Abascal presiona a Feij¨®o para que lo acepte como socio pese a la pol¨¦mica de Castilla y Le¨®n
Vox aparca la moci¨®n de censura contra S¨¢nchez y ataca al nuevo portavoz de campa?a del PP
Durante la tensa entrevista que Federico Jim¨¦nez Losantos le hizo el mi¨¦rcoles a la responsable de Vox en Madrid, Roc¨ªo Monasterio, esta no critic¨® ni una sola vez al presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o. En cambio, atac¨® repetidamente a Borja S¨¦mper, el nuevo portavoz de campa?a de los populares. ¡°El PP de S¨¦mper agacha las orejas y se pliega a lo que le dictan los partidos de izquierda¡±, asegur¨®, como si el ¨²ltimo fichaje de Feij¨®o, con menos de dos semanas en el puesto, fuera el jefe del partido.
Vox tiene motivos para estar obsesionado con el nuevo rostro del PP. S¨¦mper es un viejo conocido de Santiago Abascal. Como este, fue miembro de Nuevas Generaciones, concejal y diputado del Parlamento Vasco en los a?os de plomo, cuando tener carn¨¦ del PP era convertirse en objetivo de ETA. Pero, al contrario que el presidente de Vox, S¨¦mper nunca ha presumido de ello y, lejos de radicalizarse, apuesta por el respeto y el di¨¢logo con el adversario pol¨ªtico.
S¨¦mper y Abascal se aprecian mutuamente ¡ª¡°mi relaci¨®n personal con Santi est¨¢ a prueba de bombas¡±, contest¨® el primero a preguntas de los periodistas¡ª, pero el segundo sabe que la presencia su antiguo correligionario al lado de Feij¨®o es un serio obst¨¢culo para su pacto con el PP. ¡°Vox es populista y reaccionario. Eso nos pone a una distancia sideral¡±, declaraba a EL PA?S en enero de 2019, un a?o antes de dejar la pol¨ªtica y pasar a la empresa privada, de donde lo ha repescado ahora Feij¨®o.
Fuentes de Vox atribuyen a S¨¦mper la oferta del PP al PSOE para que, tras las pr¨®ximas elecciones, gobierne el candidato de la lista m¨¢s votada aunque no tenga mayor¨ªa absoluta ¨Da pesar de que hace tiempo que Feij¨®o defiende esta posici¨®n¨D; lo que desactivar¨ªa a los grupos minoritarios. Abascal ya ha denunciado lo que califica de ¡°nuevo intento de imponer un cord¨®n sanitario¡± a Vox, y ha advertido a Feij¨®o de que podr¨ªa aplicar la misma f¨®rmula en comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos en los que el PP no sea el primer partido pero la derecha sume mayor¨ªa tras las elecciones de mayo, ofreciendo as¨ª en bandeja presidencias auton¨®micas y alcald¨ªas a la izquierda.
Pese al fiasco de las elecciones andaluzas, en las que el PP obtuvo mayor¨ªa absoluta, Vox no ha cambiado de estrategia: su objetivo sigue siendo obligar a Feij¨®o a aceptarlo como socio indispensable para llegar a La Moncloa, convirti¨¦ndolo en reh¨¦n de su apoyo. El esc¨¢ndalo del protocolo fantasma de Castilla y Le¨®n para ofrecer a las mujeres que quieran abortar escuchar el latido del feto y verlo en una ecograf¨ªa 4D ha recordado al PP los riesgos de tener semejante compa?ero de viaje.
Vox subraya que el vicepresidente castellano-leon¨¦s, Juan Garc¨ªa-Gallardo, no se invent¨® las medidas que anunci¨® en la rueda de prensa posterior al consejo de gobierno del 12 de enero; insiste en que el protocolo antiabortista fue pactado con el presidente Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco y figura expresamente en el comunicado que ese d¨ªa hizo p¨²blico la Junta. Lo cierto es que Vox se apunt¨® un tanto, ya que, en contra de lo que aseguraron ambos partidos, esas medidas no figuraban en el pacto de Gobierno de Castilla y Le¨®n; en el que solo se hablaba gen¨¦ricamente de apoyar la natalidad mediante ayudas directas e incentivos fiscales.
