Una concejal socialista pide cinco a?os de c¨¢rcel para un capit¨¢n por acosarla cuando era militar
Teresa Franco logra sentar en el banquillo a su presunto acosador ocho a?os despu¨¦s de denunciarlo
Coincidiendo con la conmemoraci¨®n del D¨ªa de la Mujer, el Tribunal Militar Territorial Primero ser¨¢ escenario este martes de la apertura del juicio oral contra el capit¨¢n del Ej¨¦rcito del Aire J. A. F. A. por los delitos de extralimitaci¨®n en el ejercicio del mando y abuso de autoridad. La denunciante es la cabo Teresa Franco, que en la ¨¦poca en que se produjeron los hechos era secretaria de la Mujer de la Asociaci¨®n Unificada de Militares Espa?oles (AUME) y actualmente es concejala de Juventud, Igualdad y Cooperaci¨®n al Desarrollo del Ayuntamiento de Murcia por el PSOE.
La denuncia se interpuso en 2014, pero el juez instructor archiv¨® primero las diligencias y luego propuso el sobreseimiento definitivo y total de la causa. Ambas decisiones fueron revocadas por el tribunal militar, que orden¨® continuar la instrucci¨®n hasta desembocar este martes en la celebraci¨®n del juicio oral.
Seg¨²n la denuncia, la cabo sufri¨® un ¡°trato discriminatorio y vejatorio¡± por parte del capit¨¢n, que era su superior jer¨¢rquico en la Escuadrilla de Polic¨ªa Militar de la base de Alcantarilla (Murcia). Entre otros episodios, la denunciante asegura que, cuando se quej¨® de que se le asignara una guardia de soldado, un empleo inferior al suyo, el oficial le respondi¨®: ¡°Es lo que hay hija m¨ªa y, si te pones chula, te meto una pat¨¢ en la seta¡±. Posteriormente, a?ade, su superior la oblig¨® a participar en un ejercicio de tiro, pese a encontrarse embarazada; y, cuando ella le advirti¨® de su estado, le respondi¨® ¡°en tono de sorna que se lo recordase si se le olvidaba¡±. El embarazo se acab¨® malogrando por muerte fetal, pero solo se le concedieron dos d¨ªas de baja m¨¦dica frente a los tres que pidi¨®, asegura. A partir de entonces, a pesar de que tras 13 a?os en el Ej¨¦rcito ten¨ªa un expediente intachable, se le impusieron una sucesi¨®n de arrestos.
La ¨²ltima sanci¨®n, que dio lugar a la apertura de un expediente por falta grave, fue por pedir cambio de destino sin haberlo comunicado al capit¨¢n, de cuyo presunto acuso quer¨ªa precisamente escapar. En otra ocasi¨®n se la acus¨® de haber dejado en una garita un folleto de la AUME sobre una jornada informativa, cuando en la unidad no exist¨ªa el preceptivo tabl¨®n de anuncios para exponerlo. Un subteniente que mand¨® un email a la unidad solicitando que se diera difusi¨®n al acto de la asociaci¨®n de militares, al no poder hacerlo la cabo, fue arrestado, lo que hizo que esta ¨²ltima cayera en una depresi¨®n.
La hoy concejal solicita una pena de cinco a?os de c¨¢rcel para el capit¨¢n y una indemnizaci¨®n de 30.000 euros, mientras que la defensa del mando militar reclama su absoluci¨®n o, en su defecto, la atenuante de dilaciones indebidas. Tambi¨¦n el fiscal militar pide la absoluci¨®n, por considerar que los hechos no son constitutivos de delito, aunque da por probado que el oficial espet¨® a su subordinada: ¡°Me va a decir una cabo de mierda que no quiere hacer funciones de soldado, pues qui¨¦n se ha cre¨ªdo que es¡±.
Durante la instrucci¨®n, se orden¨® un estudio psicol¨®gico de la v¨ªctima, no del presunto agresor, por parte de un comandante del departamento de Salud Mental del hospital militar G¨®mez Ulla de Madrid. En este estudio se han basado la defensa del capit¨¢n y el fiscal para pedir su absoluci¨®n, alegando que, aunque la denunciante tiene ¡°un perfil de personalidad equilibrado y estable, sin rasgos psicopatol¨®gicos [¡], f¨¢cilmente puede sentirse tratada de manera poco equitativa, con sensaci¨®n de que quieren socavar sus intereses. Por este motivo las relaciones laborales pueden ser muy complejas.¡± La funci¨®n de la cabo Franco, como dirigente de la asociaci¨®n profesional de militares, era precisamente la de velar porque las mujeres de las Fuerzas Armadas fueran tratadas de manera equitativa respecto a los varones.
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