Mandos intermedios de Renfe desbrozan el camino judicial de ADIF y del director de seguridad procesado
El jefe que recibi¨® el aviso del monitor de maquinistas sobre el riesgo de la curva afirma que la se?alizaci¨®n de la v¨ªa ¡°se ajustaba a la norma¡± y a otro cargo no le ¡°consta¡± haberlo visto en su correo electr¨®nico
Las afirmaciones que sembraron hasta ahora los cargos de ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) no han tenido contraataque este jueves, cuando les tocaba por fin el turno a dos mandos intermedios de Renfe. Entre la semana pasada y esta, por el sal¨®n del juicio en la Cidade da Cultura de Santiago pasaron responsables y t¨¦cnicos de la primera de las dos empresas p¨²blicas que sistem¨¢ticamente endosaron el mayor peso de la responsabilidad en ¡°Renfe y sus maquinistas¡± a la hora de velar por la seguridad en el tramo del accidente. Tal y como se ha visto en el juicio, en el lugar donde en julio de 2013 perdieron la vida 80 personas y otras 145 sobrevivieron con lesiones y secuelas no hab¨ªa ning¨²n sistema autom¨¢tico de frenado del tren, ni tampoco se?ales, y todo pend¨ªa de un error humano en la conducci¨®n.
La de A Grandeira, a la entrada de Santiago, era una curva ¡°con un radio de 400 metros¡± a la salida de un t¨²nel, por la que el tren circulaba en v¨ªa libre y ante la que los conductores deb¨ªan reducir la marcha de 200 a 80 kil¨®metros por hora. Pero en Renfe, a finales de 2011, se limitaron a acordar ¡°verbalmente¡± con los monitores de los maquinistas que hicieran ¡°hincapi¨¦¡± en que hab¨ªa que ¡°extremar la atenci¨®n¡± para frenar a tiempo. Hoy, dos responsables del seguimiento de la puesta en marcha de la l¨ªnea de alta velocidad que han declarado por parte de Renfe han dicho que aquella ausencia de se?ales ¡°se ajustaba a la norma¡±, e incluso que era ¡°normativamente perfecta¡±. Solo un trabajador ya jubilado de Renfe, el maquinista, est¨¢ acusado en este juicio. El ¨²nico alto cargo en el banquillo, Andr¨¦s Cortabitarte, director de Seguridad en la Circulaci¨®n cuando se inaugur¨® la v¨ªa, es de ADIF. Indemnizaciones millonarias aparte, quien se juega m¨¢s en cuesti¨®n de prestigio nacional e internacional es el Administrador de la Infraestructura Ferroviaria, que es a quien defiende esta vez, adem¨¢s, la Abogac¨ªa del Estado.
Y sigue pareciendo, tal y como expres¨® la semana pasada el abogado de Francisco Garz¨®n, el maquinista, que los abogados a los que la jueza no suele cortar por preguntas que califica, en los dem¨¢s casos, de impertinentes, repetitivas o improcedentes son los letrados del Estado. Hoy, al final de la declaraci¨®n de ?ngel Lluch, mando intermedio en la Gerencia de Seguridad en la Circulacion de Renfe Viajeros y en otros tiempos (durante 20 a?os, maquinista), la abogada del Estado le ha preguntado c¨®mo hubiera procedido ¨¦l si fuera piloto de tren en la l¨ªnea del accidente. Lluch ha respondido justo lo que ADIF querr¨ªa o¨ªr: ¡°El libro horario (documento escrito por el que se gu¨ªan los conductores en la cabina) es lo que conecta el trabajo del maquinista con la infraestructura¡±, ¡°yo soy una persona met¨®dica... siempre revisaba la documentaci¨®n antes de emprender viaje, por si hab¨ªa consignas nuevas. Es lo que hace cualquier maquinista¡±.
Lluch ha asegurado adem¨¢s que no le ¡°consta¡± haber recibido el correo que el jefe de los maquinistas, Jos¨¦ Ram¨®n Iglesias Mazaira, afirm¨® hace unos d¨ªas haberle enviado advirtiendo sobre la necesidad de instalar se?ales (tarea que corresponde a ADIF) del cambio brusco de velocidad de la curva. Y tambi¨¦n ha dicho que si fuese conductor y notase que hab¨ªa un peligro hubiese cumplimentado ¡°un parte de incidentes¡± y se habr¨ªa preocupado por seguir hasta d¨®nde, en los despachos, llegaba su alerta. De todas formas, desde su ¡°punto de vista te¨®rico¡±, ha concretado durante su declaraci¨®n, ¡°no hubiera considerado un peligro en materia de seguridad¡± la curva del descarrilamiento, donde el tren circulaba desprotegido del sistema auxiliar de frenado ERTMS. En otro momento ha admitido que ¡°desconoc¨ªa esa infraestructura¡±. Y luego ha puntualizado: ¡°Si la hubiese conocido dir¨ªa que se ajustaba a norma, la situaci¨®n era normativamente perfecta. Con el cuadro de velocidades m¨¢ximas [el otro documento interno, junto con el libro horario, que manejan los conductores en ruta] la curva estaba protegida¡±, ha defendido en la misma l¨ªnea que lo hizo ADIF, cuando era interrogado por Manuel Prieto, el abogado del maquinista, que lo hab¨ªa propuesto como testigo.
