El Gobierno prepara la exhumaci¨®n de Milans en Toledo tras borrar la huella de Queipo de Llano, el general que alent¨® la violaci¨®n de mujeres ¡°de rojos¡±
La cripta donde yacen los restos del golpista del 23-F no est¨¢ abierta al p¨²blico, lo que no impide que se celebren homenajes en su honor
El general Gonzalo Queipo de Llano escribi¨® algunas de las p¨¢ginas m¨¢s negras de la historia espa?ola. Dec¨ªa en un bando militar el 24 de julio de 1936: ¡°Ser¨¢n pasadas por las armas, sin formaci¨®n de causa, las directivas de las organizaciones marxistas o comunistas que en el pueblo existan, y en el caso de no darse con tales directivas, ser¨¢n ejecutados un n¨²mero igual de afiliados arbitrariamente elegidos¡±. Y declar¨® a Radio Sevilla: ¡°?Qu¨¦ har¨¦? Pues imponer un dur¨ªsimo castigo para callar a esos idiotas cong¨¦neres de Aza?a. Por eso faculto a todos los ciudadanos a que, cuando se tropiecen con uno de esos sujetos, lo callen de un tiro. O me lo traigan a m¨ª, que yo se lo pegar¨¦¡±. ¡°Nuestros valientes legionarios y regulares han ense?ado a los rojos lo que es ser hombre. De paso, tambi¨¦n a las mujeres de los rojos, que ahora, por fin, han conocido hombre de verdad y no castrados milicianos. Dar patadas y berrear no las salvar¨¢¡±. El catedr¨¢tico de historia contempor¨¢nea Juli¨¢n Casanova explica que no solo era necesario exhumar sus restos de La Macarena, como ocurri¨® la madrugada del jueves, sino que ten¨ªa que haberse hecho mucho antes: ¡°Queipo de Llano fue el principal responsable de las pol¨ªticas de exterminio que militares y falangistas llevaron a cabo en Sevilla en los primeros meses tras el golpe de Estado de julio de 1936 y estaba enterrado en una bas¨ªlica cat¨®lica¡±.
No es el ¨²nico caso y la nueva Ley de Memoria Democr¨¢tica ampara nuevos traslados en los pr¨®ximos meses. El senador de Comprom¨ªs Carles Mulet ha preguntado al Gobierno en varias ocasiones a lo largo de los a?os sobre la cripta del Alc¨¢zar de Toledo que alberga los restos del golpista Milans del Bosch y el general franquista Jos¨¦ Moscard¨®: ¡°?Ve de recibo el Gobierno que, mientras miles de cuerpos de defensores de la democracia resten en cunetas y fosas comunes, generales golpistas reposen en criptas, con todos los honores, en edificios p¨²blicos?¡±, dec¨ªa en septiembre de 2021. El Ejecutivo contest¨® entonces que dicha cripta no pod¨ªa ser ¡°visitada por el p¨²blico con car¨¢cter general¡± y que ¨²nicamente familiares de los enterrados pod¨ªan acceder a ella en los d¨ªas que el Museo estuviera cerrado. Pero la Ley de Memoria Democr¨¢tica, aprobada en octubre, s¨ª permite trasladar los restos, seg¨²n fuentes del Gobierno, que ya lo est¨¢ estudiando.
La norma establece que los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 ¡°no podr¨¢n permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso p¨²blico, distinto a un cementerio, que pueda favorecer la realizaci¨®n de actos p¨²blicos de exaltaci¨®n, enaltecimiento o conmemoraci¨®n de las violaciones de derechos humanos cometidas durante la Guerra o la Dictadura¡±. El general Moscard¨® fue jefe de los defensores del Alc¨¢zar. El teniente general Milans particip¨® en la Divisi¨®n Azul (apoyando a los nazis) y en el golpe de Estado del 23-F. El lugar escogido para su enterramiento obedece a su condici¨®n de ¡°h¨¦roes del alzamiento¡±, argumentan ahora desde el Gobierno, y el hecho de que las visitas a la cripta sean restringidas no impide, a?aden, la realizaci¨®n de actos p¨²blicos de exaltaci¨®n del franquismo. De hecho, anualmente se celebran procesiones en su honor y el 8 de julio fue el lugar elegido por un grupo de neofascistas italianos para celebrar un homenaje al general Moscard¨®.
