S¨¢nchez confirma que ir¨¢ a la mesa de di¨¢logo para Catalu?a este mi¨¦rcoles y rechaza negociar sobre la autodeterminaci¨®n
El presidente del Gobierno asegura que habr¨¢ que ¡°votar un acuerdo y no un desacuerdo¡±
Se guard¨® la confirmaci¨®n hasta el final, pero casi todos los interlocutores daban por hecho que ir¨ªa. Pedro S¨¢nchez anunci¨® el lunes en una entrevista en TVE que, como reclamaban los independentistas, liderar¨¢ la delegaci¨®n del Gobierno central en la mesa de di¨¢logo que est¨¢ previsto convocar este mi¨¦rcoles en Barcelona. Pero a la vez ha marcado el terreno y los l¨ªmites: S¨¢nchez pide a los soberanistas que no centren esa cita en el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, porque eso es inaceptable para el Gobierno y solo llevar¨ªa a la frustraci¨®n.
¡°Voy a ir. Yo liderar¨¦ esa delegaci¨®n del Gobierno de Espa?a. Tendr¨¦ la oportunidad de encontrarme con el president [Pere Aragon¨¨s]. Y probablemente ser¨¢ el mi¨¦rcoles¡±, avanz¨® S¨¢nchez. El presidente reclama a los independentistas evitar el fiasco de una cita centrada solo en la autodeterminaci¨®n, algo que el Ejecutivo no entrar¨¢ a negociar en ning¨²n momento. ¡°Empecemos por las cuestiones en las que nos podemos entender¡±, reclam¨®. ¡°El refer¨¦ndum, no solo es que est¨¦ fuera de la Constituci¨®n, es que no es lo que necesita Catalu?a en este momento, m¨¢s fracturas. Adem¨¢s, lo que sea Espa?a lo tenemos que decidir entre todos los espa?oles¡±, zanj¨® el presidente. S¨¢nchez ha recordado que ¡°de 45 puntos¡± que siempre ha reclamado el independentismo ¡°44 tienen una respuesta afirmativa, y solo uno negativo, que es el refer¨¦ndum¡±. ¡°Apostemos por avanzar en las cosas en las que nos podemos encontrar m¨¢s cerca¡±, insisti¨®.
S¨¢nchez subraya que no hay posibilidad de refer¨¦ndum, ni siquiera consultivo, y reivindica que hay que votar despu¨¦s de acordar, como se hizo con la reforma del Estatuto en 2006. ¡°Un dem¨®crata, dentro de la Constituci¨®n, no tiene ning¨²n problema en apelar al voto. Pero dentro del acuerdo. Si llegamos a un acuerdo ser¨¢ refrendado dentro de la Constituci¨®n. Si vamos a un programa de m¨¢ximos, la conversaci¨®n va a durar poco. No podemos trasladar a la ciudadan¨ªa un desacuerdo¡±, ha asegurado.
S¨¢nchez reivindica que su pol¨ªtica de di¨¢logo ha logrado calmar el ambiente en Catalu?a: ¡°La situaci¨®n es diametralmente distinta de lo que nos encontramos en 2019, con Barcelona en llamas. Mi tarea es reducir la distancia entre los catalanes. Creo que lo estamos logrando¡±.
La mesa de di¨¢logo es uno de los elementos centrales de la legislatura, y forma parte del pacto de investidura que alcanzaron el PSOE y ERC despu¨¦s de intensas semanas de reuniones secretas que hicieron que los republicanos se abstuvieran y permitieran as¨ª, por solo dos votos, que S¨¢nchez saliera elegido presidente en enero de 2020. En esos encuentros, en los que hab¨ªa tres representantes del PSOE y tres de ERC, se pact¨® con detalle un documento que b¨¢sicamente inclu¨ªa la creaci¨®n de la mesa de di¨¢logo, que solo se reuni¨® una vez porque la pandemia cambi¨® por completo las prioridades de todos.
Pero en el fondo, pasado un a?o y medio, las posiciones siguen siendo muy similares, aunque la situaci¨®n pol¨ªtica ha cambiado mucho, sobre todo por la concesi¨®n de los indultos a los presos del proc¨¦s. En ese documento de enero de 2020 se hablaba de ¡°resolver el conflicto mediante el di¨¢logo, la negociaci¨®n y el acuerdo, superando la judicializaci¨®n del mismo¡±. Tras la medida de gracia, ese asunto ha pasado a un segundo plano.
