Interior busca una norma para retirar los machetes de las calles

El machete o bolomachete es el arma fetiche de las bandas juveniles, un enorme cuchillo utilizado habitualmente en la selva para despejar vegetaci¨®n o cortar ca?a de az¨²car. Trasladado a la ciudad, su envergadura la convierte en un utensilio id¨®neo para mantener la distancia en el ataque o en la defensa, pero tambi¨¦n lo hace letal. El primer s¨¢bado de febrero, una noche negra en Madrid que se sald¨® con dos muertos y cinco heridos en enfrentamientos entre miembros de los Trinitarios y de los Dominican Don¡¯t Play (DDP), las c¨¢maras de la discoteca Independance, en la calle de Atocha, grabaron a Jaime Guerrero Mesoussi, Pepe, de 15 a?os, portando uno de esos enormes cuchillos en su mano mientras hu¨ªa. ¡°Acababa de arranc¨¢rselo del costado, tras ser atacado por un grupo rival¡±, apuntan fuentes policiales. Muri¨® desangrado sin que pudieran hacer nada por ¨¦l los servicios de emergencia. Solo hac¨ªa cinco meses que hab¨ªa dejado de entrenar y hab¨ªa empezado a ¡°meterse en l¨ªos¡±, como le dec¨ªa su padre, preocupado, a su entrenador de f¨²tbol de los ¨²ltimos dos a?os.

Los continuos y graves enfrentamientos entre bandas juveniles llevaron la semana pasada a que el secretario de Estado de Seguridad, Rafael P¨¦rez, se reuniera con la Delegada del Gobierno de Madrid, Mercedes Gonz¨¢lez, y los m¨¢ximos responsables policiales de Madrid con el fin de responder a una demanda hist¨®rica de los agentes que luchan contra este tipo de criminalidad: ¡°Que llevar un machete sea delito, si no hay una justificaci¨®n normalizada¡±. El responsable del Ministerio del Interior se comprometi¨® ¡ªseg¨²n los asistentes a la reuni¨®n¡ª a ¡°estudiar¡± el modo de articular el control de esas armas que se vienen mostrando mortales, y que los j¨®venes portan metidas por dentro del pantal¨®n y pegadas a sus piernas, u ocultan bajo los coches o los setos de los parques y canchas deportivas que frecuentan. La principal dificultad de elaborar esta norma radica en que el reglamento de armas tiene car¨¢cter estatal.

Entretanto, la consigna es intensificar los controles e identificaciones en las zonas que frecuentan y requisar armas. Durante el fin de semana se han desplegado 514 agentes de Polic¨ªa Nacional en 11 distritos de la capital ¡ªtrabajando con la Polic¨ªa Municipal de Madrid¡ª y en la localidad de Parla, adem¨¢s de 834 efectivos de Guardia Civil en nueve municipios de la regi¨®n y zonas lim¨ªtrofes,

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, defend¨ªa no obstante este lunes que Madrid es ¡°segura¡±, y destac¨® que el dispositivo policial de refuerzo contra las bandas juveniles violentas puesto en marcha este fin de semana ha dejado un balance de 37 detenidos y 3.000 identificados. Por su parte, La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz (PP), aseguraba que el fin de semana ha sido ¡°muy tranquilo¡± y detallaba que se hab¨ªan requisado ¡°m¨¢s de 10 armas blancas¡±.

Sin embargo, en el escaparate a la entrada de la tienda Ranger de Islazul se exhibe el cat¨¢logo de machetes de los que disponen. Van de los 6,50 euros los m¨¢s baratos, hasta los 1.000 los m¨¢s caros. Los hay de todos los tipos: dentados, lisos, grises, negros, con una correa en la empu?adura¡­ ¡°Su venta representa el 1% de nuestros ingresos, aqu¨ª vivimos sobre todo de vender ropa¡±, asegura Jos¨¦, el encargado. En Madrid hay otros establecimientos de esta franquicia, sobre todo en centros comerciales, pero tambi¨¦n en pleno centro, por ejemplo en La Latina, a unos metros de la Plaza Mayor. Para comprar un machete basta con acreditar con un DNI la mayor¨ªa de edad.

Al fondo del establecimiento, se exponen las pistolas y escopetas de airsoft. Parecen reales, pero son armas de aire comprimido, lo que expulsan son lo que se conoce como balines. Se usan para actividades de ocio y paintball desde hace d¨¦cadas, pero no fue hasta 2012 cuando una orden ministerial regul¨® su posesi¨®n. El entonces titular de Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, las incluy¨® en el reglamento de armas y estableci¨® que era necesario una tarjeta concedida por los Ayuntamientos para poseerlas. Estos permisos tienen una validez de cinco a?os, cuestan alrededor de 20 euros por pieza y se pueden tener un m¨¢ximo de seis a?os. Fuentes policiales aseguran que esa medida ¡°pr¨¢cticamente, las retir¨® de la circulaci¨®n¡±.

