Una batalla sin tregua de 16 meses hasta las elecciones generales
El arranque de un curso pol¨ªtico decisivo se adelanta a la ¨²ltima semana de agosto, tras un duro choque entre el PSOE y el PP por el bloqueo del Poder Judicial
Mientras el verano enfila sus ¨²ltimas semanas con el pa¨ªs en las playas y en las terrazas, la pol¨ªtica espa?ola libra una pelea sin cuartel que anticipa un oto?o de alto voltaje. Los dos grandes partidos cierran agosto enzarzados en una nueva trifulca, incapaces de llegar al m¨ªnimo acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial, que suma m¨¢s de tres a?os y medio de mandato caducado. En el ¨²ltimo episodio de este largo desencuentro, Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha visto comprometida su palabra de que no conoc¨ªa el acuerdo desvelado por EL PA?S que su predecesor, Pablo Casado, hab¨ªa alcanzado con el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez. A Feij¨®o le ha torpedeado el fuego amigo, porque el PP tiene todav¨ªa heridas de la traum¨¢tica salida de su anterior l¨ªder. Pero el fuerte choque de esta semana es, sobre todo, el precedente de la dur¨ªsima confrontaci¨®n a la que van de cabeza el PSOE y el PP, y que reconocen en sus puestos de mando. No habr¨¢ tregua en el nuevo curso pol¨ªtico, que es decisivo porque inicia una larga precampa?a electoral de 16 meses hasta las generales.
En los partidos saben que el resultado de las elecciones vendr¨¢ marcado por el de las municipales y auton¨®micas de mayo ¡ªen solo ocho meses¡ª y que, en septiembre del a?o que viene, estar¨¢n inmersos en plena campa?a de las generales, previstas para diciembre de 2023. El curso pol¨ªtico 2022/ 2023 es, por tanto, netamente electoral. La Moncloa no tiene tiempo que perder porque debe conjurar los aires de cambio de ciclo, como demuestra que el arranque se adelanta a la ¨²ltima semana de agosto, con toda la maquinaria del Gobierno en marcha. Los ej¨¦rcitos toman posiciones para el comienzo de la gran batalla.
Todo empez¨® con las palabras de Feij¨®o en la entrevista de EL PA?S el pasado domingo. El l¨ªder del PP se meti¨® en un callej¨®n de dif¨ªcil salida cuando neg¨® que su direcci¨®n tuviera conocimiento del acuerdo al que llegaron en octubre de 2021 el Gobierno y la c¨²pula anterior de su partido para reformar la Ley del Poder judicial. ¡°?Lleg¨® a firmarlo el PP?¡±, se le pregunt¨® a Feij¨®o. ¡°Nosotros no lo tenemos. Creo que se pact¨® una lista, eso es lo que me han dicho, nada m¨¢s¡±, contest¨®, tratando de esquivar el asunto. Dos d¨ªas despu¨¦s, EL PA?S public¨® el documento firmado por el ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, y el ex secretario general de los populares, Teodoro Garc¨ªa Egea, hasta entonces secreto. El documento revela dos cosas: que el PP de Casado ten¨ªa un acuerdo con el Gobierno para renovar el Poder Judicial, as¨ª que en principio ser¨ªa tan f¨¢cil como retomarlo. Y que entre lo pactado figuraba una reforma de la ley para poder nombrar solo a los magistrados del Constitucional. Es decir, que el PP de Casado hab¨ªa avalado la reforma que aprob¨® el Ejecutivo en julio con la airada oposici¨®n del PP de Feij¨®o. La salida a la luz del texto era un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n del PP.
Los populares se enredaron entonces en un laberinto de versiones dispares sobre si conoc¨ªan o no ese pacto hasta ahora secreto. El fuego amigo acab¨® por enredarlo todo. La direcci¨®n anterior desminti¨® la versi¨®n de Feij¨®o sobre que Casado le hab¨ªa ocultado ese acuerdo. La tensi¨®n interna dej¨® al descubierto los puntos d¨¦biles del PP con el bloqueo del CGPJ. ¡°A Feij¨®o el Gobierno le ha dejado en este tema con el culo al aire¡±, se?ala un dirigente de peso de la c¨²pula anterior.