Los indultos han devuelto a los dirigentes encarcelados a la calle, una de las cuestiones que m¨¢s complicaba todas las negociaciones con ERC. Pero los republicanos han hecho de la mesa la gran justificaci¨®n para su apoyo al PSOE no solo en la investidura, sino despu¨¦s en los Presupuestos ¡ªdonde pasaron de la abstenci¨®n al s¨ª¡ª y en pr¨¢cticamente todas las votaciones importantes.
La apuesta de ERC por apoyar a los socialistas es de fondo, porque Oriol Junqueras, su l¨ªder, ha teorizado que el independentismo debe ¡°ampliar su base¡± antes de volver a pensar en una escalada como la de 2017, y mientras eso sucede cree que la mejor opci¨®n es colaborar con el Ejecutivo central. Pero para defender esa posici¨®n dentro del independentismo, donde ya est¨¢ sufriendo muchas cr¨ªticas ¡ªen la manifestaci¨®n de la Diada el pasado s¨¢bado hubo abucheos y gritos de ¡°botifler (traidor)¡± para el propio Junqueras, algo dif¨ªcil de imaginar hace poco para alguien que ha estado casi cuatro a?os en la c¨¢rcel¡ª, ERC necesita justificarlo con los avances de la mesa de di¨¢logo, y por eso su apuesta es tan fuerte con este instrumento.
Adem¨¢s ahora ERC controla la mesa, al contrario de lo que suced¨ªa cuando la presid¨ªa Quim Torra, en 2020, y de alguna manera la boicoteaba. La mesa, dec¨ªa el acuerdo de 2020 que sigue en la base de la negociaci¨®n, ¡°partir¨¢ del reconocimiento y legitimidad de todas las partes y propuestas y que actuar¨¢ sin m¨¢s l¨ªmites que el respeto a los instrumentos y a los principios que rigen el ordenamiento jur¨ªdico democr¨¢tico¡±.
El texto pactado a?ad¨ªa: ¡°En este espacio deber¨¢n buscarse acuerdos que cuenten con un apoyo amplio de la sociedad catalana. En este sentido, ambas partes se comprometen a impulsar la efectividad de los acuerdos que se adopten a trav¨¦s de los procedimientos oportunos. Las medidas en que se materialicen los acuerdos ser¨¢n sometidas en su caso a validaci¨®n democr¨¢tica a trav¨¦s de consulta a la ciudadan¨ªa de Catalunya, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jur¨ªdico-pol¨ªtico¡±.
Cada una de estas palabras se negoci¨® durante semanas. Ninguna es casual. Pero el gran problema de fondo sigue en el mismo sitio: c¨®mo y qu¨¦ votar. El Gobierno apostar¨ªa por una votaci¨®n absolutamente legal y prevista en la Constituci¨®n, que es votar a posteriori en refer¨¦ndum una reforma del Estatut pactada, como se hizo en 2006. Es la tesis en la que siempre insist¨ªa Alfredo P¨¦rez Rubalcaba: votar un acuerdo, y no un desacuerdo, que es lo que sucede en un refer¨¦ndum de independencia. Es lo que se hizo en la Constituci¨®n y en la reforma del Estatut, votar despu¨¦s de que los pol¨ªticos lleguen a un acuerdo.
Sin embargo, los independentistas quieren un voto de s¨ª o no sobre la independencia, como en Escocia o en Quebec. Y eso, insiste el Ejecutivo central, es completamente inviable porque es anticonstitucional y jam¨¢s un Gobierno espa?ol lo podr¨¢ aceptar, se?alan en La Moncloa. Por eso, dadas la complejidad del asunto y la lejan¨ªa de las posiciones, de esta primera mesa no se espera mucho m¨¢s que un acuerdo en la metodolog¨ªa de los pr¨®ximos encuentros. Solo el hecho de que las reuniones sigan adelante ya ser¨ªa un gran logro, dado lo mucho que ha costado ponerse de acuerdo en los participantes, el contenido e incluso la fecha. Y dadas las cr¨ªticas a la propia existencia de la mesa que llegan de Junts y de todo su entorno. El camino parece pues muy dif¨ªcil. Pero de momento hay camino, y no es poco.
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