La tensi¨®n en Andaluc¨ªa desata las alarmas: ?es posible el frente amplio en la izquierda?
La resistencia de Podemos, antes dominante y ahora en segundo plano, complica una operaci¨®n imprescindible para evitar que el bloque de derecha vuelva a La Moncloa
Mientras todos los focos estaban en ERC y la posible fractura de la mayor¨ªa, una grieta mucho m¨¢s inquietante para el futuro de la coalici¨®n que gobierna Espa?a se abr¨ªa en el espacio a la izquierda del PSOE. En teor¨ªa, todo part¨ªa de una buena noticia: la izquierda andaluza, excepto Adelante Andaluc¨ªa, lograba reunirse alrededor de una candidatura ¨²nica en la que se sumaban los irreconciliables Podemos y M¨¢s Pa¨ªs (o lo que es lo mismo, fieles de Pablo Iglesias y de ??igo Errej¨®n) con Izquierda Unida, muy fuerte en esta comunidad, su hist¨®rico granero. Pero el proceso de unidad ha dejado heridas tan profundas en Unidas Podemos que anticipa una ardua batalla por el control del proyecto nacional que dise?a Yolanda D¨ªaz con vista en las generales.
Hasta ahora, la tensi¨®n se mov¨ªa en las sombras. Pero esta semana ha quedado en evidencia que Iglesias, que sigue siendo una voz muy influyente en Podemos, no est¨¢ dispuesto a que su formaci¨®n pase a un segundo plano despu¨¦s de seis a?os dominando este espacio, poniendo candidatos y dirigiendo la estrategia. Yolanda D¨ªaz, que nunca milit¨® en Podemos, dise?a un proyecto por encima de los partidos, capaz de ampliar una base electoral que ha ido menguando desde 2015. El resto de grupos de Unidas Podemos ¡ªlos Comunes, IU, el PCE¡ª apoyan su plan y han respaldado sin problemas el acuerdo en Andaluc¨ªa. Pero Podemos reclama un peso mucho mayor. De hecho, trat¨® de imponer el candidato. Iglesias lleg¨® a hablar el lunes en la Cadena SER de ¡°injusticia y humillaci¨®n¡± porque su partido tuvo que aceptar la candidatura que promov¨ªan los dem¨¢s: Inmaculada Nieto, de IU.
Podemos llev¨® tan al l¨ªmite las negociaciones que su firma ¡ªjunto a la de Alianza Verde¡ª se qued¨® fuera del registro de la coalici¨®n. El caso andaluz revela las reticencias del partido que ahora lidera Ione Belarra a ceder el control en la futura plataforma de la vicepresidenta. Y alarma tambi¨¦n al PSOE, que tiene clar¨ªsimo que no hay posibilidad de lograr una mayor¨ªa de gobierno en 2023 si fracasa el proyecto de la tambi¨¦n titular de Trabajo. ¡°Si D¨ªaz no va bien, nosotros no tenemos nada que hacer. Podremos mantener o mejorar nuestros 120 esca?os, pero dar¨¢ igual porque no podremos formar una mayor¨ªa y gobernar¨¢n las derechas con PP y Vox. Es absolutamente imprescindible que lo arreglen. Lo sabemos nosotros, pero ellos tambi¨¦n¡±, se?ala un ministro del sector socialista.
D¨ªaz se afan¨® durante la semana en diferenciar su ¡°proceso de escucha¡±, esa gira por Espa?a que servir¨¢ de base a su proyecto pol¨ªtico, de las negociaciones en Andaluc¨ªa. ¡°Nada que ver¡±, reiter¨® en p¨²blico. D¨ªaz medi¨® ¡ªa petici¨®n de las propias formaciones¡ª para que hubiera consenso entre partidos. Ella sigue con sus planes, que acelerar¨¢ despu¨¦s de las andaluzas, y no quiere saber nada de tensiones internas. ¡°Estoy ilusionada en este proceso. Sobre todo, porque creo que hay alternativa¡±, se?al¨® este s¨¢bado en Galicia. No se trata, seg¨²n ella, de elegir, ¡°como pas¨® en Francia, entre lo malo y lo peor, sino que tiene que haber una alternativa de esperanza, de horizonte, de feminismo, de ecologismo, de pacifismo¡±, reivindic¨®.
Iglesias, muy molesto, s¨ª vincula esta tensi¨®n en Andaluc¨ªa con un posible acuerdo para las generales. ¡°Lo de Andaluc¨ªa es un horror y a muchos nos causa verg¨¹enza. Es, probablemente, la peor manera de empezar algo que es necesario en este pa¨ªs, el frente amplio¡±, se?al¨® el lunes, cuando fue muy duro con D¨ªaz, pero tambi¨¦n con Izquierda Unida. Las declaraciones coincid¨ªan con un aniversario muy simb¨®lico. Si el 9 de mayo de 2016, Iglesias y Alberto Garz¨®n sellaban con el pacto de los botellines un acuerdo para que Podemos e Izquierda Unida concurriesen juntos a las elecciones generales de aquel mes de junio, exactamente seis a?os despu¨¦s, el exvicepresidente del Gobierno, desde la SER, volaba los puentes con IU. ¡°Hemos trabajado muchos a?os para que las cosas fueran diferentes. Podemos contribuy¨® a traer primarias. Hemos vuelto a los despachos, las pu?aladas, los registros, las filtraciones¡±. Y asegur¨® que si este era el pr¨®logo de la plataforma nacional de D¨ªaz, se pod¨ªa ¡°dar por muerto el proyecto¡±.
