Un preso conflictivo, condenado a 10 a?os por apu?alar en el cuello a un funcionario de la c¨¢rcel de Cuenca
La sentencia subraya que la prisi¨®n no est¨¢ preparada para acoger a reclusos peligrosos y que carece de material antidisturbios suficiente. El recluso atac¨® al empleado con un trozo de cristal al grito de ¡°os voy a matar a todos hijos de puta¡±


La Audiencia de Cuenca ha condenado a 10 a?os de c¨¢rcel por intento de homicidio a un preso conflictivo por haber apu?alado en el cuello con un cristal a uno de los seis funcionarios de la prisi¨®n de Cuenca que acudieron a la celda a reducirle, aunque sin el material adecuado para su defensa. La sentencia insiste en que prisi¨®n conquense ¡°no est¨¢ preparada para acoger a presos peligrosos¡± y en que el penal solo ten¨ªa material antidisturbios adecuado para dar protecci¨®n a dos funcionarios, de forma que dos fueron con porras, dos con cascos y otros dos, los primeros, con escudos. Esto facilit¨®, seg¨²n el tribunal, el que el recluso, tras haber destrozado su celda, pudiera atacar y dar un corte en el cuello a un jefe de servicio del centro, que entr¨® en primera l¨ªnea hasta el ba?o del chabolo, parapetado tras un escudo.
Los hechos se remontan a la noche del 27 de octubre de 2021, cuando el citado recluso, Mohamed E. M., con un largo historial de delitos violentos, apenas llevaba una semana preso en el centro de Cuenca, aunque con anterioridad hab¨ªa penado por otros tres reclusorios de Espa?a por lesiones, amenazas, ri?as, quebrantamiento de condena, robo, robo con violencia e intimidaci¨®n, trato degradante, agresi¨®n y abuso sexual... De hecho, durante su paso por la prisi¨®n de Estremera (Madrid) fue clasificado en primer grado por ¡°su conflictividad y agresividad¡± y se le hab¨ªan impuesto 11 limitaciones al r¨¦gimen de vida carcelario. Es m¨¢s, dentro de las c¨¢rceles en las que estuvo (Villena, Castell¨®n y Valdemoro, adem¨¢s de las dichas) fue sancionado por lesiones o resistencia.
Aquella noche, el recluso se mostr¨® especialmente agresivo, hasta el punto de que ¡°se multiplicaron las quejas de los dem¨¢s internos por el mal comportamiento del acusado y porque no les dejaba descansar¡±. Ya por la ma?ana, le hab¨ªa dicho a un funcionario que le hab¨ªa reprendido por desgarrar las s¨¢banas: ¡°Yo hago lo que me da la gana y ning¨²n cabr¨®n me va a decir lo que tengo que hacer¡±. Por la noche, destroz¨® a¨²n m¨¢s la celda, incluido el cristal que tiene en el interior, lo que motiv¨® que se decidiera entrar en el calabozo, en cuya interior no se ve¨ªa al preso.
Los seis funcionarios fueron por el material antidisturbios existente en la prisi¨®n. Pero como no hab¨ªa para todos, se lo repartieron. Los dos primeros iban con escudo para frenar la acometida; los dos siguientes, con casco (eran los encargados de reducirlo) y los dos de atr¨¢s, con porra. Entraron de dos en dos, porque no cab¨ªan por la puerta. Entonces, el preso sali¨® de su escondrijo en el ba?o al grito de ¡°os voy a matar hijos de puta¡±. Con un cristal como cuchillo, cort¨® el cuello del primero de los funcionarios, al que ¡°la sangre sal¨ªa a borbotones¡±, seg¨²n se dice en la sentencia. Tard¨® 172 d¨ªas en recuperarse completamente.
La Secci¨®n Primera de la Audiencia de Cuenca subraya que exist¨ªan dos celdas para presos peligrosos en la c¨¢rcel de Cuenca, que no fueron utilizadas para este recluso, que estaba en un calabozo ordinario. La acusaci¨®n particular ha sido ejercida por el sindicato de prisiones Acaip-UGT, que solicit¨® que Instituciones Penitenciarias fuese declarada responsable civil subsidiaria, algo que reconoce la sentencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.