El CGPJ es la arena donde se libra la primera fase de la batalla hasta las generales. Las posiciones parten tan ajustadas ¡ªel PP supera ligeramente al PSOE en las encuestas¡ª que el espacio para el acuerdo se achica. Este es uno de los rasgos del curso que viene. En la interpretaci¨®n que el Gobierno y el PP hacen del desencuentro se percibe una intensa desconfianza mutua. ¡°Feij¨®o lleg¨® con la intenci¨®n de renovar el Poder Judicial. Se lo dijo ¨¦l mismo al presidente y nos lo dijeron Cuca Gamarra y Esteban Gonzalez Pons en las primeras reuniones. Pero despu¨¦s el PP decidi¨® que no lo iban a renovar. En la ¨²ltima reuni¨®n con Gonz¨¢lez Pons, en julio, era clar¨ªsimo que ya no quer¨ªan hacerlo. No hemos llegado negociar nada, pusieron mil excusas¡±, se quejan fuentes gubernamentales. En el equipo de Feij¨®o ofrecen otra versi¨®n: ¡°Claro que hubo mucha negociaci¨®n, pero no quisimos aceptar los pactos secretos a los que hab¨ªan llegado Pablo y Teodoro. Al Gobierno le result¨® muy frustrante que les dij¨¦ramos que con nosotros ten¨ªan que empezar de cero. Creen que venimos a romper; se pusieron nerviosos y emprendieron una huida hacia delante¡±.
Las dos partes se resisten, no obstante, a dar por enterrado para lo que queda de legislatura el acuerdo del CGPJ, conscientes de que el bloqueo supone una de las principales anomal¨ªas institucionales del pa¨ªs. ¡°Ellos no tienen voluntad de renovar, pero quiz¨¢ pueden cambiar de opini¨®n por la presi¨®n de los jueces o de la sociedad. Nosotros vamos a seguir intent¨¢ndolo¡±, relatan en el Gobierno. ¡°Si no hacen una barbaridad en el Constitucional, no tendremos m¨¢s remedio que sentarnos¡±, reflexionan en la c¨²pula del PP.
El episodio veraniego del Poder Judicial revela, seg¨²n el Gobierno, que Feij¨®o empieza a mostrar sus costuras. La Moncloa intentar¨¢ desmontar la imagen de moderaci¨®n y solvencia del l¨ªder del PP, un rival mucho m¨¢s correoso que Casado. Por contra, en el PP se extiende el convencimiento de que Feij¨®o est¨¢ a las puertas de convertirse en presidente. ¡°La pelota est¨¢ en nuestro tejado. Feij¨®o tiene que seguir ampliando su equipo y perfilando su propuesta econ¨®mica, pero el partido tiene la sensaci¨®n de que vamos a gobernar en las siguientes¡±, apunta un presidente popular.
El Gobierno sabe que necesita un vuelco de la tendencia demosc¨®pica y no va a perder ni un minuto. El inicio de curso se adelanta por eso a la ¨²ltima semana de agosto, con la celebraci¨®n de un Consejo de Ministros el martes para aprobar un centro nacional de salud p¨²blica, y la convocatoria de un pleno el jueves, en el que se votar¨¢n tres leyes y tres reales decretos pendientes. El presidente arranca adem¨¢s con una gira latinoamericana en la que visitar¨¢ Colombia, Ecuador y Honduras del 24 al 26 de agosto.
