Una derecha en transformaci¨®n y cerrada al acuerdo con el Gobierno

La derecha espa?ola se ha transformado en 2022, aunque al estilo gatopardista: cambiando todo para que nada cambie. La metamorfosis m¨¢s importante ocurri¨® en el PP, que defenestr¨® a su joven l¨ªder criado pol¨ªticamente en las Nuevas Generaciones de Madrid ¡ªPablo Casado¡ªy lo sustituy¨® por un pol¨ªtico s¨¦nior de la periferia ¡ªAlberto N¨²?ez Feij¨®o¡ª. Sin embargo, el nuevo presidente popular, que prometi¨® a su llegada alcanzar pactos de Estado y que tiene las encuestas de cara, termina el a?o como su predecesor, sin haber suscrito con el Gobierno ni un m¨ªnimo acuerdo. Sus rivales en el espacio de la derecha tambi¨¦n han afrontado un a?o de turbulencias internas. Vox atraves¨® un periodo aciago por su primera escisi¨®n, la de Macarena Olona; Ciudadanos agoniza en una lucha de poder por los restos del naufragio que libran In¨¦s Arrimadas y Edmundo Bal. En conjunto, el bloque conservador, que sigue reconfigur¨¢ndose, comparte un electorado muy movilizado y una estrategia de bloqueo a todo acuerdo con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez muy similar a la de los a?os anteriores.

Casado, defenestrado. El PP se abri¨® en canal en marzo: un acuerdo vertiginoso de los barones territoriales del partido resolvi¨® que el decano de todos ellos, el presidente de Galicia, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, se hiciera con el control del partido, herido de muerte por la disputa entre Isabel D¨ªaz Ayuso y Pablo Casado. Este termin¨® defenestrado por los suyos. El pol¨ªtico gallego fue proclamado l¨ªder del PP el 2 de abril en un congreso sin rival. Configur¨® una direcci¨®n que reparte el poder entre el PP gallego y el andaluz, y se mud¨® a Madrid con su equipo de asesores m¨¢s pr¨®ximo de la Xunta.

Primer Gobierno conjunto de PP y Vox. El 11 de abril, apenas nueve d¨ªas despu¨¦s del congreso del PP, Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco fue investido presidente de Castilla y Le¨®n con los votos de Vox, tras haber dado entrada a la extrema derecha en su Gobierno con una vicepresidencia, tres consejer¨ªas y la presidencia de las Cortes auton¨®micas. Feij¨®o permiti¨® hacer ese pacto hasta entonces in¨¦dito, aunque marc¨® distancias ausent¨¢ndose en la investidura de Ma?ueco.

Ayuso logra el poder org¨¢nico en Madrid. Feij¨®o entreg¨® a la baronesa madrile?a el poder del PP de Madrid que Casado le negaba, pero no por eso se libr¨® de que ella le siguiera marcando el paso, como hac¨ªa con su predecesor. Ayuso hizo p¨²blico que hab¨ªa presionado al l¨ªder del PP para que no pactara la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial con el Gobierno. Tras superar la guerra interna en el PP y que trascendiera que su hermano cobr¨® indirectamente de su Administraci¨®n en plena pandemia, la presidenta auton¨®mica ha encajado este a?o el primer golpe a su gesti¨®n: el 13 de noviembre se celebr¨® en la capital una multitudinaria manifestaci¨®n contra el deterioro de la sanidad p¨²blica.

La gesta andaluza de Moreno Bonilla. El 19 de junio, Juan Manuel Moreno Bonilla dio la campanada con una victoria hist¨®rica en las elecciones andaluzas, imponi¨¦ndose con una mayor¨ªa absoluta en el principal feudo socialista de Espa?a. El bar¨®n popular pudo gobernar en solitario y dispar¨® a Feij¨®o en las encuestas, que desde entonces este ha liderado (salvo las del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas).

Vox sufre su primera escisi¨®n. Apenas un mes despu¨¦s de los comicios andaluces, el 29 de julio, Macarena Olona, la candidata de la extrema derecha, abandon¨® la pol¨ªtica alegando cuestiones de salud. Despu¨¦s revel¨® que se daba de baja en Vox y sus desavenencias internas con la direcci¨®n de Santiago Abascal. Olona no se ha retirado de la vida p¨²blica ¨Daunque s¨ª ha solicitado recuperar su plaza de abogada del Estado¨D y amaga con lanzar su propio proyecto pol¨ªtico tras las elecciones auton¨®micas y municipales del pr¨®ximo mayo.

