Guerras internas y permeabilidad ideol¨®gica
La crisis del PP da una oportunidad a Vox porque la derecha no piensa mal de este partido
La guerra desatada en el PP en los ¨²ltimos d¨ªas obliga a mirar con otros ojos los resultados de la encuesta de 40dB. para EL PA?S y Cadena SER sobre la percepci¨®n social de Vox. El trabajo de campo, previo a la batalla entre los populares, as¨ª como a las elecciones de Castilla y Le¨®n, tiene la virtud de no estar contaminado por acontecimientos convulsos de ¨²ltima hora, que podr¨ªan haber distorsionado la imagen de Vox, infl¨¢ndolo de forma coyuntural o artificiosa. La lectura de este estudio, sin embargo, cobra una enorme relevancia, pues permite responder a preguntas que seguramente ronden en la mente de muchos lectores: ?Crecer¨¢ Vox con la crisis del PP? ?Podr¨¢ incluso superarlo en votos y esca?os? ?Es esta su oportunidad?
Como es obvio, el crecimiento de Vox depende de su capacidad para penetrar en electorados muy distintos: si quiere ganar el pulso a los populares, el partido de Abascal necesita avanzar en la derecha (posiciones 6, 7 y 8 de la escala ideol¨®gica de 0 a 10) y en el centro (5), pues hoy por hoy solo se impone al PP en la extrema derecha (9 y 10). Su ¨¦xito depende de la transversalidad que logre en un espacio ideol¨®gico amplio: ?Es posible convencer al mismo tiempo a personas de talante moderado y extremo? La encuesta ofrece dos pistas al respecto.
Por un lado, llama la atenci¨®n la mirada diferencial con respecto a Vox de los ciudadanos conservadores. Si, como se observa en la encuesta, para los progresistas es un partido fascista (el calificativo m¨¢s frecuente), que pone en peligro los derechos del colectivo LGTBI, ofensivo, dado al insulto y poco defensor de las mujeres y de los trabajadores, desde la perspectiva de las personas conservadoras lo que lo caracteriza es ser patriota, honesto y valiente: ni se piensa, al menos no mayoritariamente, que vaya en contra de los derechos del LGTBI, ni se apoya que lo hiciese (ni siquiera entre los de extrema derecha). El centro, l¨®gicamente, se muestra m¨¢s cr¨ªtico con Vox, pero, aun as¨ª, no suman mayor¨ªa los que lo tachan de fascista o ultra.
Por otro lado, hay un claro nexo de uni¨®n en la derecha: entre los votantes conservadores, las dos medidas m¨¢s populares de Vox son la expulsi¨®n de los inmigrantes sin papeles y de los inmigrantes que cometan delitos, as¨ª como la ilegalizaci¨®n de los partidos separatistas: ambas reciben m¨¢s apoyo que las de corte social, como la construcci¨®n de vivienda social o el aumento de la inversi¨®n del Estado en las familias. En este aspecto, los votantes de centro, a diferencia de los conservadores, dan mayor peso a las pol¨ªticas sociales que a las identitarias. En cualquier caso, el paraguas con el que Abascal quiere cubrir a un arco tan grande del electorado es claramente el identitario.
La crisis del PP, por tanto, da una oportunidad a Vox y lo hace porque, guste o no, la derecha no piensa mal de este partido y porque la defensa de lo identitario es un arma electoral bien poderosa. A mi modo de ver, estas son las razones de la permeabilidad ideol¨®gica de Vox entre electores tan diversos.
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