Dos a?os con cambios que perdurar¨¢n
Las elecciones generales de 2019 marcaron el nacimiento de las coaliciones, llegadas para quedarse; a la izquierda y a la derecha
¡°Ahora s¨ª habr¨¢ gobierno progresista¡±. La noche del 10 de noviembre de 2019 el presidente en funciones, Pedro S¨¢nchez, proclam¨® apresurado que esta vez sin forcejos ni pulsos, habr¨ªa gobierno. Necesariamente de coalici¨®n. Una novedad en Espa?a que no se daba desde la II Rep¨²blica. Le falt¨® a?adir que la celebraci¨®n de elecciones a seis meses de las anteriores solo hab¨ªan producido m¨¢s fragmentaci¨®n, con una subida imponente de la ultraderecha, batacazo del partido que aspiraba a ser el fiel de la balanza, Ciudadanos, y bajada para la izquierda. Este fue el fruto de la incapacidad de los partidos que tuvieron en su mano formar gobierno. Aquellas elecciones marcaron el nacimiento de las coaliciones, llegadas para quedarse; a la izquierda y a la derecha.
En la noche electoral del 10 de noviembre de hace dos a?os el ganador, Pedro S¨¢nchez, no estaba euf¨®rico. Los resultados no hab¨ªan sido los previstos por lo que urg¨ªa un acuerdo r¨¢pido con Unidas Podemos. El pacto de coalici¨®n no supon¨ªa un giro de extremada brusquedad en sus contenidos. La discusi¨®n actual sobre la reforma laboral forma parte de la discusi¨®n de los socialistas desde que fuera aprobada la de 2012 por el gobierno de Mariano Rajoy. Derogaci¨®n ¨ªntegra, supresi¨®n de las partes m¨¢s da?inas para los trabajadores, un nuevo Estatuto de los Trabajadores... Estas son algunas de las variaciones sobre el mismo tema que ha hecho el PSOE en los ¨²ltimos a?os, antes de que Unidas Podemos formara parte de su vida.
La decisi¨®n tras la toma de posesi¨®n del Gobierno en enero de 2020 fue imprimir un ritmo potente a las reformas. El crecimiento econ¨®mico era saludable, las expectativas eran de continuidad; buen momento para comenzar las reformas e inyectar al sistema dosis significativas de pol¨ªticas sociales, mientras se crec¨ªa.
El Gobierno tom¨® posesi¨®n en enero y se preparaba para impresionar con sus ambiciosos planes. Solo ocho semanas despu¨¦s, cay¨® sobre Espa?a la pandemia de la covid. El mundo se par¨®. La lucha contra la epidemia era el ¨²nico objetivo en medio de la oscuridad y la falta inicial de recursos. De estos 24 meses quedan algunas certezas, como es la necesidad de un Estado con s¨®lidos cimientos p¨²blicos. Otra, de orden pol¨ªtico interno, es la liviandad de los cargos p¨²blicos cuya fortaleza les viene exclusivamente del presidente del Gobierno, hasta que decide dejarlos caer. La certeza de futuros a?os con gobiernos siempre de coalici¨®n est¨¢ bien apuntalada.
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