Francisco muri¨® a golpes entre los invernaderos de El Ejido por una discusi¨®n por la venta de un coche
Una investigaci¨®n policial lleva a detener al presunto autor de la muerte en El Ejido de un hombre de 83 a?os, con el que discuti¨® por el precio de un veh¨ªculo
La luz de su casa estaba encendida. La dentadura postiza, en el vaso. Parec¨ªa que Francisco L¨®pez, de 83 a?os, acababa de salir de su domicilio en Venta Carmona, localidad del municipio de El Ejido (Almer¨ªa) y volver¨ªa en cualquier momento. Sin embargo, nadie le hab¨ªa visto en las ¨²ltimas 24 horas. Era 3 de diciembre de 2021 y los familiares acababan de denunciar su desaparici¨®n ante la Polic¨ªa Nacional. Los agentes intuyeron pronto que no se hab¨ªa ido por iniciativa propia. Y tras las primeras averiguaciones, a ¨²ltima hora de la noche, el inspector que se hab¨ªa puesto al mando de la investigaci¨®n coment¨® sus sensaciones al comisario de El Ejido, Rafael Rodr¨ªguez: ¡°Jefe, creo que esto tiene muy mala pinta¡±. Arranc¨® entonces un caso que tiene como escenario un laberinto de invernaderos, la venta de un Hyundai Coup¨¦ como trasfondo y un sospechoso que lo fue desde el primer momento. Se trata de Jos¨¦ Antonio M. C., de 44 a?os, con antecedentes y la ¨²ltima persona que hab¨ªa visto con vida al desaparecido. Ahora la polic¨ªa est¨¢ convencida de que fue ¨¦l quien mat¨® a la v¨ªctima. Lo detuvo el 25 de enero. Ya est¨¢ en prisi¨®n.
La reconstrucci¨®n policial, a base de decenas de entrevistas, sostiene que Francisco quiso comprar un coche barato y alguien le recomend¨® que Jos¨¦ Antonio lo podr¨ªa ayudar. Era vecino y conocido de la familia, as¨ª que confi¨® en ¨¦l. Jos¨¦ Antonio, a pesar del poco presupuesto, encontr¨® un viejo veh¨ªculo en Murcia y all¨¢ que se fue. Cost¨® poco m¨¢s de mil euros, pero a Francisco le dijo que hab¨ªan sido 2.000.
El enga?o qued¨® ah¨ª, hasta que dos meses m¨¢s tarde el comprador quiso vender el coche. Ya no le serv¨ªa, y pidi¨® de nuevo ayuda al intermediario para ello. Encontr¨® comprador, pero la operaci¨®n se cerr¨® en 700 euros. 1.300 euros menos, pues, de lo que ¨¦l hab¨ªa pagado dos meses antes. Francisco se sinti¨® estafado y, seg¨²n la polic¨ªa, pidi¨® unas explicaciones a Jos¨¦ Antonio que no le convencieron. Llegaron a ir juntos a una gestor¨ªa, pero aquello sirvi¨® de poco. Francisco ¡°en alg¨²n momento, se encendi¨®¡±, seg¨²n describen fuentes policiales. Par¨® el coche en el que viajaban en una carretera apartada, oscura y entre invernaderos. Con una herramienta asest¨® un golpe fuerte en la cabeza a Francisco y lo mat¨® al instante. Ocult¨® el cuerpo con unos escombros con cierta premura y abandon¨® el lugar.
Llegar a estas conclusiones ha supuesto varias semanas del trabajo que comenz¨® aquel viernes 3 de diciembre despu¨¦s de que las hijas de Francisco denunciaran su desaparici¨®n. Jos¨¦ Antonio era el ¨²ltimo que lo hab¨ªa visto con vida, as¨ª que los polic¨ªas le pidieron que se acercara a la comisar¨ªa a declarar. Mostraba un ara?azo, que no supo justificar. S¨ª reconoci¨® los tratos relativos al coche y asegur¨® que ¨¦l le hab¨ªa dejado en casa el d¨ªa antes. Fue un interrogatorio duro. Al d¨ªa siguiente lo repitieron en busca de incongruencias. Las sospechas iniciales fueron tomando forma y, desde aquel d¨ªa, fue vigilado las 24 horas. Mientras, la posibilidad de que el desaparecido hubiera tenido un accidente se iba esfumando. Su cuerpo no aparec¨ªa.