El PP lanza la batalla fiscal ... hasta el fiasco de Liz Truss. Juan Manuel Moreno Bonilla anunci¨® en septiembre que Andaluc¨ªa suprim¨ªa el Impuesto de Patrimonio, un tributo auton¨®mico que grava la riqueza de los contribuyentes superior a los 700.000 euros. El PP lanz¨® entonces una batalla fiscal contra la izquierda que provoc¨® que algunos barones socialistas, como el valenciano, Ximo Puig, se apuntaran tambi¨¦n a las rebajas fiscales. Todo cambi¨® el 20 de octubre, tras la dimisi¨®n de la primera ministra brit¨¢nica, Liz Truss, por el monumental fiasco de su plan de rebajas masivas de impuestos. El PP, cuyo ¨²ltimo programa electoral propon¨ªa medidas id¨¦nticas a las de Truss, abandon¨® paulatinamente la pelea fiscal. La debacle econ¨®mica que anunciaba el PP no ha llegado y Feij¨®o ha aparcado la econom¨ªa para centrar su oposici¨®n en la reforma del C¨®digo Penal aprobada por el Gobierno para favorecer a los l¨ªderes del proc¨¦s independentista catal¨¢n.

Feij¨®o vota en contra del impuesto europeo a las el¨¦ctricas. La primera decisi¨®n de calado de Feij¨®o como l¨ªder del PP le llev¨® a votar en oto?o en contra del impuesto extraordinario a las energ¨¦ticas y la banca. El problema fue que, solo 24 horas despu¨¦s del voto negativo de los populares en el Congreso, la presidenta de la Comisi¨®n Europea, la conservadora ?rsula Von der Leyen, pronunci¨® en Bruselas un contundente discurso en favor del gravamen a las el¨¦ctricas, dejando al PP con el pie cambiado. El episodio abri¨® una grieta de Feij¨®o con el PP europeo y con Von der Leyen, con quienes ya ha empezado a reconducir las discrepancias.

El volantazo en el Poder Judicial. El momento m¨¢s fr¨¢gil del liderazgo de Feij¨®o lleg¨® el 27 de octubre, con la ruptura de la negociaci¨®n para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que ya ha cumplido cuatro a?os con el mandato caducado. Feij¨®o se ech¨® atr¨¢s en el ¨²ltimo momento, cuando el acuerdo con el Gobierno estaba casi cerrado. Lo hizo, dijo, al obtener la certeza de que el Ejecutivo iba a reformar el C¨®digo Penal para bajar las penas a los condenados y encausados del proc¨¦s.

Ciudadanos se autodestruye. El tercer partido de la derecha sufr¨ªa en silencio una progresiva decadencia sin haber conseguido representaci¨®n en Andaluc¨ªa (y con solo un procurador en Castilla y Le¨®n) hasta que implosion¨® en una guerra interna. La disputa enfrenta a la l¨ªder, In¨¦s Arrimadas, y a su portavoz parlamentario, Edmundo Bal, que se medir¨¢n en unas primarias ¨Daunque ella no encabezar¨¢ su lista¨D el pr¨®ximo enero.

PP y Vox: el deshielo. El a?o que termina ha propiciado tambi¨¦n el deshielo entre el PP y Vox con una reuni¨®n secreta que luego trascendi¨® de Feij¨®o y Abascal y que inaugur¨® una nueva etapa de relaciones fluidas entre ambos. La extrema derecha presiona al l¨ªder del PP para que encabece una moci¨®n de censura contra Pedro S¨¢nchez; aquel se niega, aunque ha prometido abstenerse si Vox la presenta. En el horizonte, ambos partidos saben que se necesitar¨¢n tras las auton¨®micas de mayo.

De la crisis institucional al Tribunal Constitucional progresista. El bloqueo de los populares a la renovaci¨®n del CGPJ deton¨® una crisis sin precedentes tras un recurso de Feij¨®o al Tribunal Constitucional. Los populares impugnaron el m¨¦todo legislativo expr¨¦s ¨Dintroducir enmiendas a una ley que nada ten¨ªa que ver¨D que hab¨ªa utilizado el Gobierno para sortear la par¨¢lisis, reformando la elecci¨®n de los magistrados del propio tribunal de garant¨ªas y este, entonces con una mayor¨ªa conservadora, suspendi¨® la votaci¨®n en el Senado. Pero la partida en la justicia no termin¨® bien para el PP. Despu¨¦s de seis meses de jugada de los conservadores para influir en la renovaci¨®n del Constitucional, el resultado es una victoria amarga. Aunque lograron que el CGPJ designara a los dos magistrados que ellos propon¨ªan, no evitaron la nueva etapa progresista en el tribunal, que echar¨¢ a andar en enero. Feij¨®o ha amenazado ahora con actuar contra los dos magistrados del Constitucional propuestos por el Gobierno, anticipando una nueva batalla en la justicia. El a?o termina, una vez m¨¢s, con un radical desacuerdo entre el Gobierno y la oposici¨®n.