En Unidas Podemos y el PSOE hay mucho malestar con Iglesias, que, despu¨¦s de elegir a D¨ªaz como su sucesora sin consultarle siquiera, ahora parece querer controlar el proyecto. Muchos interpretan que la de Andaluc¨ªa es una batalla preventiva frente a la m¨¢s importante, la que construir¨¢ la plataforma para las generales. ¡°Pablo y su n¨²cleo duro llevan seis a?os tomando todas las decisiones y no asumen que ya no va a ser as¨ª. Est¨¢n marcando el terreno para poder fijar sus condiciones en las listas. Y tienen un enorme recelo sobre Errej¨®n. Pero tienen que entender que la ¨²nica posibilidad de que gobierne la izquierda pasa por darle margen a Yolanda para que haga su proyecto, recosa todo y ampl¨ªe el espacio¡±, insiste un dirigente de UP.
Iglesias pon¨ªa voz al enfado del n¨²cleo duro de la direcci¨®n de Podemos ¡ªnadie de la ejecutiva matiz¨® sus palabras ni hizo ning¨²n comentario p¨²blico al respecto durante toda la semana¡ª. Sus admoniciones cayeron como una bomba en el grupo, aunque D¨ªaz, como acostumbra, no le ha respondido. Despu¨¦s de meses de tensiones, que se han extendido al Congreso y a los ministerios de Igualdad y Derechos Sociales, las relaciones se han enrarecido un poco m¨¢s. Aunque los diputados se esforzaron por rebajar el tono , una fuente parlamentaria reconoce que se mueven entre la ¡°desmoralizaci¨®n y la confrontaci¨®n¡±. ¡°Ni unos son tan malos, ni otros tan benditos¡±, afirma otro cargo institucional al que tampoco gustaron las palabras del exvicepresidente.
¡°Pablo Iglesias no debe marcar la l¨ªnea del partido. No le corresponde al saliente dejar herencias que no sean virtuosas¡±, observa uno de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, quien reconoce, con otras palabras, que la direcci¨®n actual ha de emanciparse. ¡°Hay un desajuste entre las opiniones de Pablo Iglesias y la libertad de Podemos de establecer sus propias posiciones¡±, se?ala.
La negociaci¨®n en Andaluc¨ªa se le¨ªa tambi¨¦n en clave nacional. Un dirigente de Podemos trasladaba la semana pasada que, de no haberse logrado un acuerdo ¡ªtodav¨ªa se barajan las f¨®rmulas para hacer posible un pacto pol¨ªtico que recoge al detalle el reparto de la financiaci¨®n, un encaje complicado al quedar fuera el partido legalmente de la coalici¨®n¡ª, la ruptura en la comunidad habr¨ªa tenido efecto sobre el Gobierno.
Junto a Irene Montero trabajan tres miembros de la ejecutiva de IU: la directora de comunicaci¨®n, Clara Alonso, la jefa de gabinete, Amanda Meyer, y el asesor Carlos S¨¢nchez Mato. La directora del Instituto de las Mujeres, Toni Morillas, es tambi¨¦n miembro de Izquierda Unida y del Partido Comunista Andaluz. Con Ione Belarra se encuentra el secretario de Estado Enrique Santiago, l¨ªder del PCE. La crisis andaluza ha generado divisiones y, seg¨²n distintas fuentes, ha dejado m¨¢s solo a Podemos frente al resto de fuerzas pol¨ªticas (IU y Comunes, sobre todo, pero tambi¨¦n M¨¢s Pa¨ªs o Comprom¨ªs, abiertos a acuerdos), que se han alineado con la vicepresidenta.
¡°Los viejos fantasmas¡±, seg¨²n Monedero
¡°En Andaluc¨ªa han emergido los viejos fantasmas y se ha manchado un poco la posibilidad de reinventarnos que implicaba el frente amplio¡±, considera Monedero, que tambi¨¦n dirige el Instituto Rep¨²blica y Democracia, el laboratorio de ideas vinculado al partido. ¡°Emergen los pactos en despachos, los codazos por las fotos, las discusiones al margen de los programas, y los acuerdos contranatura. [??igo] Errej¨®n, que rompe con Podemos por el acercamiento a Izquierda Unida, termina haciendo una suerte de pinza con IU¡±, valora en referencia a lo sucedido, una lectura que repiten distintas fuentes de Podemos.
