Pascual Sala, expresidente del Supremo y del CGPJ: ¡°En tiempos de Aznar, renovamos el Consejo con una dimisi¨®n colectiva¡±
La renuncia de seis vocales del Gobierno de los jueces forz¨® el pacto tras las elecciones de 1996
El Consejo General del Poder Judicial vivi¨® en 1996, coincidiendo con la llegada de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar al poder, una situaci¨®n relativamente similar a la actual, aunque mucho menos duradera. El retraso en la renovaci¨®n del ¨®rgano de gobierno de los jueces dur¨® ocho meses, y no casi tres a?os como ahora. Pero se hall¨® una soluci¨®n dr¨¢stica. Pascual Sala, que presid¨ªa entonces la c¨²pula judicial, lo describe con una afirmaci¨®n categ¨®rica: ¡°El retraso lo solucionamos con una dimisi¨®n colectiva, que desactiv¨® el Consejo. As¨ª conseguimos la renovaci¨®n¡±.
Fueron seis los vocales de la instituci¨®n que presentaron su dimisi¨®n, que ya ten¨ªa otros tres puestos vacantes anteriores por otros motivos. Se trataba de un n¨²mero calculado de antemano, porque con esas renuncias el Consejo se quedaba con 11 miembros, y por tanto sin qu¨®rum, sobre todo para efectuar nombramientos. Fue mano de santo, y los partidos reaccionaron de inmediato.
¡°Una vez pasado el per¨ªodo electoral¡±, recuerda Pascual Sala, ¡°me fui a ver a Aznar para decirle que ese asunto hab¨ªa que arreglarlo r¨¢pidamente. Aznar me dijo que ¨¦l no se ocupaba de esas cosas, que en todo caso se iban a negociar en el Parlamento¡±. El siguiente paso, por tanto, consisti¨® en llamar a la puerta de las C¨¢maras. ¡°Fui a ver a Federico Trillo (PP), que acababa de ser elegido presidente del Congreso, y le advert¨ª de la situaci¨®n. Y luego hice lo mismo con Jos¨¦ Ignacio Barrero (PP), que tambi¨¦n empezaba mandato en la presidencia del Senado. Trillo me dijo enseguida que se ocupar¨ªa del asunto. No s¨¦ qu¨¦ hicieron concretamente ¨¦l y Barrero, pero se consigui¨® que los partidos se movieran, y hubo acuerdo¡±.
Lo que le cont¨® Pascual Sala a los presidentes de ambas C¨¢maras era que de inmediato iba a admitir las dimisiones de seis vocales del Consejo del Poder Judicial ¡ªcuatro de ellos elegidos a propuesta del PSOE (Juan Antonio Xiol, Ignacio Sierra, Soledad Mestre y Ana P¨¦rez T¨®rtola), uno del PP (Javier G¨®mez de Lia?o) y otro de IU (Rafael Saraz¨¢)¡ª. Y que con ello el Consejo iba a quedar ¡°inoperante¡±.
El mandato de Sala hab¨ªa terminado en noviembre de 1995. Las elecciones fueron el 3 de marzo siguiente, y Aznar tom¨® posesi¨®n el 5 de mayo de 1996. Las gestiones de Pascual Sala para lograr la renovaci¨®n se desarrollaron entre finales de marzo y principios de julio, una vez constituidas las Cortes salidas de las elecciones, en las que el PP obtuvo 156 diputados, y el PSOE 141, con una diferencia de 290.328 votos entre ambos partidos. La dimisi¨®n de seis vocales del Consejo para forzar la renovaci¨®n se produjo el 27 de marzo. Pascual Sala, a su vez, fue relevado al frente del Consejo y del Supremo por Javier Delgado el 25 de julio del mismo a?o.
Aquella renovaci¨®n del Consejo se produjo en un momento en que al partido entrante en el poder, el PP, le interesaba una nueva c¨²pula judicial en sinton¨ªa con los nuevos equilibrios parlamentarios. Ahora, en cambio, la situaci¨®n es distinta. El PP est¨¢ en la oposici¨®n, y la falta de acuerdos para renovar las instituciones permite que en la pr¨¢ctica permanezcan mayor¨ªas conservadoras tanto en el Consejo del Poder Judicial como en el Constitucional y el Tribunal de Cuentas.
Al margen de las circunstancias de cada etapa, para Pascual Sala lo que est¨¢ muy claro es que ¡°Espa?a cuenta con una justicia independiente, completamente independiente¡±. ¡°Sin embargo¡±, a?ade, ¡°la imagen que estamos dando en Europa es que nuestra justicia se encuentra en una situaci¨®n equivalente a las de Polonia y Hungr¨ªa, y resulta lamentable¡±.
Incumplimiento flagrante de la Constituci¨®n
Pascual Sala considera que la situaci¨®n actual del Consejo supone ¡°un incumplimiento flagrante de la Constituci¨®n¡±. A?ade que ¡°si pasara lo mismo en otros ¨®rganos del Estado, la democracia en Espa?a no existir¨ªa, porque este bloqueo durante m¨¢s de 1.000 d¨ªas resulta incomprensible e injustificable¡±.
El expresidente del Consejo fue luego magistrado del Constitucional en otra etapa complicada, la de la sentencia del Estatut, donde tambi¨¦n hubo retrasos en la renovaci¨®n, y donde sucedi¨® en la presidencia a Mar¨ªa Emilia Casas. Con el bagaje de esa experiencia acumulada, advierte: ¡°Yo no quiero decirle a nadie lo que tiene que hacer, y por tanto lo que cuento no es porque busque dar consejos¡±. A su juicio, ¡°cada cual tiene sus motivos para actuar como crea conveniente, y decisiones as¨ª dependen de la libre voluntad de cada persona¡±.
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