La nueva ley tambi¨¦n establece que, ¡°cuando los elementos contrarios a la memoria democr¨¢tica est¨¦n ubicados o colocados en edificios de car¨¢cter p¨²blico, las instituciones o personas jur¨ªdicas titulares de los mismos ser¨¢n responsables de su retirada o eliminaci¨®n¡±. La titularidad del inmueble corresponde, en este caso, al Museo del Ej¨¦rcito, dependiente del Ministerio de Defensa. La norma ha retirado, adem¨¢s, los t¨ªtulos nobiliarios de los que dispon¨ªa la familia de Queipo de Llano y Moscard¨®, adem¨¢s de otros 31 descendientes de dirigentes franquistas.
En el caso de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange enterrado en la bas¨ªlica del Valle de Cuelgamuros, pod¨ªa haber permanecido en el complejo si la familia hubiese accedido a trasladarlo de la localizaci¨®n preeminente en la que se encuentra ahora su tumba, junto al altar, a una de las criptas, porque muri¨® en la Guerra Civil, en noviembre de 1936. Pero sus familiares declinaron esa propuesta y se llevar¨¢n los restos a otro lugar.
El papel de la Iglesia
Para el historiador Juli¨¢n Casanova, los militares golpistas que fueron ¡°enterrados durante la dictadura con todos los honores y el consentimiento o apoyo de obispos y arzobispos en criptas de recintos religiosos¡± deb¨ªan haber sido exhumados hace tiempo, desde que ¡°ya en democracia, las investigaciones hist¨®ricas demostraron que lejos de ser honorables caballeros cristianos, contribuyeron con sus armas a propagar la violencia¡±. ¡°Ha habido debates en muchos otros pa¨ªses sobre qu¨¦ hacer con los restos de fascistas, criminales de guerra o dictadores, incluidos los comunistas, cuando se derrumb¨® el imperio sovi¨¦tico¡±, a?ade. ¡°Pero esa inextricable uni¨®n entre pol¨ªtica y religi¨®n cat¨®lica es una de las peculiaridades de la historia de Espa?a durante cuatro d¨¦cadas del siglo XX y ha estado presente como legado durante otras cuatro d¨¦cadas de democracia¡±. Casanova echa en falta ¡°una posici¨®n clara de la jerarqu¨ªa de la Iglesia cat¨®lica espa?ola, que durante a?os defendi¨® la beatificaci¨®n de cientos de asesinados por los republicanos durante la Guerra Civil, y no todos pertenecientes al clero, y siempre ha guardado silencio sobre la represi¨®n falangista y militar que la misma Iglesia tanto bendijo desde julio de 1936¡å.
Para el comisionado de Naciones Unidas Pablo de Greiff, que ha asesorado al Gobierno en la elaboraci¨®n de la ley, este tipo de pol¨ªticas no son caprichos de un determinado partido pol¨ªtico, sino ¡°asuntos de Estado que responden a obligaciones internacionales¡±. Los lugares de enterramiento, se?ala, incluyen un reconocimiento p¨²blico, por lo que ¡°no es irrelevante a qui¨¦n se le concede¡±. ¡°Una democracia tiene razones, y m¨¢s en esta ¨¦poca de regresi¨®n, para intentar reproducir los valores sobre los cuales descansa¡± y eso incluye ¡°la distribuci¨®n del reconocimiento p¨²blico¡±. No obstante, a?ade que ¡°la defensa de los valores democr¨¢ticos no debe quedarse solo en el terreno simb¨®lico, sino atender tambi¨¦n a los ciudadanos de carne y hueso con reclamaciones urgentes¡±, en alusi¨®n a la b¨²squeda de los desaparecidos del franquismo por fosas y cunetas. De Greiff ha lamentado los t¨¦rminos en los que se ha producido en Espa?a el debate de la Ley de Memoria Democr¨¢tica y est¨¢ convencido de que ¡°la democracia espa?ola es mucho m¨¢s fuerte de lo que esas opiniones sugieren¡±. Para el historiador Casanova tambi¨¦n est¨¢ claro: ¡°Si el PP no defiende la legitimidad y las acciones de la dictadura de Franco, deber¨ªa estar de acuerdo en dos cosas b¨¢sicas: facilitar desde la gesti¨®n p¨²blica la investigaci¨®n y b¨²squeda de restos de v¨ªctimas de la represi¨®n y evitar la apolog¨ªa y memoria de aquellos que defendieron con las armas las pol¨ªticas de violencia. No apoyar la Ley de Memoria Democr¨¢tica elaborada por la izquierda es un acto pol¨ªtico¡±.
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