La investigaci¨®n se desarroll¨® desde varios frentes. Por un lado, los agentes geolocalizaron los m¨®viles, que confirmaron que autor y v¨ªctima hab¨ªan estado juntos el jueves 2 de diciembre. Tambi¨¦n entrevistaron a numerosos amigos, vecinos y conocidos. Incluso a familiares, entre ellas al hijo del sospechoso, que asegur¨® haber visto a su padre aquel d¨ªa con una con una persona que encajaba con la descripci¨®n de Francisco: ¡°Muy mayor, de poco pelo y complexi¨®n gruesa¡±, afirm¨®, contradiciendo la versi¨®n de su progenitor, que hab¨ªa dicho no haber coincidido con la v¨ªctima en presencia de su hijo.
Por otro lado, los investigadores dividieron el municipio de El Ejido en sectores para organizar distintas batidas de b¨²squeda. La primera fue con la colaboraci¨®n de voluntarios, la segunda solo con agentes. Hubo m¨¢s. Particip¨® la unidad canina e incluso un helic¨®ptero. Buscaron en balsas, vertederos, descampados. ¡°Pero la zona es una compleja red con mil recovecos entre invernaderos. Era buscar una aguja en un pajar¡±, cuenta Rafael Rodr¨ªguez, comisario de El Ejido, que pidi¨® refuerzos a Madrid. La labor policial cont¨® entonces con una pizca de suerte. El 21 de diciembre alguien se detuvo en una carretera a 10 kil¨®metros de Venta Carmona y vio un cuerpo entre los escombros. Llam¨® a la polic¨ªa. Las huellas dactilares y la ropa confirmaron ese mismo d¨ªa lo que la inspecci¨®n ocular invitaba a pensar. Era Francisco.
Fractura craneal
El cad¨¢ver ten¨ªa una fractura abierta frontal en la zona izquierda del cr¨¢neo que, seg¨²n los indicios, pudo realizarse con alguna herramienta que no ha sido hallada. La polic¨ªa judicial recogi¨® algunas evidencias y las envi¨® al laboratorio de ADN de la Jefatura Superior de Granada. Los investigadores cre¨ªan ya saber qui¨¦n hab¨ªa sido el autor de los hechos. ¡°La hip¨®tesis del sospechoso n¨²mero uno cobra fuerza entonces¡±, dice el comisario. Los datos cient¨ªficos lo confirmaron. Hab¨ªa restos gen¨¦ticos de Jos¨¦ Antonio M. C. en la hebilla del cintur¨®n y la chaqueta del fallecido, as¨ª como en sus u?as, que la polic¨ªa relaciona con el ara?azo que mostraba su supuesto asesino y que le pudo propinar en su defensa. La autopsia se?al¨®, adem¨¢s, que la muerte se hab¨ªa producido 17 d¨ªas antes, coincidiendo con el momento de la desaparici¨®n. ¡°Ten¨ªamos el m¨®vil, la causa de la muerte y la reconstrucci¨®n de lo sucedido¡±, subraya Rodr¨ªguez.
Vigilado las 24 horas desde el primer d¨ªa, los agentes decidieron dejar un tiempo m¨¢s al sospechoso en libertad. Quer¨ªan comprobar si hab¨ªa otra persona implicada. Cuando lo descartaron completamente, lo detuvieron. Fue el pasado martes 25 y el arrestado se neg¨® a hablar con los agentes. ¡°Estuvo callado, manifest¨® que no dir¨ªa nada¡±, relatan fuentes policiales. Sigui¨® sin reconocer los hechos m¨¢s tarde al juez Eduardo Mart¨ªnez, ante el que compareci¨® acusado de un delito de homicidio y que le envi¨® en la tarde del jueves a prisi¨®n comunicada y sin fianza. Caso cerrado.
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