El Gobierno se prepara para gestionar una econom¨ªa de guerra
El conflicto desarma todos los planes y requerir¨¢ una enorme inversi¨®n p¨²blica
La nueva normalidad dur¨® apenas un par de meses en La Moncloa. Justo cuando los datos empezaban a ser muy positivos y el Ejecutivo enfocaba la segunda parte de la legislatura con la recuperaci¨®n ya tomando ritmo de crucero, la guerra en Ucrania ha provocado que el Gobierno vuelva al modo de alarma total similar al de 2020. La econom¨ªa no se ha parado por completo como entonces, pero todos los interlocutores del Gobierno trasladan una gran preocupaci¨®n. Ya hay empresas que est¨¢n parando porque les faltan materiales y otras que se lo est¨¢n pensando por los precios disparados de la energ¨ªa. El presidente, Pedro S¨¢nchez, no ha ocultado la gravedad de la situaci¨®n, que va para largo porque el conflicto con Rusia no se resolver¨¢ por mucho que acabe la guerra en Ucrania.
Mientras ¨¦l prepara una ronda de viajes europeos para convencer a los socios de que hagan algo ya para poner topes a los precios de la electricidad y cambiar un mercado energ¨¦tico descontrolado, sus ministros multiplican gestiones para intentar paliar lo que viene: un frenazo importante, sobre todo en algunos sectores. De nuevo, como en la pandemia, el Ejecutivo prepara toneladas de dinero p¨²blico para salvar trabajadores, empresas y personas especialmente vulnerables. De la econom¨ªa hibernada en pandemia se pasa a una econom¨ªa pr¨¢cticamente de guerra pese a que el conflicto est¨¦ a cuatro horas de avi¨®n de Madrid. Estos son algunos de los elementos centrales de la crisis y la respuesta del Ejecutivo.
Todos los caminos conducen a la energ¨ªa. Todo el Gobierno, desde S¨¢nchez a Nadia Calvi?o, Teresa Ribera, Mar¨ªa Jes¨²s Montero o Yolanda D¨ªaz y el sector de Unidas Podemos est¨¢ concentrado en buscar soluciones para frenar el descontrolado precio de la energ¨ªa. All¨ª empez¨® el a?o pasado la crisis inflacionaria y ah¨ª sigue, ahora ya con un mercado ¡°completamente roto¡±, seg¨²n repiten varios interlocutores del Ejecutivo. La clave es la UE, pero hay resistencias fuertes, en especial de Alemania. S¨¢nchez lo intentar¨¢ estas dos semanas con una ronda por varias canciller¨ªas europeas, donde tratar¨¢ de convencer a sus socios, sobre todo al socialdem¨®crata Olaf Scholz, para forzar ya una intervenci¨®n en el mercado.
Scholz, con mucho m¨¢s dinero en el bolsillo, prefiere apoyar directamente a sus empresas sin tocar el mercado el¨¦ctrico. Si S¨¢nchez no logra su objetivo para la cumbre del 24 y 25 en Bruselas, el Ejecutivo tiene listos documentos que avalan la decisi¨®n de poner un tope a los precios de la electricidad de forma individual, solo en Espa?a, y eval¨²an los riesgos legales que supondr¨ªa actuar sin el aval de la UE. Adem¨¢s cree que otros muchos pa¨ªses lo har¨¢n. De hecho, algunos miembros del Ejecutivo ven la situaci¨®n tan dram¨¢tica, con precios absolutamente desorbitados que destrozan sobre todo a la industria, que incluso creen que ser¨¢ dif¨ªcil esperar dos semanas, lo que queda para la cumbre en Bruselas, sin tomar medidas dr¨¢sticas en Espa?a. ¡°Hay que actuar ya, esto es insostenible¡±, repite uno de ellos. Nadie hab¨ªa visto nunca una cosa as¨ª. Y se ha contagiado a todo: gas, electricidad, petr¨®leo, combustibles. La gran industria no aguanta, y los consumidores m¨¢s vulnerables mucho menos.
M¨¢s bajadas de impuestos, ninguna subida. S¨¢nchez ya ha anunciado un ¡°plan nacional de respuesta del impacto de la guerra¡± con medidas sobre todo de bajada de impuestos a la energ¨ªa. La mayor¨ªa de ellas son pr¨®rrogas de medidas tomadas en 2020, en plena crisis energ¨¦tica. Suele pasar desapercibido, pero es un coste enorme para las arcas p¨²blicas. El Gobierno calcula que cada trimestre que lo prorroga ¡ªde momento ahora se ha hecho hasta el verano¡ª se pierden unos 3.000 millones de euros en impuestos que podr¨ªan dedicarse a servicios sociales, a sanidad, a educaci¨®n. Son 12.000 millones anuales. Por eso S¨¢nchez aprieta para intervenir el mercado, porque no todo pueden ser bajadas de impuestos.
A¨²n as¨ª, a¨²n queda margen en un paquete muy relevante: los que gravan los combustibles. La presi¨®n ah¨ª es muy fuerte y es probable que el presidente lo anuncie en breve. S¨¢nchez ha convocado este domingo una conferencia de presidentes, donde se estudiar¨¢n medidas. Todos los barones auton¨®micos tienen presi¨®n de sus industrias y ciudadanos y est¨¢n muy preocupados. De hecho el catal¨¢n, Pere Aragon¨¦s, despu¨¦s de amagar con no ir, no ha querido perderse un debate muy relevante como este. Los barones est¨¢n reclamando un fondo de salvamento como el del covid, y el PP pide m¨¢s bajadas de impuestos. En este contexto se ha presentado el informe de los expertos sobre la reforma fiscal que plantean subidas de impuestos para aumentar la recaudaci¨®n, m¨¢s baja en Espa?a que en los pa¨ªses de su entorno, pero ahora todo queda aparcado por la guerra.