Hoy Lluch ha dicho que nunca, hasta despu¨¦s del accidente, habl¨® con Mazaira de aquel correo que el monitor de los maquinistas s¨ª afirma haberle enviado y tratado con ¨¦l a principios de 2012. Es m¨¢s, seg¨²n Mazaira, este responsable de Renfe Viajeros le respondi¨® aquel a?o que para colocar las se?ales de aviso que ped¨ªa hac¨ªa falta cambiar el reglamento de circulaci¨®n y fue por eso que el jefe de los conductores dio la batalla por perdida. Pero Lluch dice que en su d¨ªa no recuerda ¡°haber comentado ese punto concreto con Mazaira¡± y asegura ahora que despu¨¦s del accidente revis¨® la bandeja de su correo y el viejo escrito no apareci¨®. Para este representante de Renfe, la preocupaci¨®n de los maquinistas (que era motivo de queja ¡°diario¡±, seg¨²n Mazaira) ten¨ªa que haberse canalizado en forma de ¡°denuncia¡±, porque as¨ª se habr¨ªa ¡°tratado en la comisi¨®n territorial de seguridad de Renfe¡±, y el presidente de esta ¡°se lo transmitir¨ªa a su hom¨®logo en ADIF¡±. Esa ¡°transmisi¨®n¡± a ADIF ¡°no existe¡±, ha zanjado.
Antes que Lluch ha testificado el jefe de Producci¨®n y Medios en la gerencia del mercado norte de Renfe Operadora. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Vilari?o fue el mando intermedio en A Coru?a que en primera instancia solicit¨® a Iglesias Mazaira que recogiese en un escrito todas las deficiencias y problemas que apreciaba en la nueva l¨ªnea de alta velocidad Ourense-Santiago. Con el informe del jefe de los maquinistas, deb¨ªa llevar a la comisi¨®n de seguimiento t¨¦cnico de la l¨ªnea otros cuatro informes que hab¨ªa encargado sobre distintos aspectos, incluida ¡°la limpieza¡±. Y en aquella reuni¨®n cuya acta se mand¨® a ADIF, seg¨²n ¨¦l, ¡°no se lleg¨® a tratar¡± el tercer y ¨²ltimo punto del escrito de Mazaira, que era el que alertaba de la ausencia de se?ales y el escal¨®n de velocidad que obligaba a los maquinistas a multiplicar su atenci¨®n sobre la v¨ªa. Antes de la reuni¨®n, ¨¦l mismo, ha asegurado hoy, reenvi¨® el informe a tres superiores que participaban tambi¨¦n en aquellas comisiones mensuales.
Cuando un abogado le ha preguntado si ¨¦l tambi¨¦n cre¨ªa que deb¨ªan instalarse se?ales en la v¨ªa, Vilari?o ha respondido: ¡°No soy experto en seguridad, no puedo opinar sobre eso¡±. Seg¨²n ¨¦l, su papel se limitaba a comprobar que la v¨ªa, tal y como estaba, ¡°se ajustaba a la normativa vigente, no transgred¨ªa ninguna norma¡±. ¡°No lo valor¨¦ como un tema de seguridad¡±, ha reconocido el testigo a preguntas del fiscal, ¡°no me pareci¨® relevante. Ahora por supuesto, est¨¢ claro, cambi¨® todo¡±. Pocos d¨ªas despu¨¦s de la cat¨¢strofe se colocaron se?ales y se regul¨® que hab¨ªa que se?alizar en Espa?a todas las ¡°transiciones significativas de velocidad¡±.
Cuando el jefe de maquinistas envi¨® a su superior el informe solo hab¨ªan pasado 15 d¨ªas desde la puesta en funcionamiento de la l¨ªnea (11 de diciembre de 2011). ¡°Ese punto¡±, el de las se?ales que hac¨ªan falta en la curva, ¡°recuerdo que no se debati¨® en la comisi¨®n¡±, ha seguido detallando el superior de Iglesias Mazaira. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ no se trat¨®¡±, ha admitido Vilari?o ante la insistencia de Mario Pi?eiro, fiscal jefe de Santiago: ¡°El secretario no consider¨® que debiese tratarse, intuyo que fue porque all¨ª no hab¨ªa ning¨²n representante de ADIF... no se le dio trascendencia¡±. ¡°Y usted tampoco levant¨® la mano para decir ¡®vamos a tratar eso¡±, le ha reprochado Pi?eiro, ¡°por lo que usted me cuenta pas¨® totalmente desapercibido¡±.
¡°Le dije al se?or Mazaira que reforzar¨ªamos la formaci¨®n de los maquinistas, haciendo acompa?amientos, e hincapi¨¦, respecto a ese punto cr¨ªtico¡±, ha justificado el testigo. ¡°Yo lo elev¨¦ al ¨®rgano al que ten¨ªa que elevarlo [la comisi¨®n de seguimiento t¨¦cnico]¡±, se ha defendido. Luego ¡°tomamos [¨¦l con los monitores de la l¨ªnea] un acuerdo verbal de reforzar la formaci¨®n a todos los maquinistas¡±, ha repetido: ¡°Lo que estaba en nuestra mano era hacer hincapi¨¦ en los puntos m¨¢s vulnerables; m¨¢s singulares, vamos¡±. Rodr¨ªguez Vilari?o, lo mismo que Lluch, defiende que si los maquinistas ve¨ªan un peligro en aquel ¡°punto cr¨ªtico¡± ten¨ªan la ¡°obligaci¨®n¡± de transmit¨ªrselo ¡°a la comisi¨®n de seguridad por los cauces que fuera preciso¡±. ¡°No me consta que ning¨²n maquinista haya hecho el mas m¨ªnimo escrito a su superior¡±, ha asegurado sobre las conocidas quejas de los conductores acerca del tramo de A Grandeira. La semana pasada, un cargo de ADIF las defini¨® como charlas ¡°de cantina¡±.
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