Casado, atrapado en el desaf¨ªo de Ayuso a su autoridad

Pablo Casado est¨¢ atrapado en el laberinto del conflicto con Isabel D¨ªaz Ayuso. El l¨ªder del PP ha entendido el pulso de la presidenta madrile?a como un desaf¨ªo a su autoridad y una cuesti¨®n de principios, lo que le dificulta cualquier movimiento para salir del embrollo. Casado cree que no puede adelantar el congreso del PP de Madrid, como reclama Ayuso, porque se interpretar¨ªa como una debilidad de su liderazgo, ni tampoco puede darle su apoyo en p¨²blico para presidir el partido, porque se lo impide su papel neutral como presidente nacional. As¨ª que no tiene mucho margen de maniobra. En su equipo de colaboradores m¨¢s cercano est¨¢n convencidos, por tanto, de que Casado no se va a mover. ¡°Est¨¢ haciendo lo correcto seg¨²n sus principios y no va a cambiarlo. Es un ejercicio de la autoridad del presidente¡±. En G¨¦nova se resignan a convivir con la disputa, a pesar del desgaste. ¡°Los problemas, por definici¨®n, tienen soluci¨®n. Si no lo tienen, no son problemas. Son circunstancias, y hay que aprender a vivir con ellas. Como esto no tiene soluci¨®n, hay que convivir con ello¡±, defienden en la direcci¨®n nacional. ¡°?Cu¨¢nto va a durar? No lo sabemos, pero lo de Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre se alarg¨® tres a?os¡±.

De nada sirve que Casado y Ayuso escenifiquen un acercamiento. El sufl¨¦ no baja. El que hab¨ªan preparado el mi¨¦rcoles en la presentaci¨®n del libro de Mariano Rajoy tampoco sali¨® bien. Una pol¨¦mica ficticia rode¨® el posado de ambos ante los fot¨®grafos, porque pareci¨® que la presidenta de la Comunidad de Madrid evitaba situarse junto al l¨ªder del PP. En realidad, se trat¨® de un malentendido entre el intento del expresidente de colocarles juntos y la intervenci¨®n de la responsable de protocolo, pero poco import¨®. El enredo del photocall, retransmitido en directo en televisi¨®n y en las redes sociales al estilo de un acontecimiento deportivo, fue la noticia de mayor impacto de la semana en el principal partido de la oposici¨®n. ¡°?Le ha hecho la cobra Ayuso a Casado?¡±, pregunt¨® al d¨ªa siguiente un periodista al secretario general del PP, Teodoro Garc¨ªa Egea, en una comparecencia en Valencia. Cuatro de las cinco preguntas fueron sobre el mismo tema. Al PP le cuesta cada semana colocar cualquier mensaje de oposici¨®n.

La situaci¨®n empieza a agotar al equipo del l¨ªder del PP. ¡°?Qu¨¦ tienen que hacer, un beso con lengua?¡±, se preguntan con iron¨ªa en G¨¦nova. ¡°Han estado hablando, han posado juntos, ?Qu¨¦ m¨¢s gestos hacen falta?¡±. La direcci¨®n admite su preocupaci¨®n por el problema comunicativo que le est¨¢ provocando la pugna con Ayuso. El trabajo de Casado queda continuamente eclipsado por la disputa interna. Esta semana, el PP hab¨ªa planificado la agenda en torno al d¨ªa de la Constituci¨®n con discursos y actos del l¨ªder para presentarse como el principal pol¨ªtico constitucionalista, criticando a Pedro S¨¢nchez porque sus socios cuestionan la Carta Magna y marcando distancias con Vox.

