Entusiasmo en Rota ante el rearme de Estados Unidos: ¡°Estamos todos felices, que vengan m¨¢s destructores¡±

Clara Fonseca va con prisas porque el d¨ªa pinta intenso. No es ni mediod¨ªa y el paradisiaco chiringuito Az¨²car de Cuba, que gestiona junto a dos socias m¨¢s en Rota (29.326 habitantes, C¨¢diz) desde hace 20 a?os, ya ha colgado el cartel de ¡°completo¡± para el almuerzo. A las cuatro y media tienen un evento para 80 estadounidenses de la base. El verano es tiempo de despedidas y llegadas para muchos de los militares que est¨¢n destinados en la zona. Fonseca detiene el traj¨ªn de coordinar a sus 28 trabajadores y valora los ecos que llegan desde Madrid sobre la posible nueva ampliaci¨®n del escudo antimisiles: ¡°Exceptuando el tema del alquiler, que est¨¢ disparado por los americanos, estamos todos felices, que vengan m¨¢s destructores¡±.

Esta cubana no es la ¨²nica en Rota a la que le cuadra ¡ªcada cual, con sus peros¡ª la presencia de estadounidenses en una base que ¡ªaunque pueda no parecerlo¡ª es espa?ola. Todos apelan a un man¨¢ econ¨®mico que, solo en contratos directos entre la localidad gaditana y Mor¨®n de la Frontera (Sevilla), deja unos ¡°254 millones de euros anuales en Andaluc¨ªa¡±, seg¨²n recuerda un portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Espa?a, bas¨¢ndose en un informe de 2019. Ah¨ª ni siquiera est¨¢ el gasto que realizan los 4.000 efectivos desplegados en ambas bases ¨Dun 90% en Rota¨D, y sus familias. Ni el contrato vigente hasta enero de 2028 por el que Navantia se encarga del mantenimiento de los destructores clase Arleigh Burke que conforman el actual escudo antimisiles y otros buques de la Armada estadounidense por un importe m¨¢ximo de 822,4 millones de euros.

El n¨²mero de buques destructores pasar¨¢ de cuatro a seis de materializarse la intenci¨®n manifestada el martes por el presidente estadounidense, Joe Biden, y el jefe del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez (por ahora es solo un inicio de negociaciones que implicar¨¢ un cambio en el convenio de cooperaci¨®n para la defensa entre ambos pa¨ªses de 1988, como recuerda la Embajada de Estados Unidos). Cada destructor tiene una dotaci¨®n de unos 350 militares que vienen con sus familias por un periodo de aproximadamente dos a?os.

La teniente de alcalde del Ayuntamiento de Rota, Encarnaci¨®n Ni?o (PSOE), a¨²n no se atreve a dar cifras, pero tiene claro que, si se materializa el acuerdo, ¡°ser¨¢ una noticia importante no solo para el municipio, sino para la provincia¡±. ¡°Va a ser importante en mayores contratos, mayor n¨²mero de personas que puedan vivir en nuestra localidad o la generaci¨®n que se produzca en la hosteler¨ªa. Cualquier persona que viene a vivir con su familia dos a?os genera actividad y ese dinero se queda aqu¨ª¡±, tercia la concejal.

Ni?o asegura que, seg¨²n estudios econ¨®micos realizados por el Ayuntamiento, la base de Rota ¡°supone el 60% del PIB¡± del municipio y que, solo en alquileres, los estadounidenses que optan por vivir fuera de las instalaciones militares ¡ªdentro tienen desde supermercados a restaurantes o cine¡ª gastan, al menos, ¡°tres millones al a?o¡±. Eso hace que m¨¢s de un rote?o no dude en alquilar su propio domicilio a militares de la base y mudarse a casas m¨¢s peque?as. ¡°La base naval de Rota es la mayor f¨¢brica que tiene nuestra ciudad¡±, apunta Juan Alberto Izquierdo, gestor de la inmobiliaria Urbanrota.

Este empresario tiene ya el olfato para localizar viviendas que cumplan el est¨¢ndar que buscan los estadounidenses: ¡±Unifamiliares, que tengan espacio suficiente para patio, garaje, e incluso piscinas¡±. Llegan a pagar por ellas de 1.800 a 2.500 euros mensuales en contratos de uno a tres a?os. Aunque Fonseca cree que ese aliciente es el que infla la burbuja del alquiler estable en la localidad, Ni?o lo rebate: ¡°Tur¨ªsticamente, Rota es un destino muy atractivo, muchos quieren tener su segunda residencia en nuestra localidad. El mercado estadounidense no es siempre estable, no siempre se puede tener demanda. Al precio del alquiler creo que le afecta m¨¢s lo tur¨ªstico¡±.

Con tanto consenso en el argumento econ¨®mico, cuesta encontrar la disidencia en forma de quejas sobre la base. Aunque tambi¨¦n afloran. El Ayuntamiento ¡ªcon el consenso de todos los grupos pol¨ªticos¡ª lleva a?os enfrascado en una particular cruzada para que se reconozca una compensaci¨®n econ¨®mica por el 25% del t¨¦rmino municipal que tiene ocupada la base y que no se ve recompensado en t¨¦rminos de impuestos como el IBI o de poblaci¨®n flotante. ¡°En estos dos ¨²ltimos a?os, el Gobierno ha permitido que Rota reciba un mill¨®n de euros por servidumbre, procedente de los Presupuestos Generales: era de justicia¡±, apunta Ni?o. Ahora nuestro objetivo es que sea estable en el tiempo, deber¨ªa haber un convenio estabilizado¡±.

En febrero hubo quien record¨® un inconveniente m¨¢s, solapado hasta ahora por un contexto de relativa paz en Europa. Al inicio de la invasi¨®n rusa de Ucrania y con las hostilidades crecientes hacia los pa¨ªses miembros de la OTAN, muchos en Rota se plantearon de golpe que, a pocos metros de sus casas, permanec¨ªa una de las patas militares esenciales de Estados Unidos en Europa. ¡°Llevamos conviviendo con la base desde los a?os cincuenta, pero percibimos que este es un territorio muy seguro. Eso, en parte, est¨¢ relacionado con la base¡±, concluye la teniente de alcalde. ¡°Nunca hemos padecido una consecuencia muy negativa en seguridad por esta presencia¡±.

Por ahora, a Rota parece que le cuadran las cuentas. Y eso que a¨²n no se ha materializado el posible incremento de militares. Que se lo digan a Fonseca, atareada como de costumbre con tanto estadounidense en su chiringuito. ¡°Son unos clientes fant¨¢sticos, aunque a veces se desmadren un poco con el alcohol¡±, zanja entre risas antes de volver a la faena.