La Audiencia Nacional rechaza que Mapfre sea perjudicada en la causa del ¡®Villa de Pitanxo¡¯
La aseguradora pretend¨ªa acceder a las pesquisas, donde se investigan 21 posibles homicidios, para obtener documentaci¨®n sobre el hundimiento del buque gallego
La Audiencia Nacional ha frenado las intenciones de la compa?¨ªa Mapfre de personarse como perjudicada en la investigaci¨®n judicial sobre el hundimiento del buque gallego Villa de Pitanxo, que dej¨® 21 muertos al naufragar el 15 de febrero de 2022 a 450 kil¨®metros de las costas de Terranova (Canad¨¢). El tribunal, que mantiene imputado al patr¨®n del pesquero por 21 delitos de homicidio por imprudencia grave y contra los derechos de los trabajadores, ha rechazado las pretensiones de la empresa, que hab¨ªa asegurado a la embarcaci¨®n ante posibles ¡°da?os¡± y que pretend¨ªa acceder a las pesquisas para obtener documentaci¨®n sobre el incidente, seg¨²n consta en una resoluci¨®n de la Sala de lo Penal del pasado 9 de septiembre. Contactada por EL PA?S, Mapfre no ha querido hacer comentarios al respecto.
El juez instructor Ismael Moreno, que investiga la muerte de los 21 marineros, ya rechaz¨® la personaci¨®n de Mapfre en mayo de este a?o. Pero la multinacional recurri¨® entonces la decisi¨®n del magistrado. La empresa aleg¨® que, como aseguradora de los da?os del buque, ten¨ªa derecho a que se le reconociera como perjudicada y a conocer c¨®mo se produjo el naufragio, sobre el que los tres supervivientes ¡ªel patr¨®n, su sobrino y un tercer tripulante¡ª ofrecen versiones contradictorias. La empresa argumentaba, adem¨¢s, que no hab¨ªa podido acceder al Diario de Navegaci¨®n, perdido en el hundimiento; ni a la Protesta de Mar ante el C¨®nsul de Espa?a en San Juan de Terranova, un acta que levanta el capit¨¢n del buque ante este tipo de incidentes.
Sin embargo, la Audiencia Nacional rechaza esa tesis. Primero, el juez Moreno incidi¨® en que la aseguradora pretend¨ªa justificar su condici¨®n de perjudicada en que ten¨ªa un contrato de seguro de capturas y da?os con el Villa de Pitanxo; un extremo que, seg¨²n el instructor, nada tiene que ver con los hechos presuntamente delictivos que se investigan en estas pesquisas: la muerte de 21 personas por imprudencia. Sobre ello, adem¨¢s, la Sala de lo Penal a?ade que la compa?¨ªa quiere ¡°intervenir en este procedimiento para tener acceso a la Protesta de Mar y a las pruebas que se practiquen relativas a las causas del hundimiento¡±.
¡°Esas circunstancias no justifican su condici¨®n de perjudicada¡±, subrayan los magistrados de la Sala de lo Penal, que inciden en que Mapfre puede conseguir la Protesta de Mar por otras v¨ªas. E, incluso, los jueces indican que, de producirse una reclamaci¨®n por la v¨ªa civil del due?o del buque a la aseguradora, la empresa puede pedir la paralizaci¨®n de ese proceso hasta que se resuelva esta investigaci¨®n penal en la Audiencia Nacional.
El juez imput¨® al patr¨®n del Villa de Pitanxo, Juan Pad¨ªn, por 21 delitos de homicidio por imprudencia grave y contra los derechos de los trabajadores. El capit¨¢n y su sobrino, Eduardo Rial (el segundo superviviente), afirmaron oficialmente que, despu¨¦s de sufrir una parada ¡°repentina¡± en el motor principal en plena recogida del aparejo, el pesquero se hundi¨® ¡°de forma muy r¨¢pida¡± por los golpes de mar que lo escoraron. Seg¨²n asegur¨® la armadora a trav¨¦s de una nota, donde recog¨ªa la versi¨®n de Pad¨ªn, la maquinaria del buque dej¨® de funcionar y este qued¨® ¡°sin propulsi¨®n ni gobierno¡±, expuesto a olas de hasta 10 metros y a vientos de 56 kil¨®metros por hora. Adem¨¢s, el patr¨®n dijo que hab¨ªa a bordo trajes de supervivencia para todos los miembros de la tripulaci¨®n y que dio orden de que se los pusieran cuando el barco comenz¨® a hundirse.
Pero el tercer superviviente, el marinero Samuel Kwesi, ofrece una versi¨®n distinta. Este cont¨® a la Guardia Civil que fueron las maquinillas que recogen los aparejos las que dejaron de funcionar y luego se par¨® el motor; que Pad¨ªn no atendi¨® a las advertencias que le hab¨ªan hecho los marineros para que soltase la red, lo que podr¨ªa haber permitido corregir la escora; y que el capit¨¢n tampoco dio la orden de abandonar el barco ni de colocarse los trajes de supervivencia.
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