Las 14 desgracias del a?o en la N-122, una de las carreteras m¨¢s peligrosas de Espa?a
La carretera nacional que recorre Castilla y Le¨®n de este a oeste se ha cobrado la vida de ocho personas en 2022. Los habitantes de las localidades que atraviesa reclaman la prometida autov¨ªa
La autov¨ªa sigue sin llegar, y la carretera nacional N-122 contin¨²a alimentando la estad¨ªstica siniestra de una de las v¨ªas m¨¢s peligrosas de Espa?a, seg¨²n fuentes del Ministerio de Transportes. Ocho personas han muerto este a?o en los 14 accidentes graves registrados en el asfalto de esta carretera que recorre Castilla y Le¨®n de este a oeste ¡ªdesde la linde con Arag¨®n hasta la frontera con Portugal¡ª, mientras los proyectos de convertirla ¨ªntegramente en la autov¨ªa A-11 permanecen aparcados. Sus 467 kil¨®metros de trazado se han cobrado casi 600 vidas en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Sus usuarios habituales y los vecinos de las localidades atravesadas por esta v¨ªa insisten en reclamar la autov¨ªa para eludir riesgos en una carretera con muchos camiones y especialmente peligrosa en invierno. El ¨²ltimo deceso ocurri¨® la semana pasada en Fonfr¨ªa (Zamora): un hombre muri¨® tras chocar una furgoneta con un veh¨ªculo pesado.
El alcalde de Fonfr¨ªa, Sergio L¨®pez, lamenta que su pueblo (700 habitantes), como tantos otros, quede cruzado por este asfalto: ¡°Es molesto y muy peligroso, en Fonfr¨ªa hay que cruzar la carretera, en un tramo recto donde no se suele respetar la velocidad, para ir a la farmacia, con lo que supone eso para la gente mayor¡±, explica. Basta con utilizar la N-122 rumbo a Traspinedo (Valladolid, 1.150 habitantes), lugar del pen¨²ltimo caso mortal, para apreciar el peligro. Una se?al, con ¡°15/12/2022¡å escrito con rotulador en su reverso, acredita junto a un nuevo quitamiedos que algo ha pasado. All¨ª, tres d¨ªas antes, muri¨® un hombre tras colisionar dos coches, algo habitual en una carretera donde, seg¨²n datos del Ministerio de Transportes, uno de cada tres usuarios son camiones. En la cuneta, con la tierra removida, a¨²n se ven restos de los faros, el tap¨®n del dep¨®sito o tiques de gasolinera. Junto a la brea, a tres minutos andando, se encuentra tambi¨¦n una gardu?a muerta, pues es muy com¨²n en estas zonas que la fauna atraviese la calzada y cause percances. Al fondo del pinar se atisban tres corzos.
El restaurante La Ma?a de Traspinedo, a apenas 500 metros de ese punto, ha visto de todo. All¨ª estacionan a diario decenas de viajeros y transportistas para comer un contundente men¨² del d¨ªa. Uno de los camareros resopla cuando se le pregunta qu¨¦ cuenta la clientela: ¡°Est¨¢n amargados, mientras no hagan la A-11¡¡±. ¡°Pero es dinero, as¨ª que ya sabemos qu¨¦ pasa¡±, prosigue el empleado, que maldice la tardanza: la Junta de Castilla y Le¨®n dijo hace 30 a?os que era ¡°prioritario¡± mejorar la N-122, pero los Gobiernos centrales de PP y PSOE apenas han tra¨ªdo avances. Solo el 40% del trazado se ha convertido en autov¨ªa; no hay fecha para el resto. Hace unos meses se abri¨® un tramo en Soria que evita atravesar el puerto El Temeroso, donde en marzo muri¨® un camionero.
La situaci¨®n exaspera a la pe?afielense Alicia del Pozo, integrante de la plataforma A11 Pasos, que reclama la ansiada autov¨ªa para eludir el tr¨¢fico intenso que surca el pueblo. La mujer, de 50 a?os, sostiene, junto al restaurante de carretera abandonado El Empecinado, escenario de un susto reciente con dos heridos a finales de noviembre, que ¡°es un problema nacional, una v¨ªa transversal con much¨ªsima gente que la usa¡±. La N-122 pasa por Zamora, Valladolid, Burgos y Soria. Soria y Zamora est¨¢n entre las provincias espa?olas con m¨¢s mortalidad en accidentes de tr¨¢fico por mill¨®n de habitantes: 131 en el primer caso y 102 el segundo, frente a una media nacional de 36 fallecidos por mill¨®n de habitantes, seg¨²n datos de la DGT en el per¨ªodo 2016-2020.
¡°Esta infraestructura no tiene sentido hasta que se complete¡±, se?ala la mujer al lado del r¨ªo Duero, que transita desde Soria hacia Portugal casi en paralelo al asfalto. ¡°Hemos hablado con la Junta y nos vienen a decir que no da r¨¦dito electoral, que da menos votos que otras cosas¡±, suspira la vallisoletana. Destaca el contraste entre pa¨ªses: la parte lusa, que sube de Oporto a Bragan?a, ha sido readaptada a autov¨ªa, pero al llegar a Espa?a se convierte en la sinuosa nacional.
Del Pozo recuerda que hace apenas dos semanas un joven de Pe?afiel pas¨® varios d¨ªas en coma inducido tras impactar su coche con un cami¨®n. Al menos lo podr¨¢ contar. Los restos del accidente a¨²n se perciben en la cuneta. Una hilera de 13 conos acota y se?aliza, por decir algo entre la oscuridad de la tarde, la carga que llevaba el veh¨ªculo pesado: cientos de cajas de cart¨®n y bolsas de papel acumuladas de mala manera. A¨²n no ha habido tiempo o medios para retirarlas, algo que tampoco preocupa demasiado a un conductor que realiza un adelantamiento arriesgado a apenas unos metros. El invierno incrementa el riesgo por la escasa visibilidad derivada de las lluvias o las nieblas densas.
Apostarse en cualquier punto de la n-122 permite observar escenas que no acaban en accidente casi de milagro. Hay tramos que en medio minuto ven pasar seis camiones; en otro, un veh¨ªculo pesado sale de un pueblo y se atraviesa por completo en el asfalto, cortando ambos sentidos. Un apresurado coche de alta gama evita por segundos engrosar la funesta estad¨ªstica, al adelantar como alma que lleva el diablo a una conductora y, volantazo mediante, eludir al autom¨®vil que viene de frente. A ella no le hab¨ªa dado m¨¢s tiempo que a agarrarse a su propio volante y, quiz¨¢, rezar.
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