Expulsada de Espa?a una enigm¨¢tica pareja ruso-ucrania que fue detenida con una granada
La Audiencia de Girona condena a dos individuos arrestados en 2019 cuando portaban el explosivo a siete a?os de c¨¢rcel sin aclarar en qu¨¦ consist¨ªa su misi¨®n
El enigma del ruso y el ucranio detenidos con una granada de mano cuando circulaban en 2019 por la AP-7 en La Junquera (Girona), cerca de la frontera francesa, contin¨²a. La Audiencia Provincial de Girona ha condenado a German Bagaev y a Serhii Aniskovich a siete a?os de c¨¢rcel y a su expulsi¨®n de Espa?a por motivos de seguridad nacional. En la sentencia, a la que ha tenido acceso EL PA?S, no aflora un solo dato que aclare la misi¨®n en Espa?a de estos vidriosos personajes. Una pareja adicta a hacerse fotos con fusiles, ametralladoras, pistolas con silenciador y armas de guerra, seg¨²n las im¨¢genes halladas en sus m¨®viles.
El ruso Bagaev y el ucraniano Aniscovich fueron arrestados el 4 de octubre de 2019 en un control de carretera cuando viajaban en un Mercedes Benz S-350 negro con matr¨ªcula bielorrusa. El peque?o comando estaba a punto de cruzar la frontera con Francia. En el asiento trasero, en un malet¨ªn de color marr¨®n, portaban una granada antipersona M-75 de fabricaci¨®n serbia, que se accionaba con percusi¨®n por suelta de palanca, retraso pirot¨¦cnico de tres a cuatro segundos y uso militar. Junto a esta arma de guerra, perfectamente encintada para evitar explosiones fortuitas, descansaban 16 misteriosas cartas manuscritas y cerradas. Unas misivas dirigidas a un lituano residente en Alemania y que hab¨ªan sido entregadas a los condenados en Valencia.
El misterio de la tortura
La pareja llevaba en una bolsa tres tampones falsos de tinta negra para simular visados de entrada en Lituania; un truco para mostrar en sus pasaportes que pod¨ªan circular con libertad por la Uni¨®n Europea. Cuando los agentes de la Guardia Civil examinaron sus m¨®viles, encontraron fotograf¨ªas con im¨¢genes inquietantes. En especial, la estampa de un hombre con aspecto de haber sido torturado, sentado en una silla y con los ojos tapados. Tambi¨¦n, retratos de Bagaev y Aniscovich portando armas cortas con silenciador y chalecos antibalas. El veh¨ªculo en el que circulaban portaba tres balizas de detecci¨®n de movimiento.
Durante los interrogatorios ante la Guardia Civil y la juez que instruy¨® el caso, la pareja se limit¨® a reconocer que su misi¨®n consist¨ªa en trasladar el enigm¨¢tico malet¨ªn marr¨®n y que ignoraban su contenido. La magistrada orden¨® abrir las 16 misivas durante una vista a la que asistieron por videoconferencia los dos detenidos y su abogado. Un traductor ruso y otro alem¨¢n elaboraron un informe sobre su contenido. El destinatario era un lituano residente en Alemania al que supuestamente se dirig¨ªa la maleta. Los condenados afirman que recibieron las cartas en Valencia de manos de una mujer a la que no han identificado.
El pasado de los dos detenidos es tan nebuloso como su expedici¨®n en Espa?a. El ruso Bagaev declar¨® a la juez que reside desde hace 20 a?os en Francia, donde afirma tener estatuto de refugiado y trabajar para una empresa de seguridad. El rastro de Aniscovich es igual de oscuro. Durante la instrucci¨®n, el ucranio se defini¨® como un ayudante o subalterno de su compa?ero.
Fuentes de la investigaci¨®n aseguran que ambos pertenecen al crimen organizado internacional, aunque no descartan su colaboraci¨®n con los servicios secretos rusos, desde hace a?os muy activos en acciones criminales y asesinatos en Europa.
El dispositivo de borrado de unos de los tel¨¦fonos de Bagaev no funcion¨®. Los agentes de la Guardia Civil recuperaron conversaciones en las que se detallan acciones violentas y supuestos cr¨ªmenes cometidos en distintas partes de Europa. Joaqu¨ªn Bech de Cereda, abogado de los condenados, tilda estas hip¨®tesis de ¡°exageraciones¡±.
Las huellas de Bagaev ya se hab¨ªa marcado en Espa?a antes de su detenci¨®n en La Junquera. Durante el verano de 2018, particip¨® en un tiroteo en un bar de Benidorm (Alicante) en el que result¨® herido un ciudadano marroqu¨ª. Fue un supuesto ajuste de cuentas por tr¨¢fico de drogas. La imagen del ruso qued¨® registrada el 4 de julio por una c¨¢mara del restaurante Kebab de la calle Lepanto y la de los pubs Bahamas, Caf¨¦ Benidorm y Champions del municipio alicantino. Entonces, Bagaev pudo escapar. No fue detenido. El ruso explic¨® a su amigo por WhatsApp que estaba preocupado por haber ¡°dejado huellas en los casquillos¡±.
La sentencia de los magistrados Adolfo Garc¨ªa Morales, Mar¨ªa Teresa Iglesias y Victoria Correas condena a Bagaev y a Aniskovich a siete a?os de c¨¢rcel por dep¨®sito de armas de guerra y a ocho meses por falsedad documental. El fallo establece que ambos cumplir¨¢n ¨²nicamente dos a?os y seis meses de c¨¢rcel sustituy¨¦ndose el resto por su expulsi¨®n de Espa?a durante diez a?os. Aniskovich ya ha sido expulsado y Bagaev sigue en prisi¨®n. El rastro digital de su m¨®vil en el que se habla de supuestas acciones criminales en otros pa¨ªses de Europa ha abierto una nueva investigaci¨®n.
investigacion@elpais.es
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