Del Tajo al Dni¨¦per: reclutas ucranios reciben en Toledo un curso acelerado para incorporarse al frente de batalla
Los 64 soldados enviados por Kiev sin formaci¨®n militar previa se instruyen en Espa?a en las t¨¦cnicas b¨¢sicas para sobrevivir en combate
¡°Ellos son los primeros interesados en aprender. Saben lo que los espera¡±, explica el coronel Francisco Iranzo, jefe de la Unidad de Formaci¨®n de Combate. Varios soldados ucranios tumbados en el suelo del campo de maniobras de Los Alijares (Toledo) se aprietan el antebrazo o el muslo con una goma el¨¢stica. Simulan hacerse un torniquete para taponar una herida por arma de fuego. Ahora es un ensayo, pero en el futuro esta t¨¦cnica podr¨ªa salvarlos de morir desangrados.
Hace poco m¨¢s de un mes, los 64 soldados ucranios que se alojan en la Academia de Infanter¨ªa del Ej¨¦rcito de Tierra eran civiles, v¨ªctimas pasivas de los horrores de la invasi¨®n rusa. Pero el Gobierno de Kiev decret¨® la movilizaci¨®n de todos los varones en edad militar y el 1 de noviembre fueron reclutados. Tienen entre 20 y 45 a?os, distintas profesiones (de ingenieros a agricultores) y diferente nivel de estudios (desde licenciaturas hasta la ense?anza obligatoria). Pero ninguno sab¨ªa manejar un arma y, durante sus dos primeras semanas en filas, se dedicaron a cavar trincheras.
El Ministerio de Defensa ucranio acept¨® la oferta de su hom¨®logo espa?ol y un avi¨®n del Ej¨¦rcito del Aire los traslad¨® el 13 de noviembre hasta la base a¨¦rea de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid). Un d¨ªa despu¨¦s, comenzaban un curso acelerado de instrucci¨®n militar en el Toledo Training Command (TCC). Durante cinco semanas, desarrollan jornadas intensivas de 10 horas diarias, seis d¨ªas y medio a la semana, m¨¢s alguna salida al campo de 24 horas; y el escaso tiempo libre que les queda lo emplean en comunicarse, desde un locutorio con wifi, con sus familiares, que siguen bajo las bombas rusas.
Los 70 militares espa?oles destinados en el TCC les imparten instrucci¨®n militar b¨¢sica, una formaci¨®n similar a la que recib¨ªan los reclutas cuando exist¨ªa la mili obligatoria. Pero no hay tiempo para ense?arles a desfilar o a saludar correctamente a los superiores. Todo est¨¢ dirigido a prepararlos para incorporarse cuanto antes al frente de batalla: movimiento en campo abierto y entorno urbano, tiro, combate cuerpo a cuerpo, primeros auxilios e identificaci¨®n de minas y artefactos explosivos improvisados (IED). Tras la lecci¨®n te¨®rica llega la pr¨¢ctica: un grupo de soldados ucranios se lleva en volandas a un compa?ero herido mientras otro camina de espaldas apuntando hacia atr¨¢s para cubrir su retirada; al fondo de la explanada, una docena de militares apunta a unas siluetas situadas a 50 metros de distancia y resuena una descarga de fusiler¨ªa cada vez que se oye la se?al del silbato.
Las pr¨¢cticas de tiro las hacen con el HK-G36, el fusil reglamentario del Ej¨¦rcito espa?ol, pero los instructores han tenido que adaptarlos porque en Ucrania tendr¨¢n que usar el AK-47 Kalashnikov. El objetivo no es que sean tiradores de ¨¦lite, sino que, a fuerza de repetirlo, disparar el arma se convierta, llegado el momento, en un movimiento reflejo que se hace sin pensarlo.
