La ¡®fari?a¡¯ ahora prefiere Algeciras

El pasado 2 de octubre los GEO de la Polic¨ªa Nacional asaltaban a 530 millas al noroeste de las islas Canarias el remolcador Thoran, con bandera de las Comoras. Bajo la cocina del barco, una c¨¢rtel colombiano hab¨ªa escondido 3.800 kilos de coca¨ªna que ten¨ªan como destino la costa gallega, donde deb¨ªan ser recogidos por la organizaci¨®n del hist¨®rico narco Jos¨¦ Ram¨®n Prado Bugallo, Sito Mi?anco. Para los responsables de la Brigada Central de Estupefacientes, esta aprehensi¨®n ha sido el epitafio de la v¨ªa mar¨ªtima ¡ªla que utilizaba buques nodrizas, pesqueros y, finalmente, v¨¦loces lanchas para descargar en Espa?a al estilo Fari?a¡ª.

El inspector que dirigi¨® aquella investigaci¨®n cree que, hoy, las grandes terminales de mercanc¨ªas son el coladero de la coca¨ªna a gran escala y apunta, m¨¢s en concreto, al puerto de Algeciras. Por all¨ª pasan cada a?o m¨¢s de 4,3 millones de contenedores, el escondite preferido de los grandes c¨¢rteles colombianos. Al puerto de la localidad gaditana le siguen los de Valencia, Barcelona, Bilbao y Vigo, por este orden. En Europa la palma se la llevan Amberes (B¨¦lgica) y Rotterdam (Holanda), incluso por encima de los espa?oles.

Nadie sabe en realidad cu¨¢nta coca¨ªna entra al a?o en Espa?a ni por los puertos ni por otras v¨ªas, pero s¨ª se conoce el volumen de los alijos interceptados. Seg¨²n datos provisionales del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), en 2017 fueron cerca de 33 toneladas. Aunque la cifra est¨¢ lejos de las aproximadamente 50 toneladas que se interceptaron en 2006 ¡ªr¨¦cord hasta la fecha¡ª, el a?o pasado se cogi¨® m¨¢s del doble que en los 12 meses anteriores, cuando cayeron algo m¨¢s de 15 toneladas, un m¨ªnimo hist¨®rico. Este a?o el volumen de los alijos interceptados ¡ªentre ellos uno de 8,7 toneladas, cantidad nunca intervenida antes en Europa en una ¨²nica operaci¨®n¡ª auguran que se volver¨¢ a disparar la estad¨ªstica.

Los agentes de la Unidad T¨¦cnica de la Guardia Civil son los responsables de analizar los miles de datos que llegan a diario desde las polic¨ªas de todo el mundo para extraer la informaci¨®n que trasladan a los agentes operativos que combaten el narcotr¨¢fico. Uno de sus capitanes ¡ªque pide mantener el anonimato por motivos de seguridad¡ª apunta que este incremento de las aprehensiones y del tama?o de los alijos es consecuencia directa del aumento de la producci¨®n al otro lado del Oc¨¦ano Atl¨¢ntico, y la consiguiente bajada de precio del polvo blanco en origen. ¡°Los narcotraficantes que la importan invierten el mismo dinero que antes, pero reciben m¨¢s a cambio¡±, se?ala el oficial, y detalla que en la actualidad las organizaciones pagan entre 1.260 y 1.680 euros por kilo de coca¨ªna con un 85% o m¨¢s de pureza.

El valor se multiplica hasta los 30.000 euros una vez en Espa?a, aunque esta cifra fluct¨²a. El precio en destino es uno de los principales indicadores para saber si entra mucha o poca droga. ¡°Cuando aprehendemos un gran alijo, el kilo puede subir hasta los 33.000 euros. Cuando nos los cuelan, baja hasta los 27.000¡±, recalca el comisario Antonio Mart¨ªnez Duarte, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes y uno de los m¨¢ximos expertos en la lucha contra el narcotr¨¢fico.