Alianza Verde fue uno de los dos partidos que se qued¨® fuera del registro de la coalici¨®n. Su coordinador federal, el diputado Juan L¨®pez de Uralde, aboga por hacer una ¡°lectura en positivo¡±, aunque apunta a mejoras en el proceso, en la l¨ªnea de Podemos. ¡°La suma es posible, podemos ser m¨¢s, pero hay que extraer algunas lecciones. En las futuras confluencias los candidatos tienen que ser elegidos por el m¨¦todo que decidamos¡±, y pone sobre la mesa la opci¨®n de las primarias. Reconoce que las negociaciones ¡°han tenido un impacto en la confianza¡± entre las distintas formaciones. ¡°Hay que coser heridas¡±, a?ade.
¡°Mi gran preocupaci¨®n es que los tres grandes factores de los que depende un frente amplio, Yolanda, Podemos e IU, despu¨¦s de lo de Andaluc¨ªa est¨¢n un poco m¨¢s lejos¡±, reconoce Monedero. En realidad, D¨ªaz e IU, con Garz¨®n al frente, parecen cada vez m¨¢s cerca, mientras Podemos s¨ª est¨¢ trasladando su incomodidad. ¡°Yolanda e Ione tienen que sentarse y volver a empezar¡±, propone el profesor de Pol¨ªticas. El hecho de que Iglesias designara directamente sin votaci¨®n a D¨ªaz, explica parte de los problemas actuales, seg¨²n Monedero. ¡°Yolanda no se siente concernida por Podemos y Podemos no entiende sus desaires¡±, advierte.
Mientras la vicepresidenta s¨ª se ha dejado ver en actos institucionales con la l¨ªder de Comprom¨ªs, M¨®nica Oltra; la portavoz de M¨¢s Madrid, M¨®nica Garc¨ªa, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o el propio Errej¨®n, no participa en ning¨²n evento de Podemos desde diciembre, y tampoco asistir¨¢ el pr¨®ximo fin de semana a la fiesta de la primavera de la organizaci¨®n en Valencia. D¨ªaz no aclara tampoco cu¨¢l ha de ser el papel de esa formaci¨®n en su proyecto y repite desde hace tiempo: ¡°Los partidos pol¨ªticos tendr¨¢n que estar, pero no son el ser¡±.
El duelo por las listas en una hipot¨¦tica candidatura para las generales encabezada por la vicepresidenta ¡ªque a¨²n no ha decidido sobre su futuro¡ª anticipa las batallas m¨¢s duras. Y est¨¢ por ver si, a pesar del discurso p¨²blico de apoyo a la responsable de Trabajo, Podemos est¨¢ dispuesto a aceptar la autonom¨ªa de D¨ªaz. No son pocas las voces que afirman que ha elegido, con Iglesias a la cabeza, la v¨ªa de la confrontaci¨®n para minarla.
¡°Si los resultados de IU son buenos en Andaluc¨ªa, Podemos estar¨¢ sometido a este tipo de negociaciones de ahora en adelante¡±, vaticina una fuente parlamentaria, quien cree que el partido de Belarra ha de ser ¡°un actor fundamental¡± en ese nuevo espacio, pero matiza, tiene que actuar ¡°con inteligencia y generosidad¡±.
Por el momento, uno de los principales ganadores de Andaluc¨ªa es M¨¢s Pa¨ªs. No se jugaba casi nada, y en la negociaci¨®n logr¨® colocar a su coordinadora en la comunidad, Esperanza G¨®mez, como n¨²mero uno por Sevilla, asegur¨¢ndose un puesto de salida. El mismo d¨ªa que Iglesias estallaba en la radio, Errej¨®n presentaba el acuerdo del Turia, un pacto de ¡°colaboraci¨®n pol¨ªtica¡± con Comprom¨ªs, M¨¦s per Mallorca, Chunta Aragonesista y Verdes Equo.
La alianza extiende en los territorios las posibilidades del proyecto encabezado por el exdiputado de Podemos, y en un momento dado, puede servir de base a la estructura de D¨ªaz. ¡°Este acuerdo no es incompatible con nada¡±, respondi¨® el lunes Errej¨®n al ser preguntado expresamente sobre si el pacto era incompatible con el proyecto de la vicepresidenta.
D¨ªaz tiene un enorme caudal pol¨ªtico, sigue estando entre las pol¨ªticas mejor valoradas, y est¨¢ exhibiendo los resultados de su ley estrella, la reforma laboral, que han sorprendido incluso a sus autores: 700.000 contratos indefinidos en abril, el primer mes entero en el que se aplic¨®. Son casi la mitad del total, cuando antes de la reforma los indefinidos eran menos del 10%. Pero la vicepresidenta tiene un inmenso reto: recomponer un espacio pol¨ªtico que lleg¨® a tener cinco millones de votos en 2016 y ahora anda fracturado. De su ¨¦xito depende que la izquierda siga gobernando o abra paso a un in¨¦dito bloque de derechas con Alberto N¨²?ez Feij¨®o de presidente y Santiago Abascal de vicepresidente. Esta semana ha quedado muy claro que no depende solo de ella: Iglesias, que insiste en que ¨¦l ya no manda, tiene que decidir si deja hacer a D¨ªaz o mantiene el pulso para controlar el proceso.
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