Los gestos de distensi¨®n anticipan el final de la crisis diplom¨¢tica con Marruecos
Rabat y Madrid se encaminan a una normalizaci¨®n de las relaciones bilaterales entre medidas para rebajar el conflicto y recuperar la confianza mutua
Los silencios en diplomacia son tan importantes como las palabras. Y los gestos, m¨¢s elocuentes que cualquier declaraci¨®n. La crisis diplom¨¢tica entre Espa?a y Marruecos, que se desencaden¨® tras la acogida en Espa?a del l¨ªder del Frente Polisario, Brahim Gali, para tratarse de una grave afecci¨®n de la covid, sigue abierta. Lo estar¨¢, oficialmente, hasta que la embajadora de Rabat en Madrid, Karima Benyaich, llamada a consultas el pasado 18 de mayo, regrese a su puesto. Sin embargo, los gestos amistosos por parte de Rabat se han multiplicado en las ¨²ltimas semanas y anticipan que el final est¨¢ cerca.
En el palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Exteriores, no pas¨® desapercibido que Mohamed VI no mencionara la crisis con Espa?a en su discurso del trono, el pasado 31 de julio. El primer paso para apagar un incendio es no arrojarle m¨¢s le?a; y no escalar es empezar a desescalar. El rey Felipe VI le correspondi¨® con un mensaje de felicitaci¨®n por el 22? aniversario de su coronaci¨®n.
El 5 de agosto, el Ministerio de Exteriores marroqu¨ª levant¨® el veto a la Embajada espa?ola en Rabat y la invit¨® a participar, junto al resto del cuerpo diplom¨¢tico, en una visita a la sede del servicio antiterrorista. Un gesto protocolario, pero significativo, pues el embajador de Espa?a, Ricardo D¨ªez-Hochleitner, a quien nunca se retir¨® de Rabat, fue condenado al ostracismo y excluido de este tipo de actos desde el inicio de la crisis.
M¨¢s significativo ha sido que las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes se emplearan a fondo para evitar, al menos en parte y hasta en cuatro ocasiones en menos de diez d¨ªas, el salto de la valla de Melilla por parte de inmigrantes: el 1 de agosto, el 2, el 3 y el 9, con grupos de hasta un centenar de subsaharianos cada vez. Y siempre en cooperaci¨®n con la Guardia Civil.
Durante la primera semana de agosto la Marina Real marroqu¨ª rescat¨® a cuatro pateras con 180 personas a bordo que partieron desde Tarfaya hacia las Canarias, seg¨²n inform¨® Efe.
Estos gestos visibles se producen en paralelo a conversaciones discretas entre los dos gobiernos. Tras un periodo de incomunicaci¨®n en que solo eran posibles los contactos a trav¨¦s de terceros ¡ªlas instituciones europeas o pa¨ªses como Francia¡ª se restableci¨® un canal directo. Antes de la sustituci¨®n de la anterior ministra de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya, por Jos¨¦ Manuel Albares, se produjeron reuniones entre D¨ªez-Hochleitner y Benyaich en Rabat, y entre esta ¨²ltima y la entonces directora general para el Magreb del Ministerio de Exteriores, Eva Mart¨ªnez. Las conversaciones han continuado con el nuevo equipo, rodeadas siempre de la m¨¢xima discreci¨®n, y ni siquiera ha trascendido si Albares ha hablado ya con su hom¨®logo marroqu¨ª, Naser Burita.
La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, elev¨® el pasado lunes las expectativas al asegurar que las relaciones bilaterales son ya ¡°muy buenas¡± y vaticinar resultados ¡°en los pr¨®ximos d¨ªas¡±. Preguntada por los periodistas, Mateos declar¨®: ¡°Hubo una crisis cuyas causas son conocidas y no hace falta repetir, pero ha habido un cambio en el Ministerio [de Exteriores, con la llegada de Albares] y se han retomado las relaciones, que estuvieron un poco paradas, pero ahora son muy buenas y en los pr¨®ximos d¨ªas lo vais a ver¡±.
Fuentes diplom¨¢ticas reconocen que la soluci¨®n de la crisis va por buen camino, pero creen que a la delegada ¡°se le calent¨® la boca¡±, porque a¨²n quedan obst¨¢culos por retirar. Por lo pronto, las secuelas del momento ¨¢lgido de la crisis, entre el 17 y el 19 de mayo, cuando Marruecos facilit¨® la entrada en Ceuta de m¨¢s de 10.000 inmigrantes irregulares. En la ciudad quedan casi 800 adultos y 700 ni?os y adolescentes, sin contar con los instalados en asentamientos irregulares. M¨¢s de 1.200 han pedido protecci¨®n internacional para poder pasar a la Pen¨ªnsula. Las fronteras de Marruecos con Ceuta y Melilla siguen cerradas a cal y canto desde que se declar¨® la pandemia y uno de los asuntos que deben abordar los dos pa¨ªses es en qu¨¦ condiciones se reabren, cuando la situaci¨®n sanitaria lo permita. La delegada en Ceuta ha advertido de que habr¨¢ un endurecimiento de los controles, limitando el paso a los trabajadores transfronterizos de alta en la Seguridad Social, los turistas y los familiares de los ceut¨ªes.
El Gobierno ha sugerido la posibilidad de incluir a Ceuta y Melilla en Schengen, el espacio europeo sin fronteras, lo que implicar¨ªa que los habitantes de las localidades marroqu¨ªes vecinas necesitar¨ªan visado para entrar. ¡°Si no es posible desarrollarlas con su entorno marroqu¨ª, habr¨¢ que hacerlo como islas¡±, alegan fuentes diplom¨¢ticas.
El que estas cuestiones no se conviertan en nuevo motivo de fricci¨®n requiere mucho di¨¢logo entre ambas partes, admiten las mismas fuentes. Lo que solo ser¨¢ posible cuando se logre la plena normalizaci¨®n y se restablezcan los canales; no solo con Exteriores e Interior, con el que nunca se interrumpieron del todo, sino con todos los ministerios.
Cumplido un mes en el cargo, sigue pendiente la visita a Rabat del nuevo jefe de la diplomacia espa?ola. A estas alturas, las urgencias por acudir a Marruecos antes que a ning¨²n otro pa¨ªs ¡ªya ha viajado a Reino Unido y Per¨²¡ª se han pasado. A Albares no le vale solo con una foto con Burita, si no hay garant¨ªas de que los problemas que han provocado esta crisis no se reproducen al poco tiempo.
Adem¨¢s del regreso a Madrid de la embajadora, la visita de Albares a Rabat deber¨ªa ir seguida, seg¨²n los expertos, de la celebraci¨®n de la reuni¨®n de alto nivel (RAN) prevista para diciembre de 2020 y suspendida unilateralmente por Marruecos con solo una semana de antelaci¨®n sin que luego se encontrara fecha para celebrarla. Es el marco previsto en el Tratado de Amistad y Buena Vecindad que firmaron los dos pa¨ªses en 1991.
La condici¨®n previa es recuperar la confianza mutua ¡ªque Rabat declar¨® perdida tras la entrada de Gali en Espa?a sin que se le informara¡ª y ese objetivo buscan los gestos de estos d¨ªas.
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