Tampoco hay tiempo de ponerlos en buena forma f¨ªsica, aunque a muchos les har¨ªa falta tras a?os de sedentarismo y alguno se resiente de una lesi¨®n, aunque se los someti¨® a reconocimiento m¨¦dico antes de viajar a Espa?a. Su moral, seg¨²n el comandante ucranio que ejerce como jefe y portavoz del contingente, es ¡°muy alta¡±. Sus hombres, dice, ¡°se han adaptado muy bien, est¨¢n aprovechando al m¨¢ximo la formaci¨®n que les dan y est¨¢n deseando volver para defender a su patria¡±. El comandante es el responsable de mantener la disciplina entre los 72 ucranios (contando los que prestan apoyo log¨ªstico e int¨¦rpretes) aunque, seg¨²n los mandos espa?oles, no se ha producido ning¨²n incidente ni deserci¨®n, como sucedi¨® con la desbandada de militares afganos que en su d¨ªa vinieron a formarse a Espa?a. Si la hubiera, ser¨ªa un asunto jur¨ªdicamente peliagudo, pues Madrid y Kiev negocian todav¨ªa la base legal de la presencia de sus militares en Espa?a.
Alg¨²n mando militar reconoce que traer reclutas desde m¨¢s de 3.000 kil¨®metros para darles una instrucci¨®n tan b¨¢sica puede parecer matar moscas a ca?onazos, pero el jefe del Mando de Operaciones, el general Francisco Braco, subraya que ¡°se est¨¢ prestando el apoyo que Ucrania nos solicita¡±. Espa?a ha ofrecido cursos m¨¢s sofisticados, como los de tiradores de ¨¦lite, artificieros, zapadores o param¨¦dicos, pero Kiev a¨²n no ha contestado. La operaci¨®n espa?ola, que dirige el general de brigada Francisco Mart¨ªnez Lozano, jefe del Mando de Tropas de Monta?a, se ha integrado en la misi¨®n de asistencia militar a Ucrania de la Uni¨®n Europea (EUMAM UA). Se supone que es su cuartel general en Bruselas, el Military Planning and Conduct Capability (MPCC), el que debe coordinar y poner orden entre las ofertas de los distintos pa¨ªses. La misi¨®n de adiestramiento de los militares ucranios, insiste Braco, es similar a las que se realizan en Irak o Mal¨ª, con la diferencia de que esta vez se hace en territorio nacional, aunque no se descarta mandar equipos m¨®viles a otros pa¨ªses y se ha ofrecido a Portugal que env¨ªe sus instructores a Espa?a.
¡°Agilidad, solidaridad, eficacia y discreci¨®n¡± son, seg¨²n sus responsables, las claves de la misi¨®n. La seguridad es prioritaria y se lleva al extremo de que no se permite a los periodistas hablar con los soldados ucranios y estos llevan cubierto el rostro con una mascarilla o braga de cuello para que no se los identifique. La campa?a de env¨ªos de cartas con sustancias pirot¨¦cnicas a las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid, el Ministerio de Defensa o el Palacio de La Moncloa, ha encendido todas las alarmas. ¡°Esto no va a alterar nuestro compromiso con Ucrania. Vamos a seguir haciendo lo que estamos haciendo porque es lo correcto¡±, enfatiza el general Braco, quien a?ade que la mayor¨ªa de los sobres incendiarios han sido interceptados y eso demuestra que ¡°las medidas de seguridad funcionan¡±, aunque en la Academia de Toledo no se hab¨ªa recibido ninguno hasta el viernes.
El pr¨®ximo d¨ªa 16 concluir¨¢n su formaci¨®n y los 64 reclutas ucranios regresar¨¢n a su pa¨ªs para incorporarse a las filas de un Ej¨¦rcito que ha pagado un alt¨ªsimo tributo desde que se inici¨® la invasi¨®n rusa: hasta 13.000 militares muertos, seg¨²n las autoridades de Kiev. Aunque a¨²n no hay fecha de llegada de sus sustitutos, el Toledo Training Command (TCC) est¨¢ preparado para instruir a muchos m¨¢s, hasta 400 cada dos meses.
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