La experiencia andaluza de fusionar pueblos: los patrones ni tocarlos en Vegas del Genil

La unidad de los pueblos tiene un asunto espinoso: la identidad local, en general, y los santos patrones y las fiestas patronales, en particular. En Vegas del Genil (Granada), municipio resultante de la fusi¨®n en 1976 de Purchil, Belicena y Ambroz, han pasado ya 46 a?os y, sin embargo, all¨ª siguen sus tres patrones y patronas ¨CSan Marcos en Belicena, la Virgen de los Dolores en Purchil y la de los Remedios en Ambroz¨C, que dan pie a tres diferentes fiestas. Benjam¨ªn Ortega, hasta hace poco alcalde de El Valle, que en 1972 se form¨® a partir de la uni¨®n de Rest¨¢bal, Meleg¨ªs y Saleres, confirma las suspicacias. Todo bien hasta que llegas a las fiestas patronales: ¡°Aqu¨ª tenemos un patr¨®n com¨²n y luego cada uno tiene el suyo, que es el que celebran con verdadero inter¨¦s¡±.

Ese es el mensaje que los alcaldes m¨¢s experimentados dan al regidor de la futura fusi¨®n entre los municipios extreme?os de Villanueva de la Serena y Don Benito, que el pasado 20 de febrero votaron fundirse en un ¨²nico ayuntamiento. Leandro Mart¨ªn, alcalde de Vegas del Genil, a poco m¨¢s de 10 minutos de Granada y con 11.678 habitantes ahora y menos de 2.000 cuando se consum¨® la fusi¨®n, considera que la uni¨®n ha sido ¡°sin duda ninguna beneficiosa¡± en lo econ¨®mico, en lo social y en lo cultural. El pero es la ¡°obligaci¨®n¡±, dice, de ser cuidadoso con la identidad de cada uno de los pueblos. ¡°Es la clave. Jam¨¢s puedes hacer algo que a la gente le parezca que le har¨¢ perder parte de su identidad. Incluso a quienes nunca les ha importado ese concepto, que jam¨¢s lo reclaman ni lo han tenido en cuenta antes, saltan en cuanto te acercas a ese terreno¡±, se?ala.

La consecuencia m¨¢s inmediata de esa precauci¨®n es que acaba habiendo tantas fiestas patronales como pueblos reunidos. El alcalde cree que ya es hora de poner fin a lo de los tres patrones y dice que ha empezado las conversaciones con las entidades del pueblo. Un exconcejal que prefiere no dar su nombre recuerda, sin embargo, que eso ya se hizo y dur¨® poco. ¡°Se hizo una gran fiesta en Belicena y los dem¨¢s se enfadaron y hubo que volver a celebrar los tres patrones por igual¡±, recuerda. Este exedil considera, frente a otros parroquianos del bar La Recacha, que la fusi¨®n es ¡°un desastre porque no se ha gestionado bien¡±. Insiste en que hay tres consultorios m¨¦dicos, dos campos de f¨²tbol, tres colegios¡­ Y aboga por reducirlos.

Leandro Mart¨ªn sostiene, sin embargo, que cierta multiplicidad es inevitable. Como en el caso de los consultorios m¨¦dicos. Tres centros m¨¦dicos hay en Vegas del Genil. ¡°Lo ideal ser¨ªa tener uno solo, m¨¢s grande y capaz de dar servicio a los tres barrios en vez de tres m¨¢s peque?os que atienden solo por la ma?ana, pero por ahora no podemos hacer otra cosa¡±, apunta. Antonio, que toma caf¨¦, se niega a eso. ¡°Necesitamos un consultorio en cada barrio. Yo no quiero ir a Ambroz o Belicena cuando est¨¦ malo¡±, defiende. La distancia de un extremo a otro de los pueblos es de apenas tres kil¨®metros.

La geograf¨ªa para resolver el nombre

El otro asunto espinoso es el del nombre. No tanto como el de los patrones porque, al fin y al cabo, los expueblos, aunque oficialmente se convierten en barrios, mantienen su identidad y su denominaci¨®n sigue us¨¢ndose informalmente durante a?os. Tanto en el caso de Vegas del Genil como en el de El Valle, se han usado referencias geogr¨¢ficas. ¡°Estamos en la Vega de Granada y nos atraviesa el r¨ªo Genil¡±, comenta el alcalde, ¡°era un nombre evidente¡±. En el Valle, igualmente, tiraron por la opci¨®n del accidente geogr¨¢fico.

La fusi¨®n de Extremadura fue sometida a refer¨¦ndum, pero no la de Vegas del Genil o El Valle. Actualmente se declaran satisfechos con la uni¨®n, pero surgi¨® de una decisi¨®n gubernamental. En el caso del ayuntamiento de El Valle ¨C917 habitantes, en el Valle de Lecr¨ªn, a media hora de la capital¨C, el exalcalde Benjam¨ªn Ortega recuerda que Saleres ¡°no quer¨ªa unirse a Rest¨¢bal y Meleg¨ªs, se quer¨ªa ir con el pueblo que ten¨ªa al otro lado, Albu?uelas¡±. Tambi¨¦n la creaci¨®n de Vegas del Genil naci¨® en el BOE, donde aparece el 23 de enero de 1976 con la firma del entonces ministro de la Gobernaci¨®n, Manuel Fraga Iribarne.

La gente entiende que hay un pueblo y tres barrios pero, aun as¨ª, el equilibrio es manifiestamente inestable, a?ade el alcalde de Vegas del Genil. ¡°Los que han llegado de fuera dicen que son de Vegas del Genil pero los que nacimos aqu¨ª decimos que somos de Purchil, Ambroz o Belicena¡±, se?ala otro cliente del citado bar, ubicado en el barrio del Purchil, igual que el Ayuntamiento. Cualquier cosa que se haga desde el Ayuntamiento saca a relucir aquello de ¡°y para nosotros, qu¨¦¡±. A sus 80 a?os, Antonio Mej¨ªa Santos, el Chico, es de los que mejor conoce c¨®mo se vivi¨® la fusi¨®n. No recuerda ning¨²n disgusto en los primeros a?os. Y mientras toma caf¨¦, recuerda que se hizo porque ¡°Ambroz ten¨ªa 900 habitantes y no ten¨ªa dinero para pagar un secretario municipal, as¨ª que mejor pagarlo entre todos¡±.

Considerando Villanueva de la Serena y Don Benito como lo que a¨²n son, dos municipios, Espa?a tiene ahora 8.131 municipios. Una cifra que ha fluctuado mucho durante los siglos. Jes¨²s Burgue?o y Montse Guerrero, autores de El mapa municipal de Espa?a, han sumado y restado el n¨²mero de municipios a lo largo de la historia. En el siglo XVIII, explican, Espa?a ten¨ªa 143 ciudades, 4.627 villas y 9.989 lugares. El punto ¨¢lgido en cantidad se da en 1842, en el que el catastro cifra en 11.300 el n¨²mero de ayuntamientos. Los siguientes 15 a?os vieron el mayor descenso de municipalidades, con la desaparici¨®n de 1.916. El primer censo moderno, de 1857, refleja 9.342 municipios. Jes¨²s Ventura, profesor de la Universidad de Sevilla, explica que en el periodo democr¨¢tico en Andaluc¨ªa, por ejemplo, se han segregado 26 localidades, frente a dos que se han incorporado a otros ayuntamientos. Algo contrario a la intenci¨®n de la Administraci¨®n porque, esgrime, ¡°la ley est¨¢ hecha para promover fusiones y evitar las independencias municipales que, creo, podemos darlas por terminadas¡±.