El mando policial destaca que en los puertos espa?oles los narcos han sido capaces de crear una madeja de colaboradores que convierten sus muelles en muros de silencio y connivencia, en los que es muy complicado investigar. A golpe de sobornos, los c¨¢rteles cuentan con la colaboraci¨®n de muchos de sus trabajadores. Desde estibadores a guardias civiles, desde empleados de navieras a transportistas, agentes de aduanas y consignatarios. ¡°La coca¨ªna genera mucha corrupci¨®n¡±, afirma otro inspector de la Brigada de Estupefacientes, que detalla que algunos de estos colaboradores cobran 10.000 euros por mirar hacia otro lado, mientras otros se embolsan cantidades de seis cifras por poner los alijos a buen recaudo. Algunos cobran en coca¨ªna. Los narcos destinan hasta un 30% del alijo a estos pagos. Un teniente del Grupo de Drogas de la Unidade Central Operativa (UCO) apuesta focalizar las investigaciones tambi¨¦n en estas tramas de colaboradores, caigan o no con ellas grandes cantidades de droga. ¡°Est¨¢n implicadas muchas personas y, sin ellos, los c¨¢rteles tendr¨ªan dif¨ªcil colar la coca¨ªna¡±, defiende.

El protagonismo de los puertos de mercanc¨ªas en el narcotr¨¢fico no es nuevo. Hace m¨¢s de 10 a?os que los contenedores son utilizados, aunque entonces, con las rutas mar¨ªtimas a pleno rendimiento, las cantidades eran mucho m¨¢s modestas (a veces, menos de 25 kilos). Ya entonces la droga se introduc¨ªa en contenedores de mercanc¨ªas legales con un sistema conocido en la jerga como gancho ciego o rip off. Eran mochilas llenas de coca¨ªna que entraban y sal¨ªan de los contenedores gracias a empleados corruptos tanto de los puertos de origen como de los de destino. La dificultad para detectar estos alijos ha hecho que no solo se siga utilizando este m¨¦todo, sino que las cantidades hayan aumentado de manera espectacular. ¡°Es raro el gancho ciego que no supera los 300 kilos¡±, destaca el comisario Mart¨ªnez Duarte.

Para los alijos m¨¢s grandes, los narcos prefieren fletar sus contenedores. Crean empresas pantalla a un lado y otro del Atl¨¢ntico, y simulan relaciones comerciales que justifiquen el env¨ªo de cualquier producto. Unas veces se esfuerzan y ocultan la coca¨ªna meticulosamente. Otras, simplemente la tapan. Ocurri¨® con las 8,7 toneladas aprehendidas en Algeciras en abril. S¨®lo hab¨ªa pl¨¢tanos en las cajas de la fila superior de los pal¨¦s. El resto de los embalajes iba hasta arriba de paquetes de coca¨ªna. Un detalle que, como destacan polic¨ªas y guardias civiles, demuestra que la organizaci¨®n que hizo el env¨ªo, el c¨¢rtel del Golfo del colombiano Dairo Antonio ?suga alias Otaniel, hab¨ªa conseguido colar antes otros alijos menores y hab¨ªa concluido que Algeciras era una puerta abierta de par en par. ¡°En el ¨²ltimo a?o y medio, este c¨¢rtel ha estado detr¨¢s de la mayor parte de lo que hemos aprehendido. Hablamos de m¨¢s de 18.000 kilos¡±, destaca el comisario.

¡°La p¨¦rdida de tanta droga siempre provoca tensiones y ajustes de cuentas entre los implicados en el env¨ªo¡±, se?ala el teniente de la UCO, que recuerda que los llamados vuelcos (robos de droga entre narcos) se han convertido en algo habitual. Nadie se f¨ªa de nadie en un negocio en el que los c¨¢rteles env¨ªan a Espa?a a sus propios notarios para certificar que la droga enviada llega y nada se pierde por el camino. Mientras, los grupos de delincuentes del Este ganan protagonismo en detrimento de los clanes espa?oles, relegados a ser facilitadores de la entrada de la droga. ¡°Sito Mi?anco era el ¨²ltimo grande¡±, asegura el jefe de la Brigada Central de Estupefacientes. ¡°Solo quedan otros dos grupos, tambi¨¦n gallegos, capaces de embarcarse en operaciones de miles de kilos¡±. a?ade. La batuta est¨¢ ahora en manos de grupos de albaneses, polacos, b¨²lgaros o marroqu¨ªes que han asentado parte de su estructura en Espa?a ¡ªprincipalmente en la Costa del Sol y Levante¡ª para controlar mejor el negocio de fari?a, que ahora pasa por el Sur de Espa?a.