El colapso del Supremo apremia a la renovaci¨®n del Poder Judicial
La pr¨®xima jubilaci¨®n de un juez eleva a 14 las vacantes en una plantilla de 80 magistrados
¡°Imagina que en el Congreso de los Diputados se quedaran vacantes un 20% de esca?os. No se hablar¨ªa de otra cosa¡±. La reflexi¨®n, pronunciada por un magistrado de la Sala Tercera (de lo Contencioso-administrativo) del Tribunal Supremo, ilustra la sensaci¨®n que comparten desde hace meses muchos miembros del alto tribunal, donde el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la reforma legal que impide al actual Consejo hacer nombramientos de cargos discrecionales han dejado ya 13 vacantes del total de 80 plazas que tiene el alto tribunal. A partir del pr¨®ximo viernes, cuando se jubila Segundo Men¨¦ndez, magistrado de la Sala Tercera, ser¨¢n 14, y si las vacantes no se cubren antes de octubre, las bajas ascender¨¢n a 16, lo que supone el 20% de la plantilla.
El compromiso entre Pedro S¨¢nchez y Alberto N¨²?ez Feij¨®o para negociar la renovaci¨®n del CGPJ ha sido recibido con optimismo en el alto tribunal, aunque el horizonte del 12 de junio marcado por el Gobierno para cerrar el acuerdo aboca al Supremo a resistir en la situaci¨®n actual, como m¨ªnimo, hasta el verano. La ¡°fecha l¨ªmite¡±, seg¨²n miembros del tribunal consultados, deber¨ªa ser la apertura del a?o judicial, que se celebra en septiembre. ¡°Todo lo que no sea haber recuperado entonces el funcionamiento normal ser¨¢ un desprecio institucional al primer ¨®rgano jurisdiccional del pa¨ªs, y, con ¨¦l, a uno de los tres pilares del Estado¡±, afirma un magistrado.
La negociaci¨®n entre el PSOE y el PP est¨¢ llamada a cumplir la obligaci¨®n constitucional de renovar el CGPJ, cuyo mandato caduc¨® en diciembre de 2018. Pero la ley impulsada por el Gobierno para evitar que el Consejo actual continuara designando los puestos claves de la magistratura ha lastrado el funcionamiento de los principales ¨®rganos judiciales, empezando por el Supremo, donde cada juez que se jubila, fallece o se marcha de forma voluntaria deja un hueco que no puede cubrirse mientras no se renueve el CGPJ. Entre los magistrados hay opiniones divergentes sobre esa reforma legal (unos la cuestionan y otros consideran que era un ¡°mal necesario¡± porque el Consejo ya no estaba legitimado para hacer nombramientos), pero a medida que pasan los meses sin que se encuentre una salida, todos coinciden en la gravedad de la situaci¨®n. ¡°No se puede normalizar que el Tribunal Supremo est¨¦ mutilado ni que tenga un presidente interino¡±, afirma uno de sus miembros.
La situaci¨®n afecta a cuatro de las cinco salas, aunque la mayor precariedad se vive en la Tercera, la encargada de resolver, entre otros, los recursos contra actos del Gobierno. A partir de la semana que viene tendr¨¢ vacantes ocho de sus 33 plazas. ¡°Hay casi un aspecto desolador. La nuestra es la planta de los despachos vac¨ªos. Ya hay siete y ahora ser¨¢n ocho. Es triste pasear por los pasillos¡±, describe un magistrado.
Esta sala est¨¢ organizada en secciones, en funci¨®n de la materia de la que se ocupe (sanidad, econom¨ªa, medio ambiente) o del organismo p¨²blico implicado en el asunto que se dirime, y en algunas de ellas no podr¨ªan alcanzar ya el m¨ªnimo de cinco magistrados que exige la ley para deliberar un asunto si no se hubieran adoptado medidas de emergencia. El presidente de la sala, C¨¦sar Tolosa, entra desde hace meses a completar las secciones cuando no hay magistrados suficientes, pero este remedio se ha quedado corto tras las ¨²ltimas bajas, lo que ha obligado a reorganizar la sala y a mover magistrados de una secci¨®n a otra. Con estas medidas, cada secci¨®n tiene ahora justo el n¨²mero m¨ªnimo de jueces para deliberar. ¡°Vivimos en un equilibrio inestable¡±, afirma un magistrado, que explica que cualquier baja adicional, por enfermedad o porque un magistrado tenga que abstenerse de un asunto, obliga a hacer nuevas filigranas y a tirar de compa?eros de otras secciones.
A la falta de manos que implican las sillas vac¨ªas se une el incremento de asuntos que han llegado en los ¨²ltimos meses a esta sala y los que quedan por llegar relacionados con la pandemia de covid-19. La Sala Tercera ha sido la encargada de revisar los recursos contra las limitaciones de derechos fundamentales decretadas por el Gobierno central y los auton¨®micos para combatir el virus, y ahora, pasado lo peor de la pandemia, se prepara para recibir un aluvi¨®n de reclamaciones patrimoniales de empresarios al Estado por el dinero que dejaron de ganar durante el estado de alarma que acab¨® anulando el Tribunal Constitucional. El Supremo estima que recibir¨¢ alrededor de 4.000 reclamaciones, lo que pone en riesgo de colapso a la sala encargada de resolverlas, seg¨²n fuentes del tribunal.
Las vacantes tambi¨¦n afectan ya seriamente al funcionamiento de la sala Cuarta (Social), que tiene tres huecos a los que a finales de a?o, si el CGPJ no se ha renovado, se a?adir¨¢n otras dos jubilaciones, incluida la de la presidenta, Mar¨ªa Luisa Segoviano. La plantilla de la sala se quedar¨ªa con solo ocho magistrados ¡ªde un total de 13¡ª, por lo que ya no podr¨ªan constituirse las dos secciones en las que habitualmente se divide para deliberar y resolver los asuntos. ¡°Las bajas en el Supremo no afectan solo a los que lo formamos. Afectan a los ciudadanos que esperan nuestra resoluci¨®n, al trabajador despedido que tiene una indemnizaci¨®n pendiente de cobrar, al empleado al que se le ha negado un derecho. La falta de magistrados implica que los asuntos tardar¨¢n m¨¢s en resolverse¡±, recuerda un miembro de esta sala.
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