El lunes, en un discurso en el Congreso, Casado critic¨® a ¡°algunos sectores de la derecha, dispuestos a poner en cuesti¨®n partes fundamentales del acuerdo constituyente, como el Estado auton¨®mico o la circunscripci¨®n provincial¡±, en referencia al partido de Santiago Abascal. El martes persisti¨® en esa l¨ªnea cargando contra los populismos en una charla con la premio Pulitzer Anne Applebaum ¡ªel mismo d¨ªa que Ayuso anunci¨® un pacto de Presupuestos con Vox¡ª y el jueves viaj¨® a Grecia para reunirse con el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, en una buscada imagen junto a un l¨ªder liberal europeo al que le gustar¨ªa emular. El mandatario griego logr¨® derrotar a la extrema izquierda de Syriza y alcanzar una mayor¨ªa absoluta recuperando voto de los neonazis Amanecer Dorado. Casado, no obstante, mantiene sus contradicciones al afrontar el fen¨®meno de la extrema derecha, porque el viernes, tras una visita al presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, propuso que los Estados aseguren su integridad territorial ante la presi¨®n migratoria tambi¨¦n con sus Armadas. La propuesta entra de lleno en la ofensiva de los ultras contra la inmigraci¨®n y ya la hab¨ªa formulado Vox.

Pero todo ello apenas tuvo eco en los peri¨®dicos. La guerra con Ayuso opaca la acci¨®n pol¨ªtica del l¨ªder del PP y le desgasta, aunque en G¨¦nova creen que a la l¨ªder madrile?a tambi¨¦n le empieza a pasar factura, porque ¡°no luce su gesti¨®n¡±. Ayuso sigue omnipresente en los medios, hasta en los extranjeros. Esta semana The Wall Street Journal dedica un reportaje a ¡°la pol¨ªtica conservadora m¨¢s importante¡± de Espa?a ¨DAyuso¨D en el que ella ¡°bromea¡± al final de la entrevista sobre su futuro. ¡°Cuando acabe aqu¨ª [por la Comunidad de Madrid], volver¨¦ a ser periodista¡±, declara. En The Daily Telegraph aparec¨ªa hace unos d¨ªas este titular en portada: ¡°La l¨ªder de Madrid ataca los confinamientos de la izquierda¡±. ¡°Las noticias positivas que salen de Espa?a en la prensa internacional solo se refieren a Ayuso¡±, reivindican en el equipo de la presidenta. En la Puerta del Sol cuentan que G¨¦nova les pidi¨® que la l¨ªder madrile?a dejara de hacer entrevistas en medios internacionales para no dejar en mal lugar a Casado. Ella no ha aceptado la orden y sigue exprimiendo su ola de popularidad con una tourn¨¦e medi¨¢tica.

En paralelo, una nueva variable ha aparecido en el conflicto: el calendario electoral. G¨¦nova calcula como probable que se celebren elecciones en Castilla y Le¨®n en primavera, lo que obligar¨ªa a retrasar el congreso del PP de Madrid por lo menos a mayo. En el partido algunos dirigentes advierten de que Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco podr¨ªa llevarse un susto en las urnas pagando el conflicto interno si no se ha resuelto antes. ¡°Votar a Vox all¨ª sale gratis¡±, alerta un alto cargo madrile?o.

Aguantar el pulso a Ayuso es una decisi¨®n muy personal de Casado, y hay voces que apuntan a que en su entorno hay dudas sobre la estrategia, pero todas las fuentes consultadas en la direcci¨®n respaldan al l¨ªder. Algunos colaboradores creen que cuanto m¨¢s se le presione, menos se mover¨¢. ¡°Pablo no se parece en casi nada a Rajoy, pero en algo s¨ª: cuando m¨¢s les aprietas, m¨¢s se quedan en su posici¨®n¡±. El l¨ªder popular ha resistido a las presiones sobre la investidura de Pedro S¨¢nchez, sobre los indultos y sobre el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial, recuerdan en su entorno. El problema es que en este caso el embate viene de su principal activo electoral, lo que presenta a Casado ante un dilema casi de susto o muerte: sin una Ayuso alineada con ¨¦l, hoy por hoy parece dif¨ªcil ganar unas elecciones generales.