El pacto de rentas. La reuni¨®n del lunes con empresarios y sindicatos no fue todo lo bien que esperaba La Moncloa. Los agentes sociales, en especial la patronal, no quiere que el Ejecutivo se meta en la negociaci¨®n salarial. No ser¨¢ nada f¨¢cil un acuerdo. Las empresas cotizadas han tenido un beneficio r¨¦cord en 2021, en plena crisis, de 64.021 millones de euros. Los sindicatos exigen que si quieren moderaci¨®n salarial a cambio cedan en esos beneficios, a trav¨¦s de impuestos o reinversiones. Pero despu¨¦s de las tensiones de la reforma laboral, la patronal no parece dispuesta a un nuevo acuerdo con el Gobierno y tampoco a ceder en topes a los beneficios.
A finales de a?o llega la revalorizaci¨®n de las pensiones, que con estos n¨²meros ser¨ªa un agujero enorme para las arcas p¨²blicas. ¡°La ¨²nica suerte es que esto ha pasado a principios de a?o. Si llega a ser a finales, cuando se suben pensiones y muchos salarios, habr¨ªa explotado. Hay que corregirlo antes¡±, resume un negociador. ¡°La guerra cambia el escenario econ¨®mico. Hay que trabajar con los agentes sociales para que no lleve a un espiral inflacionista para la econom¨ªa¡±, admiti¨® Calvi?o, que insiste en que ¡°la recuperaci¨®n se puede ralentizar, pero no se para¡±.
El di¨¢logo del Gobierno con el nuevo PP. La conferencia de presidentes ser¨¢ un buen test para ver si ha cambiado algo la din¨¢mica entre los dos grandes partidos. El pacto PP-Vox en Castilla y Le¨®n ha subido la tensi¨®n entre ellos, pero varios interlocutores de los dos sectores creen que Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el nuevo l¨ªder, querr¨¢ compatibilizar ese pacto con Vox con acuerdos con el PSOE en grandes asuntos de Estado, y la econom¨ªa de guerra que viene lo es. De momento, el PP aprob¨® el ¨²ltimo decreto de pr¨®rroga del escudo social en el Congreso. Solo Vox se qued¨® fuera. Esa es otra de las consecuencias pol¨ªticas de la guerra: la mayor¨ªa se ha reforzado, y despu¨¦s de la crisis de la reforma laboral, el Gobierno ha sacado todo sin muchos apuros.
?Chalecos amarillos en Espa?a? Vox se est¨¢ moviendo en las aguas revueltas por la crisis, en especial con una gran manifestaci¨®n del campo el d¨ªa 20. En el Ejecutivo preocupa que se intente crear un movimiento de chalecos amarillos en Espa?a. Los precios de los alimentos se est¨¢n disparando. S¨¢nchez ha insistido en la cumbre de Versalles en que Europa debe evitar una ¡°crisis alimentaria¡± reforzando su agricultura y su autonom¨ªa. Luis Planas, ministro de Agricultura, est¨¢ multiplicando esfuerzos para diversificar el origen de las importaciones espa?olas para no depender tanto de Ucrania y Rusia en algunos productos clave y reforzar la producci¨®n nacional en sectores como las prote¨ªnas vegetales. Pero todo requiere tiempo y dinero.
Las medidas m¨¢s pol¨ªticas, en segundo plano. La guerra y la crisis que provoca ocupa casi toda la agenda del Gobierno. Como en pandemia, lo dem¨¢s queda en un segundo plano. Medidas muy pol¨ªticas como la ley de memoria hist¨®rica, aparcada por el rechazo de ERC, o la ley mordaza, que sigue adelante pero lentamente, o las reformas legales para dar m¨¢s transparencia a la monarqu¨ªa, que duermen en un caj¨®n en Moncloa a la espera del nihil obstat de Zarzuela, dejan de ser una prioridad. Lo que s¨ª se mantiene es la presi¨®n al PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial, que ahora con Feij¨®o deber¨ªa ser m¨¢s f¨¢cil, aunque en el Ejecutivo no lo creer¨¢n hasta que lo vean. S¨¢nchez y Feij¨®o solo hablar¨¢n formalmente cuando sea elegido en el congreso, aunque se ver¨¢n este fin de semana en La Palma.
El futuro: las interconexiones y el cambio energ¨¦tico. Toda crisis es una oportunidad. Espa?a ahora sufre el shock de la crisis energ¨¦tica. Pero el Ejecutivo conf¨ªa en que esto pueda servir para que muchos pa¨ªses se acerquen a las posiciones espa?olas sobre el cambio del mercado y tambi¨¦n que miren a Espa?a como posible nueva entrada de energ¨ªa en Europa a trav¨¦s del gasoducto con Argelia y las seis plantas regasificadoras que hay en la pen¨ªnsula. El proyecto es caro y Espa?a quiere que lo pague la UE. Adem¨¢s tiene resistencias de Francia. Pero implicar¨ªa un cambio estrat¨¦gico para el pa¨ªs, de ser una isla energ¨¦tica a convertirse en la entrada natural de energ¨ªa de transici¨®n como el gas y en el futuro de energ¨ªa limpia como el hidr¨®geno verde. El Gobierno ya est¨¢ acelerando las inversiones previstas en renovables con el fondo de recuperaci¨®n europeo. La idea es aprovechar la crisis para acelerar el cambio y salir de ella mucho menos dependientes de una energ¨ªa que no solo contamina sino que depende, como se ha visto, de la voluntad de un aut¨®crata como Putin que, al igual que sucedi¨® en los 70, puede hundir al mundo entero en una crisis dur¨ªsima con la decisi¨®n de invadir un pa¨ªs por su cuenta y riesgo.
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