Los dependientes del local han vivido todo tipo de experiencias con los compradores de machetes. Desde uno que se llev¨® de golpe una veintena de ellos y varias hachas, hasta otros dos que justo despu¨¦s de adquirirlos se metieron en el probador a ocultarlas en la pernera del pantal¨®n. ¡°Nosotros no podemos negarnos a vend¨¦rselas a nadie porque se nos acusar¨ªa de discriminaci¨®n¡±, aseveran. ¡°Tambi¨¦n han venido chicos que comentan que ellos no la habr¨ªan comprado, pero que sienten que tienen que protegerse en el barrio¡±, apunta Jos¨¦. Estos d¨ªas, quiz¨¢s por los ¨²ltimos acontecimientos, ese escaparate llama la atenci¨®n especialmente. Dos chicos se paran a mirarlo, apuntan y comentan: ¡°Mira, creo que este es el machete con el que muri¨® el chico, el Amazonas¡±.

El machete es el arma preferida de las bandas por dos motivos. En primer lugar por su letalidad y por la defensa que permiten. ¡°Con un cuchillo o una navaja¡±, apunta Jos¨¦ se?alando a la muestra de este tipo de armas que tiene en el mostrador, ¡°tienes que acercarte m¨¢s, con lo que te expones t¨² mismo¡±. El machete, sin embargo, permite herir al enemigo a una mayor distancia y los cortes que provoca son muy profundos. Adem¨¢s de los fallecidos, los sanitarios del Samur y Summa se han encontrado decenas de veces miembros amputados o profundas brechas en zonas sensibles del cuerpo con un simple golpe de machete. ¡°No solo los llevan encima, tambi¨¦n los esconden en sitios estrat¨¦gicos como papeleras, alcantarillas, ocultos en parques o en alguna casa cercana. Cualquier sitio en el que lo tengan a mano si hay que enfrentarse a los rivales¡±, explican fuentes policiales.

Historia de un fetiche

Pero tambi¨¦n son elegidos por el fetichismo que existe en torno a ellos. En los inicios de estas bandas, en las c¨¢rceles neoyorquinas en los a?os noventa, los l¨ªderes designaron el machete como un s¨ªmbolo de estas agrupaciones en recuerdo de las supuestas ra¨ªces agrarias que representaban. Se considera que los Trinitarios fueron fundados por Le¨®nides Sierra en 1992 en la prisi¨®n de Rickers Island, en Nueva York, una de las m¨¢s aisladas e inexpugnables del mundo. Lo internaron all¨ª para protegerlo del enfrentamiento con reclusos en otras c¨¢rceles. Sierra fund¨® esta banda precisamente para eso mismo, para defenderse de otros enemigos y crear una supuesta comunidad en la que apoyarse frente a los rivales y para conseguir territorio. Su historia completa ha quedado recogida por documentos de la Fiscal¨ªa de Nueva York. Una historia que seguramente no conozcan los miembros m¨¢s j¨®venes de estas bandas en la actualidad, para los que los machetes representan un s¨ªmbolo de poder y de ostentaci¨®n en las redes.

En julio, el Reino Unido comenz¨® a aplicar una nueva estrategia para prevenir los cr¨ªmenes con armas blancas. Gracias a una orden estatal, los polic¨ªas pueden solicitar a los jueces que se apliquen determinadas medidas muy restrictivas a personas a las que se le incauten cuchillos, los que los portan habitualmente o los que tienen antecedentes previos por delitos con armas blancas. Estas medidas, que se aplican de los 12 a?os en adelante, incluyen que a partir de cierta hora esa persona est¨¦ obligada a permanecer en casa, es decir, toques de queda personalizados; restricciones en el uso de las redes sociales para que no publiquen contenidos violentos y la limitaci¨®n de movimientos en una determinada ¨¢rea geogr¨¢fica. Y, por supuesto, la prohibici¨®n de llevar un cuchillo encima. La aprobaci¨®n de unas medidas as¨ª en Espa?a tendr¨ªan un dif¨ªcil recorrido. Los tribunales superiores de varias comunidades han rechazado restricciones similares durante la pandemia, incluso cuando la motivaci¨®n era sanitaria.

La creaci¨®n de herramientas legales como las que aplica ya el Reino Unido nacieron de una demanda de los agentes, muy semejante a la que reclaman los cuerpos y fuerzas de seguridad en Espa?a. La ministra de Interior, Priti Patel, impuls¨® esta legislaci¨®n despu¨¦s de que los ataques con armas blancas entre pandillas se hubieran convertido en un verdadero problema de seguridad en el pa¨ªs, y especialmente en Londres. Seg¨²n un informe del Parlamento brit¨¢nico, entre marzo de 2020 y de 2021 se registraron 41.000 delitos con armas blancas, un 27% m¨¢s que hace 10 a?os. De los casi 19.000 que llegaron a juicio, el 19% involucraron a menores.