Sin embargo, ante la dimensi¨®n que tom¨® la pol¨¦mica, desde G¨¦nova se oblig¨® a Ma?ueco a dar marcha atr¨¢s y se lanz¨® un ¨®rdago a Vox: ¡°Si se quiere marchar del Gobierno [de Castilla y Le¨®n] que se marche, es una decisi¨®n suya¡±. Abascal no recogi¨® el guante; lo ¨²ltimo que quiere es acabar con el ¨²nico Gobierno de coalici¨®n entre PP y Vox, que debe servir como modelo a nivel nacional.
Quiz¨¢ no sea ese el ¨²nico paso atr¨¢s que tenga que dar: en la direcci¨®n de Vox empieza a calar la idea de que fue un error anunciar, el 9 de diciembre, la presentaci¨®n de una segunda moci¨®n de censura contra S¨¢nchez. Abascal no ha logrado arrastrar a Feij¨®o con su estrategia, que este considera un ¡°bal¨®n de ox¨ªgeno¡± para el presidente del Gobierno; y el mirlo blanco, el candidato independiente capaz suscitar el consenso de toda la derecha, no acaba de aparecer. Ante la tesitura de repetir el fiasco de octubre de 2020, cuando solo obtuvo el respaldo de sus propios diputados, Abascal baraja guardar la moci¨®n en un caj¨®n hasta que se olvide. El s¨¢bado, en la concentraci¨®n de Cibeles, no la dio por segura. ¡°Los partidos tienen herramientas y nosotros vamos a intentar utilizarlas y estamos trabajando en ello desde hace semanas¡±, dijo, al ser preguntado por esa iniciativa parlamentaria.
El tercer error, reconocen algunas fuentes de Vox, fue no apoyar los presupuestos de la Comunidad de Madrid. El argumento de que el PP no admiti¨® a tr¨¢mite unas enmiendas que hab¨ªan sido presentadas fuera de plazo parece m¨¢s propio de leguleyos que de pol¨ªticos. Ese fue, precisamente, el motivo de la bronca entre Losantos y Monasterio, una querella de familia, ya que el locutor se confes¨® votante de Vox. Al d¨ªa siguiente, el portavoz del partido en el Congreso, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, atribuy¨® la supuesta hostilidad de Losantos a que ¡°muchos medios tienen miedo a que su financiaci¨®n est¨¦ en entredicho¡±. El s¨¢bado, Abascal intent¨® zanjar el asunto asegurando que pol¨ªticos y periodistas pueden criticarse rec¨ªprocamente y acus¨® al Gobierno de ¡°intentar comprar a los medios de comunicaci¨®n con el dinero de todos¡±. Pero Espinosa no alud¨ªa al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez, sino al de D¨ªaz Ayuso.
En el haber de Vox est¨¢ el ¨¦xito de la concentraci¨®n de Cibeles. Aunque el partido no la convocaba directamente, s¨ª lo hac¨ªan su sindicato (Solidaridad) y su fundaci¨®n (Disenso). Abascal, ¨²nico l¨ªder nacional que acudi¨®, fue recibido en olor de multitudes. Una vez m¨¢s, Vox protagonizaba una convocatoria en defensa de la Constituci¨®n, aunque dicha formaci¨®n rechace el Estado auton¨®mico y vulnere la libertad de prensa. El manifiesto le¨ªdo al final del acto llamaba a la uni¨®n de ¡°los partidos comprometidos con el orden constitucional y la soberan¨ªa indivisible de la naci¨®n¡±. Excluido el PSOE y con Ciudadanos en v¨ªas de desaparici¨®n, era una invitaci¨®n al pacto entre PP y Vox que Abascal anhela.
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