Cae El Tigre, el enigm¨¢tico narco madrile?o que viv¨ªa a todo lujo en Dub¨¢i
La Guardia Civil detiene, tras dos a?os de investigaci¨®n, a un delincuente de 44 a?os que califica como ¡°el narcotraficante de origen espa?ol m¨¢s importante a nivel global¡±, implicado en un alijo de 2.000 kilos de coca¨ªna intervenido en Algeciras
El 11 de noviembre de 2020, el buque Maersk Laberinto, un portacontenedores de casi 300 metros de eslora y bandera de Hong Kong, llegaba al puerto de Algeciras (C¨¢diz) procedente de Paraguay. Su amarre era esperado por la Guardia Civil, que llevaba tiempo investigando, en la que hab¨ªa bautizado como Operaci¨®n Atalaya, una trama criminal que intentaba introducir en Espa?a un importante alijo de droga. Los agentes no se equivocaron. En un contenedor que oficialmente conten¨ªa carb¨®n vegetal, los agentes encontraron 63 sacos de arpillera que ocultaban 1.882 kilos de coca¨ªna de gran pureza, con un valor estimado en el mercado negro de 67,8 millones de euros. Aquel d¨ªa no solo cayeron cerca de dos toneladas de estupefaciente y se detuvo a una docena de personas, sino que se empez¨® a fraguar el principio del fin de El Tigre, un individuo del que entonces solo se conoc¨ªa su alias y que las investigaciones posteriores han llevado al instituto armado a catalogarlo, en una nota de prensa hecha p¨²blica este domingo, como ¡°el narcotraficante de origen espa?ol m¨¢s importante a nivel global¡± en el tr¨¢fico de coca¨ªna por el volumen que gestionaba ¡°de forma mensual y sin l¨ªmites geogr¨¢ficos en sus actividades¡±.
Hoy, dos a?os despu¨¦s de aquella aprehensi¨®n, El Tigre finalmente tiene nombre. Se trata supuestamente de Alejandro Salgado Vega, un madrile?o de 44 a?os que en 2014 fue acusado de falsedad documental y organizaci¨®n criminal y al que, desde entonces, no se lo hab¨ªa vuelto a implicar en actividades delictivas en Espa?a. Salgado fue detenido a finales de agosto en Dub¨¢i, la ciudad-emirato del golfo P¨¦rsico que, con sus 3,4 millones de habitantes y alt¨ªsimo nivel de vida, se ha convertido en el ¨²ltimo lustro en un santuario para grandes capos de la droga, pero tambi¨¦n para blanqueadores de capitales, ciberdelincuentes y fugitivos de todo tipo. El arresto se produjo por un hecho menor, pero penado en el emirato: consumir droga. Ahora, tras la investigaci¨®n de la Guardia Civil, espera en una c¨¢rcel dubait¨ª su extradici¨®n a Espa?a para responder por un delito contra la salud p¨²blica (narcotr¨¢fico) por el alijo de Algeciras.
La Guardia Civil destaca que ¨¦l y su organizaci¨®n ¨Dde la que han sido arrestados en las ¨²ltimas semanas en Espa?a siete integrantes¨D tienen ¡°presencia en los cinco continentes¡± y que era Salgado quien se encargaba de controlar ¡°al detalle las partidas de droga desde su origen en Sudam¨¦rica, principalmente, hasta su recuperaci¨®n en puertos repartidos por todo el mundo¡±. La detenci¨®n de El Tigre se suma a las de otros seis se?ores de la droga practicadas recientemente tambi¨¦n en Dub¨¢i, entre los que se encuentran otros dos grandes narcotraficantes reclamados por la justicia espa?ola, en una macrorredada policial internacional en la que particip¨® la Unidad Central Operativa (UCO) con la Operaci¨®n Faukas.
En los dos a?os transcurridos desde la localizaci¨®n de la coca¨ªna en el puerto de Algeciras, El Tigre ha sido un enigma, a la vez que ¡°una codiciada figura¡±, seg¨²n destaca la Guardia Civil en su nota. Sin rostro y sin nombre, los investigadores o¨ªan en las conversaciones grabadas a los supuestos integrantes de la red criminal hablar de ¨¦l solo por el alias. De esas conversaciones intervenidas por orden judicial, se deduc¨ªa su relevancia, detallan fuentes cercanas a la investigaci¨®n. Sus subordinados comentaban que era ¨¦l quien hab¨ªa ordenado pagar ¡°con billetes de 500 [euros]¡± a los colaboradores, el que exig¨ªa comprobar ¡°si viene la merca [mercanc¨ªa, en referencia supuestamente a la droga]¡±, o el que mandaba indagar sobre determinadas personas que participaban porque ¡°no se f¨ªa¡±.
