Calamidad popular
El presidente del PP teme que D¨ªaz Ayuso se haga con los controles de su partido, y la dirigente madrile?a necesita refugiarse en el PP de Madrid para protegerse de denuncias de corrupci¨®n
Es muy probable que la batalla desatada en las ¨²ltimas 48 horas dentro del Partido Popular tenga mucho que ver con la debilidad de Pablo Casado, manifiesta tras los resultados de Castilla y Le¨®n, y su temor a que si D¨ªaz Ayuso se hace con los mandos del partido en Madrid pase a dirigir tambi¨¦n una operaci¨®n para descabalgarlo como presidente nacional y candidato a medio plazo. Por su parte, D¨ªaz Ayuso necesita refugiarse inmediatamente en el PP de Madrid para protegerse de cualquier denuncia de corrupci¨®n y de p¨¦sima gesti¨®n de la crisis de la pandemia en las residencias de ancianos de la Comunidad. En cualquier caso, la crisis abierta tiene consecuencias imprevisibles y un solo beneficiario a la hora de recoger el desconcierto y descontento de la derecha: Vox.
La situaci¨®n parece muy enquistada porque ni el presidente del partido puede deshacerse de D¨ªaz Ayuso ni ella est¨¢ en condiciones de empujarlo fuera de G¨¦nova. La debilidad extrema de Casado ha quedado expuesta, con muchas voces internas exigiendo responsabilidades por una crisis tan inoportuna. La relaci¨®n entre los dos pol¨ªticos populares es ya irreconciliable y eso tendr¨¢ consecuencias inmediatas para los barones del partido, especialmente los que est¨¢n en esferas de poder. El caso m¨¢s evidente es el de Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de Andaluc¨ªa, que debe convocar elecciones a la vuelta del verano, y que puede pasar una verdadera tortura si la batalla no se ha suavizado o resuelto para entonces. Voces pr¨®ximas a Bonilla recordaban este jueves que el Partido Popular tiene pr¨¢cticamente convocado ya un congreso nacional para junio y que deber¨ªa ser ese momento en el que se lograra calmar las aguas o incluso dar un vuelco a la situaci¨®n, con nuevos candidatos.
Se equivocan quienes creen que Isabel D¨ªaz Ayuso ser¨ªa una candidata incontestable, porque no ser¨ªa capaz de reproducir su excelente resultado en las elecciones de 2021 a la Comunidad de Madrid en otras confrontaciones electorales en el resto de Espa?a. D¨ªaz Ayuso es una p¨¦sima compa?¨ªa para los candidatos del PP en otras comunidades, porque con su discurso extremista, dif¨ªcilmente cre¨ªble en otros pol¨ªticos populares, solo consigue que sus posibles admiradores en el PP se vayan en bloque a Vox e incrementen el voto del candidato de Abascal.
Ayuso es por ahora un fen¨®meno puramente local, muy valioso en este entorno, desde luego, pero un peligro fuera de ¨¦l porque la papeleta m¨¢s aproximada ser¨¢ siempre la de Vox. En unas elecciones generales, D¨ªaz Ayuso es tambi¨¦n una de las pocas candidaturas populares capaces de movilizar al alica¨ªdo voto de centroizquierda porque se la asocia inmediatamente con una coalici¨®n PP-Vox, con el riesgo que ello supone para la estabilidad del sistema y para las relaciones con la Uni¨®n Europea. Sus ¨²ltimos intentos de moderar su mensaje extremista y separarse de Vox en relaci¨®n, por ejemplo, a los inmigrantes llaman la atenci¨®n precisamente por su dificultad para hacerse cre¨ªbles. La presidenta de la Comunidad de Madrid sabe que su imagen es claramente hostil a los inmigrantes (algo que nunca le ocurri¨® a Esperanza Aguirre) y que ese retrato est¨¢ mal visto en Europa, incluido en el Partido Popular Europeo. D¨ªaz Ayuso es muy h¨¢bil, pero necesitar¨ªa tiempo para pulir su imagen antes de poder pensar en tener una acogida electoral razonable, no ya en el Pa¨ªs Vasco o Catalu?a, desde luego, sino tambi¨¦n en Galicia, en la Comunidad Valenciana o en la misma Andaluc¨ªa, con un electorado donde Abascal le har¨ªa clara competencia.
Resulta dif¨ªcil pensar en alg¨²n otro presidente del Partido Popular que se haya visto sometido a un ataque tan furibundo desde sus l¨ªneas como Pablo Casado. Rajoy pas¨® por malos momentos, pero siempre mantuvo el control del aparato del partido (seguramente cerrando los ojos a tantas ilegalidades que termin¨® por costarle la presidencia del Gobierno). Casado tiene adem¨¢s un equipo d¨¦bil, con poco control y afectos internos. La ventaja es que en un ¨²ltimo momento puede sacrificar al secretario general, Teodoro Garc¨ªa Egea, aunque eso acentuar¨ªa su ya formidable inconsistencia. Hasta ahora, su mejor defensa es que no existe alternativa interna f¨¢cil de cara a 2023. Hay muy poco tiempo para montar una operaci¨®n capaz de arrinconarlo, pero en los actuales congresos de los partidos las cosas ya no est¨¢n tan amarradas como antes. Si no, que se lo digan a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa (de la que este jueves se hablaba mucho en las redes).
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