El 28-M, una gran batalla en clave nacional
La econom¨ªa ser¨¢ utilizada por los barones socialistas en la campa?a de las elecciones municipales y auton¨®micas. El PSOE y el PP est¨¢n a expensas de sus apoyos a izquierda y derecha
La elecci¨®n de los asuntos que los partidos van a utilizar en la campa?a electoral que ya ha arrancado ¡ªcon cuatro meses de adelanto¡ª est¨¢ sujeta a estrictos an¨¢lisis demosc¨®picos: ninguno quiere arriesgarse a cometer errores, todos quieren tener claro cu¨¢les son las preocupaciones de los ciudadanos. En las elecciones auton¨®micas y municipales del 28 de mayo el influjo de la pol¨ªtica nacional estar¨¢ muy presente. Y no necesariamente la acci¨®n del Gobierno central perjudicar¨¢ a los candidatos auton¨®micos y locales socialistas. La econom¨ªa es un factor que tanto Pedro S¨¢nchez como los presidentes regionales del PSOE ¡ªlos de mayor, menor o ninguna cercan¨ªa al jefe del Gobierno¡ª utilizar¨¢n frente al PP: c¨®mo gobernar en la adversidad. Las subidas de impuestos a las grandes fortunas y empresas reciben el apoyo mayoritario de la sociedad, seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro de 40dB. para EL PA?S y la SER. En el lado contrario de la balanza, el goteo de rebajas de penas a agresores sexuales por la aplicaci¨®n de la ley de libertad sexual o del solo s¨ª es s¨ª se ha convertido en un mazazo que erosiona a los candidatos socialistas; de ah¨ª la prisa que el Gobierno central quiere imprimir en la reforma de la ley.
No es posible medir con exactitud las motivaciones que los electores de las 12 comunidades aut¨®nomas (m¨¢s Ceuta y Melilla) y 8.131 municipios en las que habr¨¢ comicios pondr¨¢n en su balanza cuando acudan a votar el 28 de mayo. Cu¨¢nto pesar¨¢ la gesti¨®n de su presidente o de su alcalde y cu¨¢l ser¨¢ la influencia de la pol¨ªtica nacional. El pasado verano, con el nuevo presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o reci¨¦n llegado, los populares reflejaban un entusiasmo que les llevaba a no poner en duda el triunfo en las nueve comunidades aut¨®nomas que ahora gobierna el PSOE, adem¨¢s de augurar la victoria en Madrid y Murcia. Despu¨¦s vino cierto enfriamiento de la euforia. La esperanza de los populares se basa ahora en que una campa?a sostenida, dur¨ªsima y sin tregua contra el presidente del Gobierno ¡ªmuy centrada en ¨¦l, por lo que hace y por qui¨¦nes le acompa?an: Unidas Podemos y los partidos nacionalistas e independentistas¡ª arrastre a presidentes y alcaldes socialistas fuera de los gobiernos. La econom¨ªa es uno de los argumentos que el PP se ver¨¢ obligado a utilizar con cuidado. Las previsiones internacionales para Espa?a son halag¨¹e?as.
La implantaci¨®n de impuestos a las grandes fortunas para este ejercicio econ¨®mico y la inminencia del pago de grav¨¢menes de nuevo cu?o a los bancos no parece que pueda ser utilizada por el PP como arma arrojadiza contra el Gobierno. En el estudio de 40dB. se pone de manifiesto la aceptaci¨®n general de estas medidas tributarias. Es m¨¢s, a una mayor¨ªa de encuestados le parece que el pago de impuestos de las rentas altas es adecuado o demasiado bajo. El Gobierno sabe que tiene margen de apoyo para su implantaci¨®n sin menoscabo electoral, por lo que mantendr¨¢ el discurso sobre la conveniencia de que en tiempos de dificultad y necesidad los que m¨¢s tienen ¡°arrimen el hombro¡±.
La subida de las pensiones en un 8,5% pueden blandirla tambi¨¦n todos los candidatos socialistas, as¨ª como la moratoria de seis meses sobre los alquileres, como medidas de escudo social ante las consecuencias econ¨®micas de la guerra de Ucrania.
La econom¨ªa ser¨¢, por tanto, la gran bandera que los socialistas airear¨¢n, aunque no podr¨¢n obviar las dificultades con sus socios. En los tres d¨ªas de discursos e im¨¢genes potentes de unidad que el PP ha exhibido en Valencia, el triunfalismo ha sido desbordante. La aparici¨®n de los dos expresidentes del Gobierno del PP, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Mariano Rajoy, con abstracci¨®n de su p¨¦sima relaci¨®n, es una se?al inequ¨ªvoca de apoyo a Feij¨®o y de confianza en que puede ser el pr¨®ximo jefe de Gobierno. Pero ni el Ejecutivo central ni en la direcci¨®n del PSOE dan la batalla por perdida. Una amplia panoplia de iniciativas est¨¢ a¨²n por desplegarse en los pr¨®ximos meses, sostienen los socialistas.
A la izquierda del PSOE, no est¨¢ cerrada a¨²n la f¨®rmula de convivencia pol¨ªtica y electoral del espacio pol¨ªtico que lidera Yolanda D¨ªaz (la plataforma Sumar) con Unidas Podemos. Sumar no concurre a los comicios, pero los candidatos socialistas est¨¢n en m¨¢xima tensi¨®n, por lo que ocurra en ese espacio. No pierden de vista que el PP, en suma con Vox, puede sacarlos de las presidencias si ellos no tienen asideros a su izquierda.
La Comunidad Valenciana es la plaza m¨¢s codiciada por el PP. Nunca se habr¨¢ dado una lucha electoral tan intensa; no solo en esa comunidad, sino en las otras nueve donde gobiernan los socialistas. A nivel nacional, el PP est¨¢ cerca de los dos puntos por encima del partido gobernante, seg¨²n el estudio de 40dB. El PP va a alcanzar el poder porque ¡°es el partido que m¨¢s se parece a Espa?a¡±, ha proclamado Feij¨®o en Valencia. El PSOE repar¨® enseguida en la sentencia: es, precisamente, uno de sus lemas desde hace m¨¢s de treinta a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.