hara Occidental y despu¨¦s de cinco d¨ªas a la deriva alcanzaron Canarias. Primero recal¨® en M¨¢laga y despu¨¦s lleg¨® como pudo a Ir¨²n. El Bidasoa se lo trag¨®. ¡°La gente se est¨¢ muriendo porque no se les facilita el paso¡±, critica Anaitze Agirre, otra portavoz de la red Irungo Harrera Sarea.

¡°El tap¨®n que las autoridades francesas est¨¢n generando en Ir¨²n favorece adem¨¢s el negocio de los pasantes¡±, explica Jon. Entre quienes dicen organizar un paso seguro al otro lado y les dejan en la orilla y quienes les cobran 50 euros para pasarles y les enga?an ¡°se est¨¢ generando un negocio que empieza a ser peligroso¡±.

Hakim se concentr¨® ayer en la plaza de San Juan de Ir¨²n para denunciar la muerte de un compa?ero que, como ¨¦l, buscaba seguir su ruta y falleci¨® ahogado en el Bidasoa. Todav¨ªa no est¨¢ identificado. Solo saben por las huellas que no estaba fichado. A d¨ªa de hoy, Hakim asegura que no va a pasar a Francia a nado. Aunque quiz¨¢s lo diga con la boca peque?a. Si solo existe esa opci¨®n, si el resto de las v¨ªas est¨¢n cerradas... ?Qui¨¦n sabe?