Una relevancia que creci¨® de manera exponencial cuando la Guardia Civil pudo analizar los mensajes intercambiados en los chats encriptados de la aplicaci¨®n de telefon¨ªa Sky ECC, supuestamente utilizados por las mafias del crimen organizado de todo el mundo para comunicarse sin que sus conversaciones sean interceptadas por la polic¨ªa. Entre los 900 millones de mensajes desentra?ados recientemente por expertos de Francia, B¨¦lgica y Pa¨ªses Bajos, aparec¨ªan varios que la Guardia Civil adjudic¨® a El Tigre, que en el chat se identificaba con un c¨®digo num¨¦rico que, sin bien no permit¨ªa conocer qui¨¦n era, s¨ª revelaba su supuesta implicaci¨®n en varios env¨ªos de droga a Espa?a y que se ocultaba en Dub¨¢i. All¨ª gastaba sin pudor sus grandes beneficios amparado en la supuesta impunidad en la que se sent¨ªa por las dificultades que las justicias de otros pa¨ªses hab¨ªan tenido hasta ahora para conseguir la colaboraci¨®n de las autoridades del emirato.
La Guardia Civil inici¨® entonces gestiones con la polic¨ªa dubait¨ª para conseguir identificarlo y dar con su paradero. Los agentes espa?oles advirtieron entonces a sus colegas del emirato del ¡°potencial y peligrosidad de esta persona y su organizaci¨®n¡±. En Dub¨¢i, el supuesto narco madrile?o ¡°llevaba una vida de muy alto nivel, pasando desapercibido entre el resto de la poblaci¨®n, con un comportamiento ejemplar, no teniendo ning¨²n tipo de incidente que pudiera alertar a las fuerzas policiales locales¡±, destaca el instituto armado.
Sin embargo, un hecho casual provoc¨® que su pantalla se desmoronase como un castillo de naipes. Una redada de la polic¨ªa local en una fiesta provoc¨® el arresto de varios de los participantes en la misma por consumo de droga. En el emirato, una reciente ley castiga con penas de hasta cinco a?os de c¨¢rcel a cualquiera que induzca, incite o facilite el consumo a otra persona. Entre los detenidos estaba El Tigre, por lo que tras su identificaci¨®n, las autoridades dubait¨ªes informaron a la Guardia Civil. Sobre ¨¦l pesaba ya una orden internacional de detenci¨®n cursada por el Juzgado de Instrucci¨®n 1 de Algeciras, que investiga el alijo descubierto en el puerto de la localidad gaditana en noviembre de 2020. Ahora se ha tramitado una orden de extradici¨®n por estos hechos, aunque los investigadores buscan relacionarlo con otros alijos, entre ellos uno de 500 kilos de coca¨ªna que hab¨ªa llegado tambi¨¦n a la ciudad costera un a?o antes.
Poco despu¨¦s del arresto de Salgado, la Guardia Civil desarrollaba la tercera fase de la Operaci¨®n Atalaya, que ha concluido con las siete detenciones de noviembre. Entre ellos se encuentra un trabajador portuario de Ceuta, al que los investigadores sit¨²an en la c¨²spide la trama. Tambi¨¦n han ca¨ªdo un consignatario del puerto de Valencia que, supuestamente, se encargaba de dar salida a los cargamentos legales donde se ocultaba la coca¨ªna para dar apariencia legal a toda la operaci¨®n, as¨ª como un empresario de Cuenca responsable del alquiler de naves para ocultar la droga hasta su distribuci¨®n, y una persona en Toledo que se encargaba de hacer los pagos en met¨¢lico a los colaboradores. La operaci¨®n a¨²n no ha concluido y el juzgado tiene dictadas dos ¨®rdenes internacionales de detenci¨®n, adem¨¢s de la de El Tigre. Una, contra Ruben P. G., alias Pana, el supuesto lugarteniente de Salgado. La otra, contra el supuesto financiador de parte del env¨ªo de la coca¨ªna de Algeciras. Como el narco madrile?o, este ¨²ltimo tambi¨¦n era conocido dentro de la organizaci¨®n con un alias de animal, aunque en su caso m¨¢s tierno: El Osito.
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