Sanchez obliga as¨ª a adelantar su regreso a Feij¨®o, que hab¨ªa previsto el arranque del curso el s¨¢bado 27 en el municipio gallego de Cotobade, y le pone una primera piedra en el camino. Esta semana se vota el decreto de medidas de ahorro energ¨¦tico que ha aflorado de nuevo las dos almas del PP, representadas en Isabel D¨ªaz Ayuso y Feij¨®o. Este deber¨¢ decidir si valida un decreto para el que la presidenta madrile?a ha anunciado un recurso de inconstitucionalidad, que no es secundado por G¨¦nova ni de momento por otras comunidades del PP. Feij¨®o tiene el reto de surfear el tsunami Ayuso y debe terminar adem¨¢s la reorganizaci¨®n territorial del PP.
Pol¨ªticas progresistas
El PSOE tambi¨¦n comienza el curso con deberes internos pendientes. S¨¢nchez no ha culminado la operaci¨®n de regreso al PSOE cl¨¢sico que empez¨® con la remodelaci¨®n del partido en julio, y que tiene en Patxi L¨®pez, nuevo portavoz parlamentario, a uno de sus principales exponentes. Esta semana ha descartado que vaya a ejecutar pr¨®ximamente un cambio de Gobierno, pero ser¨ªa l¨®gico que los movimientos en el PSOE tuvieran correlaci¨®n en el Ejecutivo. Tiene tiempo. En Unidas Podemos creen que S¨¢nchez va a finalizar la legislatura con un Gobierno m¨¢s compacto, lo que implicar¨ªa tambi¨¦n una reducci¨®n de sus ministerios a escala proporcional.
La estrategia del Ejecutivo seguir¨¢ la l¨ªnea marcada por S¨¢nchez en el debate sobre el estado de la naci¨®n, explican fuentes gubernamentales, cuando anunci¨® el impuesto extraordinario a la banca y a las el¨¦ctricas. El rumbo ser¨¢n las pol¨ªticas n¨ªtidamente progresistas para activar a la izquierda. Feij¨®o, por su parte, buscar¨¢ el desgaste del Gobierno por la econom¨ªa; cuenta con la ventaja de que su base social s¨ª est¨¢ movilizada, pero el inconveniente de que est¨¢ obligado a sumar con Vox mayor¨ªa absoluta, porque no tiene otros posibles apoyos, a diferencia de S¨¢nchez, que puede pactar con los nacionalistas.
El PP est¨¢ muy atento a los movimientos tect¨®nicos en la derecha, por la pr¨¢ctica desaparici¨®n de Ciudadanos y el retroceso de Vox. Los ultras est¨¢n inmersos en una reflexi¨®n estrat¨¦gica tras el chasco andaluz y sus primeras divisiones internas, con la significativa marcha de una de sus primeras espadas (Macarena Olona) durante el verano, aludiendo a problemas de salud. En la izquierda, es clave la tarea de gigante de Yolanda D¨ªaz para reorganizar el espacio pol¨ªtico a la izquierda del PSOE. En el equipo de la vicepresidenta creen que Podemos estar¨¢ s¨ª o s¨ª en el nuevo proyecto. ¡°No hay otra alternativa¡±, enfatizan.
Pero el marco externo lo determinar¨¢ todo. La guerra de Ucrania ya se ha revelado como un conflicto de desgaste sin visos de final. El gas ser¨¢ un arma de guerra y se prev¨¦ un invierno duro en Europa. La inflaci¨®n se ha disparado al r¨¦cord hist¨®rico del 9% en los Veintisiete. Espa?a cuenta con unos buenos datos de empleo, previsiones de crecimiento del PIB y los millonarios fondos europeos. Pero si la situaci¨®n econ¨®mica pasa de los nubarrones a la tormenta, el Gobierno sabe que tendr¨¢ dif¨ªcil levantar el vuelo ante un PP crecido. A¨²n es muy pronto para saberlo. 16 meses en pol¨ªtica son una eternidad. La larga precampa?a hasta las generales ya ha comenzado. La ¨²nica certeza es que no habr¨¢ tregua.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.